Siendo su cuarto álbum de estudio, y a muy temprana edad, Cat Stevens llevó a cabo este proyecto que rápidamente obtuvo un gran reconocimiento y dejando un álbum puramente folk que quedaría para la posteridad. Teniendo hits instantáneos, como Wild World, se pueden apreciar letras magníficas y profundas de principio a fin. Lo que caracteriza al cantautor es una visión del mundo muy madura, y sumada a la energía necesaria que caracteriza a los jóvenes para dar a conocer su mensaje, hacen de este álbum un rejunte de letras muy potentes. Tiene una instrumentación típica del folk, con arreglos que por momentos dejan de lado esa simpleza musical que puede caracterizar al género. Esa profundidad e intimidad que genera la voz junto a una guitarra, generan un ambiente de fogata que solo se pierde en los momentos en donde la instrumentación crece. Aunque se logra conectar con la importancia de este trabajo y se le da un valor, por momentos suele hacerse extenso y resulta algo aburrido en las primeras escuchas.

Cargados de una sentimentalidad muy marcada, el segundo álbum de la banda británica de pop/rock hace de su escucha una experiencia relajada, pero que toca muy bien esa fibra de emoción. Siendo en ocasiones muy redundantes, hace que las canciones de vez en cuando entren en bucles de bajón y poca creatividad musical. Pero que no quita para nada lo bien ejecutado del producto, ya que la banda supo llegar a todas las listas de popularidad, así como a su vez, recolectar seguidores alrededor de todo el mundo. Rondando los 5 minutos, la mayoría de canciones se tornan largas, y hacen que la escucha no sea tan dinámica como se esperaría. Es a destacar como cada instrumento aporta con intensidad en la mayoría de canciones, y supieron darse su lugar dentro de la producción. Los integrantes del grupo cuentan que esa impronta cargada de sentimiento al momento de plasmar las instrumentaciones y componer las letras, fue fuertemente influida por la tragedia del 11S.

Álbum que ha marcado época, y se ha posicionado como uno de los mejores de la historia, de los más galardonados y populares. Decantándose por el pop y la música disco, es un álbum súper fácil de escuchar. Lo más alucinante de este trabajo, más allá de la interpretación de Michael, es la producción. Encargada por Quincey Jones, supo hacer que cada sonido encaje de forma justa y darle total identidad, algo muy difícil de lograr. Además de crear himnos que siguen sonando al día de la fecha, MJ, cautivó a todos con su talento, algo que en este álbum se ve en cada uno de sus temas.

Cuarto álbum de estudio del grupo neoyorkino, en el cual impresiona lo bien fusionado de los géneros que lo componen. Hip Hop Alt, Hardcore Punk, Jazz Funk, y otros tantos nombres que se les podría dar a la abarcativa fórmula que los Beasties usaron para este álbum que impactó en los 90's. Todo se construye sobre una raíz hiphopera bien clásica, pero con bases innovadoras y que se nota que está interpretada con instrumentos reales. Es interesante esa impronta que, aunque están haciendo vanguardia e innovando con muchísimas mezclas, las interpretaciones sean con músicos. A esto se le suma el turntablism que es un detalle increíble por lo bien usado que está, y por cómo suma al resultado. A la base hiphopera se le va sumando el resto: interludios rockeados, canciones punk, y hasta temas instrumentales con tintes jazzeros o percusión africana. A ese punto llega la catarata de sonidos que se usa en este trabajo tan bien cuidado y en el cual abundan los detalles. La producción estuvo a cargo del grupo + Mario Caldato Jr, un productor brasileño el cuál tuvo un trabajo increíble haciendo este álbum, el cuál suena de una forma increíblemente cuidada y con cada cosa en su lugar.

Quinto álbum de la banda que más triunfó uniendo la experiencia de rockear con la de experimentar. Son tan minuciosos a la hora de componer, que abruma del solo pensarlo. Encontrando siempre alternativas para que su sonido suene tal cual lo quieren, y rompiéndose la cabeza para que esté todo en su sitio. Es un trabajo quirúrgico. En éste álbum de rock experimental, el cuál mezcla muchos sonidos tanto del jazz como la electrónica, termina dando una experiencia grandilocuente y épica. Es muy satisfactoria la escucha, al tener tramos ambient que te transportan a otra dimensión, sin duda. Es atractiva la producción y cómo cada instrumento, que ciertamente, fue interpretado, grabado y producido de la forma más particular que se ocurra para que suene exactamente cómo lo pensaban los integrantes de la banda. Usando también samples, cintas de grabaciones antiguas, instrumentos poco convencionales, aprovecharon al máximo esa faceta, para así darnos un proyecto el cual su atractivo vaya por la música, cómo así, por su grabación tan particular.

Tercer álbum de la banda británica de hard rock, la cual alcanzó su popularidad masiva con este trabajo, e hizo del boom que representaba esta música en los 80s, su carrera completa. Mezclando el hard rock, con el heavy metal y el glam metal, hacen que cada sonido suene similar entre sí, las canciones en ocasiones pierdan su sentido, y hasta ni siquiera se pueda diferenciar sencillamente entre los tracks. Resulta aburrido y medio sin sentido este género que se presenta en bandas como esta, la cuál su música no se conoce para dónde va. No se distingue si quieren sonar potentes, o pomposos; y la creatividad a la hora de componer, tampoco es muy sobresaliente. Lo que es a destacar, es la gran virtud de los músicos, el cuál interpretan solos que te alucinan, y la virtud vocal de Joe Elliot, que deslumbra.

Muy buena forma de introducirse a esta banda. Mezclando rock, con tramos experimentales no puede evitar sonar algo beatlera, pero con su propia esencia. Será por las melodías y armonías vocales, por varias de las instrumentales, o por canciones que simplemente agradan a la escucha, que la banda logra cautivarte y a las pocas escuchas ya te hacen disfrutarlos de una forma ligera y espontánea. También se siente cómo por tramos la banda busca ambientes, los cuales logra encontrar y te hacen mantener atención a la escucha. Igualmente varias de las canciones también son demasiado simples en cuanto a su composición, y por ende, suele hacerse dispersa su escucha dificultando prestarle atención.

Siendo el tercer álbum que sacó la banda, es increíble lo rápido que llegaron a un pico tan alto de madurez compositiva y cómo cranearon un álbum que se ha convertido en un clásico y emblema del género. Embarcándose casi por completo en el thrash metal, hacen que éste género equipare mucho más. Dándole personalidad a cada sonido y con un reespaldo tanto de composición cómo de producción muy bien dado. Todas las canciones están justificadas y brillan por si solas. Las baladas suenan sublimes, los momentos de velocidad son frenéticos, cada instrumento destaca a su forma y cada integrante de la banda lo hace excepcional. Es el último álbum en el que participó el legendario bajista fundador de la banda: Cliff Burton. Debido a un trágico accidente que sufrió la banda, el cuál lo dejó como víctima fatal. Es un anhelo cada vez que se vuelve a este álbum y es increíble disfrutarlo como si fuera la primera escucha.

Álbum debut de Leonard Cohen, el cuál debutaba en el mundo de la música viniendo desde la literatura. Habiendo publicado dos novelas y cuatro libros de poemas cuando salió este álbum, se nota claramente el sello literario en cada una de sus canciones. Contando historias, y centrando la mayoría de la producción en su voz y el relato de las letras. La instrumentación, centrada en el folk, da más que nada un ambiente para el relato. Y cumple con su objetivo, que al no ser un objetivo muy ambicioso, podría haber sumado algo más a la mezcla sin la necesidad de opacar el centro, que es sin dudas, lo gran letrista que es Cohen. Suena medio vacío por momentos, y si no se le centra su total atención al contenido lírico, termina siendo algo aburrido y lento.

Abarcando varios subgéneros, el sexto álbum de The Black Keys es el que mejor ha sabido brillar de su discografía y así los ha puesto en el radar de los grandes discos de rock alternativo, y algo mainstream, pero que suenan genial y agradables para el gran público. Es destacable la inclusión de varios subgéneros dentro del rock. Muchas partes poperas, garage, rhythm and blues, hacen que se haga ameno su escucha y variada al oído. A su vez, bien incluídos están, algunos temas instrumentales. Está muy buena la interpretación vocal, y es admirable el cómo un dúo musical puede transmitir tanto. Y la invitación a escucharlo está muy a su favor, ya que tiene toda la facilidad para que agrade desde su primer escucha.

Embarcando un concepto muy original y abordándolo con mucha sutileza y desfachatez, el tercer album de The Who sorprende desde un primer momento. Haciéndolo sonar como si estuviéramos sintonizando una radio de los 60's, con sus respectivos anuncios, claramente parodiados al igual que la tapa, hacen que el concepto funcione bien y sirve como un punto cómico para los jóvenes integrantes de la banda. Suena como una banda de chicos los cuales buscaban hacer lo que les gustaba, música. Con una mezcla de algunos géneros, se sienten una mezcla rock-pop conceptual, y algo ligera, pero bien interpretada y bastante psicodélica. Llama la atención desde su primera escucha, por su concepto, tapa, contenido y por su gran mística. Es una buena opción para comenzar a escuchar a esta banda británica que forma un rol importante en la historia del rock.

Siendo el sexto álbum de Zep podemos decir que fue su proyecto más ambicioso hasta el momento, y posiblemente, de su carrera. Viéndose muy inmersos en su composición, tuvieron una suerte de juego en el cual iban improvisando y sumando sonidos nuevos a las canciones, nunca dejando de lado su estilo. Con temas que hacen alusión al blues, folk, progresión, y orquestación, hicieron una mezcla muy rica que hace de su escucha una amplia gama de géneros y la cual, por momentos, se hace densa de escuchar. La extensión del proyecto por momentos es algo que juega en contra. Cómo imponiendo un largo innecesario a las canciones, hacen que algunas se vayan más allá de los 8 minutos, haciéndolas algo repetitivas. Pero como podemos hablar de eso, también podemos hablar de lo bien que están usados los tiempos en composiciones como "Kashmir", que hacen de cada tramo, un momento sonoro increíble.

Es un sonido muy dulce al que te adentras escuchando este álbum. Estamos hablando del decimotercero de la carrera de Bobby Womack, y es una verdadera joya del soul y el r&b. Con toques disco, un groove que te mantendrá enganchado en todo momento, los instrumentos interpretado de forma magistral y la increíble interpretación vocal, que te dejará boquiabierto. Es alucinante la forma en la cual este artista te seduce desde la primera vez, como si fuese la décima escucha que le haces. Puede ser por lo atractivo que resulta este género, pero también le adjudico una cuota muy grande al artista, que sin duda entrega un producto de altísima calidad para el disfrute de todos. Este trabajo te deja fascinado y sin dudas que con ganas de seguir con la música de Bobby, así como a su vez, con ganas de volver constantemente a este álbum.

Siendo el segundo álbum, y su debut formando parte de una discográfica, este trabajo de Kendrick Lamar se puede considerar como su primer gran trabajo y su debut en la gran industria musical. Considerando al disco una historia de vida, vemos a "good kid, m.A.A.d city" como un retrato de lo que fue la adolescencia y vida de Kendrick, lidiando con pandillas, drogas y lo que se encontraba en su entorno en ese momento de su vida. En este álbum vamos a vernos absorbidos por las letras, las cuales van contando a modo de "cortometraje" (como bien se describe en la tapa del álbum) la historia de vida de Kendrick. A modo de catacumbas nos vamos hundiendo en la profundidad de beats y letras. Siendo los beats en un principio más trap superficial y terminando en canciones bien progresivas algo jazz, con una densidad más marcada. Pasa lo mismo con las letras, las cuales van de más livianas a más profundas. Poniendo en cuestionamiento varias situaciones, formas de vida y situaciones que pasan muchos jóvenes. Me parece interesante y alucinante la forma que tiene este gran rapero para transmitir y llegar con sus trabajos, superándose desde un primer momento y haciéndolo hasta el día de hoy. Sin dudas, la gran estrella del rap.

Este álbum se dio como una consecuencia de la idea de exportar la música india hacia el mundo, especialmente a los países occidentales, siendo Ravi Shankar un personaje principal en esto. Comenzando por el hecho de que fue el mentor de George Harrison con el sitar, instrumento que descubrió en su retiro con los Beatles al país oriental y el cual incluyó en algunos trabajos con la famosa banda británica. Eso ya es un adentramiento de Shankar en la cultura occidental, y con este trabajo, quiso romper aún más las barreras culturales. Siendo un álbum conformado casi en su totalidad por improvisaciones, y sonando solamente tres instrumentos, hacen que la atención se ponga casi en su totalidad a la maestría de la interpretación del sitar y cómo transmite tanto con su sonido. Incluye además explicaciones del mismo Ravi, las cuales hacen alusión a los elementos rítmicos y sonoros a los que va a hacer uso en cada una de las extensas canciones, y así dar cátedra de su excelente sonido. Su escucha termina siendo algo repetitiva, y en el caso en donde no puedas conectar de una forma directa con la interpretación y los momentos sonoros, no se hace muy disfrutable. Pero sí es una experiencia única.

Siendo el primer álbum de blues en vivo de la historia, Muddy Waters venía triunfando y siendo la cara del blues de Chicago desde hace un largo tiempo previo, y con este trabajo da a conocer su grandeza compositiva e interpretativa. En este concierto y sus grabaciones, expandió su popularidad mucho más allá de lo que ya estaba. Teniendo una voz única, y una banda bien típica de la época, lo que más se destaca es su destreza vocal y las composiciones, que a pesar de repetir sus canciones, no cansan ni se tornan repetitivas. Cabe destacar que gracias a este álbum y a Muddy en general, se pudo llegar a rockear de la forma en que la conocemos hoy en día, fue una referencia y un pionero, que llevó el concepto de rock un paso más, y lo hizo a su manera.

Siendo el cuarto álbum de la banda de Seattle, es el punto superlativo de su carrera. Hicieron un álbum alucinante en el cual cada tema es mejor que el anterior y en donde se mantiene en un nivel constante por lo bien que suena en todo momento. Los temas, sostenidos en el riff, se van construyendo progresivamente y armando verdaderos temazos de rock. Jugando con lo psicodélico, este álbum forma parte de la historia del grunge y del rock alternativo. Cada instrumento está muy bien interpretado y la voz de Chris Cornell, es historia pura del género. Sin dudas que es un álbum que quedó en la rutina de todos y marcó generaciones.

Viendo el transcurrir de la historia del rock, podemos analizar a esta banda y específicamente a este trabajo, como una antesala o una premonición de lo que iba a ser el hard rock de los 80's. Se posicionaron como esa banda la cual te da rock, ni más ni menos, solo rock. Y bien ejecutado. Es el tercer álbum de su carrera, y tiene todos los ingredientes para su escucha sea ligera, instantánea y recorra todos los puntos que tiene un álbum de classic rock: un blues, balada, y mucho riff y desenfreno. Es correcto y entretenido, sin ir mucho más allá y manteniéndose en las bases durante sus casi 40 minutos de duración.

Siendo una banda de unos pocos hits y con bastantes altibajos, Orange Juice supo llegar a las listas de éxitos en los 80's y cosechar éxito por su distintivo sonido el cuál abarcaba el post punk de una forma mucho más funk y bailable. Eso era algo que marcó diferencia con otras bandas y que hizo que trascendieran de solo unos pocos nichos. Originarios de Escocia y siendo su segundo álbum, fue el que los llevó hacia el más cercano éxito antes de su disolución en 1985. Si hay que adjudicarle a alguien este éxito, es a Edwin Collins, cantante principal y guitarrista de la banda que nunca bajó los brazos y mantuvo la agrupación ante la incesante cantidad de bajas que tuvieron a lo largo del tiempo que duraron activos. Los reemplazos de Malcom Ross en guitarra y Zeke Manyika en batería, le dieron una bocanada fresca a la banda, la cual aprovechó usando ideas de estos músicos en sus composiciones, las cuales aportaron dentro del disco. Es una escucha fresca y medianamente sencilla, la cual sirve para expandir las puertas del post punk y, abrir el abanico indie de ese momento, llegando a sonar frescos hasta el día de hoy.

Al abordaje del thrash metal de una forma directa y estremecedora, a este gran álbum, se le suma la gran incursión en otros géneros bien heavy como el post hardcore: con su frenética característica, el metal industrial: con el uso de samples que no salen de lo pesado y la variada instrumentación: con incursiones hasta en la percusión latina. Es el cuarto álbum de esta banda originaria de Brasil y que sorprende muy para bien. Las instrumentales, la interpretación, lo bien encajado que está todo y el nivel de talento musical es alucinante. Me parece un thrash muy equilibrado en cuanto a producción y a su vez muy frenético. El metal muchas veces se basa en los cambios de ritmos, en las distintas sensaciones que te va dando el transcurrir de los temas y el groove que te haga mover la cabeza. Todos estos son requisitos que el álbum cumple a la perfección y hacen de su escucha una experiencia increíble.

Siendo el segundo álbum de Elvis Costello, es el primero de la mano de su banda The Attractions. Nos presenta un pop recargado de energía, con elementos rockeros. Instrumentación distorcionada, sintetización, guitarras rítmicas, baterías cargadas y una voz que nunca desentona. Teniendo idas y venidas el pasar del álbum, cual marea, te va llevando sin ningún sobresalto. Todas las canciones tienen una continuidad genial entre sí. Con sus temas más soft y sus otros más recargados y movidos, hacen que sea entretenido en sus casi 40 minutos de duración. Es una joya histórica, ya que fue elegido cómo mejor álbum de su año de salida y ha quedado inmortalizado en las listas de mejores álbumes de la historia en su género.

Siendo el tercer álbum más vendido de todos los tiempos, estamos hablando de un peso pesado, no solo del género sinó de la historia de la música. Siendo el séptimo de la banda australiana, es un punch de rock cargado de buenos riffs, una producción equilibrada y unas ganas constantes de mover la cabeza al ritmo del groove. En el momento en que se escuchan las campanas iniciales de "Hells Bells" ya uno se adentra a lo que está por vivir. Y no es más que eso: un riff envolvente, con su introducción de cada instrumento y el cachetazo rockero que no decepciona, y es hermoso. Teniendo clásicos en todo su pasar, también hace que se disfrute desde lo acostumbrado que está el oído a escuchar esos temas, y al volver a ellos, apreciarlos en su totalidad de álbum es un ejercicio genial. Es a destacar también que es el primer álbum con la voz principal de Brian Johnson, luego del trágico fallecimiento de Bob Scott. Este luto de la banda se puede ver reflejado en la tapa del álbum. Y a mi punto de vista, no había mejor forma de homenajearlo que con tan buena música.

Surgiendo cómo una sátira hacia la propaganda soviética y como una crítica hacia el comportamiento humano de seguir las masas cual máquinas, el séptimo álbum de Kraftwerk abarca de lleno el synth pop y gran cantidad de electrónica. La banda logró que cuarenta y cinco años después, siga sonando vanguardista y moderno. El concepto es claro y también ha envejecido bien, la idea de que los hombres actúen como máquinas con actitudes hacia la sociedad, o cómo robots trabajando mecánicamente y sin discernir. A cuarenta años de su lanzamiento, la utopía a la que se hace referencia en el álbum se hace realidad cuando el tema "The Robots" es tocada por cuatro robots simulando a los integrantes de la banda y cumpliendo algo imposible para el año 1978. Haciendo énfasis en su sonido, tiene una producción muy cuidada por parte de la banda alemana. Poniendo cada sonido en su lugar y siendo bastante adictiva su escucha, hace que vayas introduciéndote un poco más cada vez que reproduzcas este increíble álbum.

Siendo el sexto álbum de la multitudinaria banda proveniente de Chicago, nos presenta una sabrosa mezcla de soul, con funk y disco. Pareciera que lo único que no quedaba en su lugar eran algunos tramos poco convencionales y haciendo que se perdiera el ritmo del disco. Aunque suela ir en contra de la corriente, en este trabajo creo que resultan mejor parados y más sólidos los temas más simples en comparación a los que tuvieron un esfuezo extra en su composición. Es cautivante la energía de los temas más movidos, que por ahí se pierde en las canciones más melódicas.

Siendo el primer álbum de estudio de la banda The Velvet Underground, quienes tuvieron la colaboración de la cantante alemana Nico, fue increíble el impacto que tuvieron y la instantaneidad de su éxito. Jugando al borde de lo "bien visto" y siendo vanguardia total en su lanzamiento, la banda hizo que desde la tapa, tuvieran controversia. Andy Warhol teniendo un rol importante en la realización del álbum, figurando como productor y siendo el creador de la tapa del álbum, fue como el mentor principal de la ideología que se ve en este proyecto. La totalidad de los temas fueron compuestos por Lou Reed, y se mete de lleno en la experimentación, la psicodelia y el rock/folk, todo esto se reduce a denominarlo: art rock. Las canciones más experimentales parecen sesiones de improvisación, y los temas más folk son en los que se ve reflejada la dulce voz de Nico. No es muy constante su escucha y suele tenderse aburrido en partes. La temática de varias de las letras del álbum son la liberación sexual, el consumo de drogas, el sadismo, masoquismo y la prostitución, algo totalmente nuevo y disruptor para la época. Es un trabajo histórico, ya que se ve como el puntapié inicial para muchos álbumes que vendrían en un futuro. Le abrió la puerta a miles de proyectos y se consolidó como uno de los álbumes más importantes de la historia de la música.

En el cuarto álbum de The Afghan Whigs logran mezclar el r&b y el soul, con todo lo que conllevan estos géneros tanto en lo musical como en sus letras, con el rock, con su característica pesadez e instrumental. Es interesante cómo a la impronta roquera se le unen arreglos orquestales, baladas delicadas y hasta un tema instrumental como outro del álbum. Tienen una banda muy balanceada en cuanto a groove, nivel compositivo, las canciones tienen un atractivo que se hace notar desde la primera escucha. Todo también se ve equilibrado con una voz líder muy acertada en todo momento. Al tener un cierre de álbum tan por lo bajo con los últimos dos tracks, da la sensación de que comienza con un arranque muy power que va cayendo con el transcurrir del álbum. Pero lo cierto esque es un álbum balanceado y muy correcto. Este balance hace que no se note muy atrevido en su pasar y sean más o menos todos los temas muy llanos entre si, haciendo de su escucha, algo aburrida.

Si hablamos de Blues, BB King debería ser uno de los mayores referentes de la historia, sinó el mayor. Y sí, cómo para no serlo, con su sublime manejo de la guitarra, que no deja de fluir y ahondar de una forma magnífica sobre los suaves ritmos tan característicos del género. Lo más maravilloso a mi parecer, creo que es el revuelo social que causaba su voz, los gritos eufóricos a los comienzos de las canciones, como la profundidad y rango vocal, son una cosa de no creer. El poder con el que afronta cada nota y cada melodía, te impacta desde la primer canción. Más allá de todo esto, el blues es un género al cual muchas veces le cuesta plantearse nuevas ideas, esto no saca mérito al talento musical planteado por King y su banda, pero que por ahí se hace un poco repetitivo, no lo niego tampoco.