Obra maestra. Sorprendentemente es solo su octavo disco, debido al retiro musical que rompió con el anterior Various Positions (el de Hallelujah y Dance me to the end of love) donde ya incluía sonidos sintetizados que en este disco cobran protagonismo desde un arrolador inicio. First we take Manhattan es una joya, musical y líricamente. Además de unos coros que realzan la canción y unos sintetizadores que le van como un guante. No se queda ahí, Take this waltz es una maravilla a partir de Lorca, Tower of song, Can´t forget ... 8 canciones, apenas 40 minutos y ahí queda este monolito atemporal. 5/5