En este disco de 1985 Kate Bush protesta reflexivamente sobre un mundo dominado por los hombres. Pop-rock alternativo, con incursiones en el music hall o en la música teatral y melodías en ocasiones abstractas y extravagantes, pero siempre muy emocionales. No es el disco que más me gusta de la cantautora británica, pero si tiene momentos brillantes, como "Suspended in Gaffa" o la vivaz "Get Out of My House".

Sam Cooke mostraba en vivo una de las mejores voces de todos los tiempos, especialmente indicada para el "soul" más cadencioso y melódico. Destacan los solos de saxo interpretadas por King Curtis en "Somebody Have Mercy". El disco acaba en alto con una épica y jubilosa "Having a Party".

A parte del tema que da título al disco, destacan los dos únicos temas en los que el grupo funciona como tal: "Carry On" y "Woodstock". El álbum, canto del cisne del grupo que apenas aguantó su grabación unido, es sin embargo de una solidez auténtica. Folk Rock de nivel.

Rock entusiástico en estado puro. La canción "My Generation" sonará siempre como himno rebelde y generacional. Extraordinaria también "The Kids Are Alright". Sin olvidar el sabor sesentero de "The Good's Gone". Imprescindible.

No es mi disco favorito de R.E.M., pero en él hay algunas canciones que siempre estarán en una selección del grupo de Athens. Por la fuerza de sus guitarras es el caso de "Orange Crush", o por el folk sensible también el de "The Wrong Child". Todo el disco suena a R.E.M. y apenas se nota su fichaje por una grande, pero también suena a una continuación (y menos brillante) de Document, su disco anterior.

El tema "Back at the Chicken Shack" que abre el disco me parece una de las cumbres en esta mezcla de funky, soul y jazz. Todo el disco es también un obra imprescindible para disfrutar del órgano como instrumento en la música popular.

El segundo disco de Queen avanza en el rock pomposo, casi histriónico, que caracteriza una buena parte de su trabajo. Destaca la canción que cierra el disco, "Seven Seas of Rhye", la más conocida de un álbum rico, oscuro y florido, en el que abunda la idea de "tormenta de ideas".

Hip-hop suave y melódico procedente de Francia. Me ha gustado especialmente "Á temps partiel", "La musique adoucit les moeurs" y "Bouge de là - Part 1".

En este tercer álbum de Radiohead casi desaparecen las guitarras y sobresalen las exquisitas y sutiles texturas sonoras que, sin embargo, no dejan de transmitir la sensación de que estamos ante un disco de rock, con trazos y herencias de la era progresiva, pero fundamentalmente experimental. Me gusta bastante "Exit Music (For a Film)" que transmite una cierta angustia calmada. Y por su puesto las más famosas: la brillante y sosegante "Subterranean Homesick Alien", la compleja y existencial "Paranoid Android" y la suplicante "Karma Police".

En el tercer álbum de Radiohead las guitarras pasan a un segundo plano para regalarnos una colección de paisajes y texturas sonoras que, sin embargo, suenan a auténtico rock. Eso sí, habría que añadirle la etiqueta de alternativo por lo innovador que fue en su momento. Me gusta el sosiego de "Exit Music (For a Film)" y, por supuesto, las canciones más aplaudidas: la compleja y angustiante "Paranoid Android", la brillante y sosegada "Subterranean Homesick Alien" y la inquietante y anhelante "Karma Police".

Después de haber ianugurado el folk-rock Dylan vuelve con "Blood on the Tracks" a la serenidad acústica, y lo hace con un álbum emocional y amargo que recoge el estado de ánimo del artista tras la ruptura de su matrimonio. Por momentos conmovedor y melancólico es quizás el disco más personal del genio de Duluth. A parte de la archifamosa "Tangled up in Blue", me gustan "Idiot Wind" y "Meet Me in the Morning", pero especialmente "Shelter from the Storm".

Aunque no soy muy fan del jazz hay dicos, como este, que trascienden los estilos y se vuelven imprescindibles para cualquier amante de la música sin etiquetas. Un disco suave, sosegado, con un ritmo constante sobre el que la música fluye con secillez. Se cuenta que Davis creó los acordes antes de la grabación y que luego la banda improvisó creando una obra maravillosa.

Canciones con aspiración espiritual y experimentales en las que The Incredible String Band utilizan instrumentos como el sitar, la mandolina, el calvicordio o la flauta de pan entre otros. En sus letras incorpora elementos culturales orientales procedente de la India. Podría decirse que todo el disco es un florido ejercicio de "hippismo" orientalizante mezclado con elementos clasicistas que sorprende pero, al menos en mi caso, no apasiona.

Gran debut de Daft Punk, con el que sientan las bases del funk-house, heredero de las primeras fusiones entre la música funk y la música disco, llevándolo al terreno de la electrónica. En el encontramos ya clásicos de la música dance como "Da Funk", el tema que personalmente más me gusta.

Formados a finales de los 60 BS&T comenzaron realizando el prototipo de música que triunfaría en el tránsito entre décadas, mezclando musicalmente elementos clásicos, jazz y rock. En este su segundo disco continúan ofreciendo una sobresaliente colaboración sonora entre instrumentos de viento y teclados. A destacar también la voz quebrada de David Clayton-Thomas. Me gustan especialmente "More and More", "Spinning Wheel" y "You've Made Me So Very Happy".

En "Hunky Dory Bowie renueva su visión de la música con su mirada caleidoscópica de autor. En este disco lo mismo encontramos música pop con aires clásicos neoyorquinos (extraordinaria la apertura del disco con "Changes") como canciones al más puro estilo folk ("Song for Bob Dylan"), inclasificables joyas entre le glam rock y el art pop ("Life on Mars?") o incluso coqueteos con la música dance ("Kooks"). Me gustan especialmente "Life on Mars?" (cómo no) y "Changes", pero no puedo dejar de citar "Andy Warhol", originalmente escrita para que la cantara Dana Gillespie, cuya versión, publicada dos años más tarde, me parece sublime.

El primer álbum de los Rolling sienta las bases de su inacabable producción posterior. Rock inspirado, mezclado, confundido, elevador por el blues y el R&B clásico en aquellos años en los que las influencias cruzaban el Atlántico en un acelerado viaje de ida y vuelta. Me gusta todo el álbum, pero si hay que escoger alguna canción, me quedo con su versión de "Route 66", por aquello del mito.

Con Marley en la cumbre creativa y unos Wailers soberbios, "Exodus" es quizás su disco más redondo, con un puñado de canciones impresindibles en cualquier repaso a la música del jamaicano. Es el caso de dos himnos repletos de sensibilidad humanista: la canción que da título al álbum y "One Love/People Get Ready" -una de las que más me gusta del disco-, o de "Jamming", "Three Little Birds" -otra de las que más me gusta- y "Turn Your Lights Down Low".

Jazz orquestal de altura. Para escuchar relajado y sin nada que perturbe tu atención si quieres disfrutarlo.

Liderado por el compositor y cantautor Mark Eitzel, el grupo American Music Club alcanzó con su tercer largo la madurez de un grupo que cultivó con maestría el pop-rock con influencias country y folk. Destaca el pedal steel en su primera canción, "Firefly", así como la brillante "Western Sky", el tema que más me gusta del álbum. En "Blue and Grey Shirt", las memorias de la muerte de un amigo a causa del sida, demuestra la profunda carga emocional que tienen algunas de las mejores composiciones de Eitzel.

Pop sintético envuelto en sonidos oscuros y fríos. En Fever Ray se funden los de cantautor y música electrónica creando un submundo musical comparable al de Björk pero casi siempre más accesible. Me gustan "When I Grow Up" y "Now's the Only Time I Know".

Janis Joplin con su grupo, los Big Brother & the Holding Company, en su máximo explendor. Editado el año siguiente a su explosión mundial en el Monterey Pop Festival de junio del 67, "Cheap Thrills" conserva el sonido que habían ejecutado sobre los escenarios y la intepretación pasional y emocionante de Joplin. Destacan el exitazo de "Piece of My Heart" y "Summertime", revisión en clave rockera de la canción de George Gershwin. También me gusta "Roadblock" con ese aire gospel. Blues Rock de alto voltaje con una de las voces más personales e inconfundibles de la historia del rock.

Con este luminoso disco de De La Soul el hip-hop amplió sus horizontes en formas y contenidos. En su paleta de sonidos coinciden pop, soul, disco e incluso country. Me gustan la optimista "Eye Know" y la sensual "Buddy".

Quizás el mejor disco del icono del rap LL Cool J, cumple con todos los requisitos de un álbum de rap. Destacan "The Boomin' System"; la balada rapera "Around the Way Girl"; y la contundente canción que da título al disco.

Siete años después de haber sido despedido de Metallica un desintoxicado Dave Mustaine afronta con la segunda formación de Megadeth un disco, "Rust in Peace", que será uno de los más vendidos por esta banda de trash metal. Sus composiciones son más progresivas y complejas, destacando la épica de "Hangar 18". También el primer tema del álbum, "Holy Wars... The Punishment Due", inspirado en el conflicto del Ulster.

Ella Fitzgerald grabó en 1959 una colección de 59 canciones compuestas por George e Ira Gershwin. Aquí se recogen 12 temas en los que se puede apreciar la extraordinaria voz de la cantante de jazz. Incluye canciones imprescindibles como "Oh, Lady Be Good", "'S Wonderful" y "The Man I Love".

Pop amable y fácil de escuchar. Incluye "Lovefool", uno de los temas más exitosos de The Cardigans.

Clásico del hard rock, "Billion Dollar Babies" no tiene desperdicio. Su éxito tuvo mucho que ver con la producción de Bob Ezrin, que supo dulcificar el sonido crudo y cortante de los primeros discos de Alice Cooper sin perder un ápice de fuerza y sin dejar el sendero del rock duro. Es difícil quedarse con una sola canción, desde la que da título al álbum hasta las menos conocidas como "Unfinished Sweet" (me gusta bastante a pesar, o gracias, a sus más de 6 minutos), la macabra "Sick Things" o "Generation Landslide", pasando por temazos como "No More Mr. Nice Guy" (única concesión al pop, pero con intención rockera), "Elected" o el inquietante cierre del álbum, la necrofílica "I Love the Dead", todas son dignas de más de una escucha.

Jacques Brel... ¿Qué más decir? La voz y la interpretación del cantante belga justifican la escucha de este disco en directo, aunque se eche de menos la inolvidable "Ne me quitte pas".

Maravillosa mezcla de brit-pop con neo-psicodelia y rock alternativo. El disco no puede empezar mejor con el rock épico de "Bitter Sweet Symphony", un himno que no puede faltar en ninguna colección de grandes canciones. Sigue con otro temazo, la balada "Sonnet" y sigue con la equilibradamente guitarrera "The Roling People". El resto, un puñado, largo, de canciones sólidas que no defraudan, hasta un final, "Come On" (descontando el añadido de "Deep Freeze" subtitulado como "pista oculta") que suena poderoso.

Todo un clásico el primer disco de Echo & the Bunnymen. Sonido post-punk ochentero para iniciar la década, con guitarras luminosas y una sección rítmica sobresaliente. Siempre se ha dicho, con razón, que se inspira en los Doors y la voz de Jim Morrison, además de tener ciertas influencias de la psicodelia. Destacaría los temas "Pride", "Cocodriles" y "Rescue".

Se suele etiquetar a Girls Against Boys como indie rock, pero, aun compartiendo algunas características con los grupos independientes de principios de los 90, mantienen su propia identidad con un sonido, personal, asombroso y potente. "Venus Luxure N.1 Baby" contiene sonidos y letras inquietantes, como las de "Go Be Delighted", canciones lentas y amenazantes como "Satin Down" y también temas más roqueros, como "Let Me Come Back" y "Bulletproof Cupid". Pero todo el disco se cobija bajo una bóveda sonora en la que se mezclan rabia y desasosiego con una leve pizca de angustia y ansiedad.

Con este disco Queen movió el hard rock a un nivel diferente en el que las canciones van navegando entre el metal, la musica pop, el rock progresivo y la música de salón británica, culminándolo todo con algo que resuena a las mejores piezas de la ópera rock en su tema más icónico, "Bohemian Rhapsody". Además quiero destacar el pop brillante de "You're My Best Friend", la dulzura de "'39" y la maravilla ... "Love Of My Life".

Un año después de debutar, Chic lanzaron este disco como todo un epítome de la música disco. No hay selección de música disco que no contenga canciones como "Le Freak" o "I Want Your Love". "C'est Chic" también contiene baladas como "At Last I Free", consiguiendo un equilibrio y una solidez que va más allá del éxito individual de un único tema. Además de las citadas canciones, me gustaría señalar "Happy Man" por el optimismo que irradia.

El impactante comienzo de este disco con la canción "Baba O'Realy", es toda una declaración de intenciones. "Who's Next" es quizás el disco en el que los Who consiguen su sonido más enfebrecido. La rabia y el desamor, o la sensación de desperdicio (teenage wasteland) de la adolescencia culminan con "Won't Get Folled Again", una de las cumbres compositivas de Townshend. No faltan baladas, como "The Song Is Over" o la mordaz "Behind Blue Eyes". También a destacar "Bargain" y "My Wife", con unas cautivadoras líneas de bajo a cargo de John Entwistle.

El country alternativo que Gillian Welch había cultivado en sus primeros discos explota aquí con una colección de temas acústicos a los que sólo les faltan los sonidos eléctricos para convertirse en canciones de rock. Algo que se evidencia en uno de los temas que más me gustan, "Elvis Presley Blues". Pero en cualquier caso el alma folk se impone en un disco íntimo de una belleza impactante, como ocurre con "My First Lover", un tema clásico y alterntivo al mismo tiempo a lomos del sonido del banjo. La canción que más me gusta es "Everything Is Free", un tema que muchos interpretan, creo que erróneamente, como una denuncia de las descargas gratuitas de música y que, creo, en realidad habla de la libertad de vivir sin necesidad de riquezas materiales.

Esta extensísima (80 minutos) colección de hip-hop, elevada por auténticos himnos soul, tiene un puñado de canciones que a mí, poco seguidor del estilo, me gustan y emocionan. Es el caso del arranque de "i" y "Momma", o del funk alternativo y subvertido de "The Blacker the Berry" ("Cuanto más negra es la baya, más dulce es el zumo").

Dennis Wilson traspasa la barreras estilísticas de los Beach Boys en un disco con contenido ácido y malhumorado, muy personal y alejado de las disquisiciones filosóficas de cantautores contemporáneos. Me gusta "Dreamer", rock clásico de los 70 influido por el R&B emergente de la época y la música funky. También la corta pero intensa "Friday Night" con un sonido que tiende a la épica, y "Time" y su arrebatador sonido final entre piano y trompeta.

A finales de los 60 Dusty Springfield era considerada la reina inglesa del soul. Este disco no hizo sino confirmarlo. Destacan los temas de apertura: "Just A Little Lovin'", "So Much Love" o "Son Of A Preacher Man", la canción que más me gusta del álbum. También a destacar "The Windmills Of Your Mind".

Con este disco grabado en directo Deep Purple consiguieron un hito en la historia de la musica heavy metal. Sus temas tiene aroma progresivo, y no sólo por su duración. En el disco sobresale el tema emblemático de la banda, "Smoke On the Water", pero le acompañan grandes canciones entre las que destacaría la apertura del disco, "Highway Star", la taciturna "Child In Time", "Strange Kind Of Woman" y la extentísima "Space Truckin'".

El primer disco de Arrested Development supuso un paso más en la evolución del rap. La apuesta de este colectivo de músicos por un rap alternativo, con bases sonoras inspiradas en el groove relajado sureño, el blues rural, la percusion africana, el funk y R&B melódico, era sin duda un gran avance. Sus mensajes positivos fueron mejor acogidos por el público del pop-rock, pero su llamada a la unidad de los negros, la igualdad y la fraternidad estaba muy lejos de las raíces contraculturales del estilo. Personalmente destacaría su homenaje a los "sin techo" en el tema "Mr. Wendal". También "Mama's Always On Stage", la bienintencionada "Give A Man A Fish", con su apelación al dicho "da un pez a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comera siempre", y la plegaria con tintes religiosos "Tenessee".

Red Snapper fueron pioneros en llevar los sintetizadores a terrenos donde nunca antes habían estado. Su fusión de la música electrónica con el hip-hop les puso a la vanguardia del estilo trip-hop con temas como "The Rake", a ritmo de beatbox-funk. En este disco la electrónica está trufada de dub, soul-jazz ("Bussing" o "Belladonna), música disco ("The Rough And The Quick"), big-beat e incluso hard rock.

"Raw Power" es el disco que reveló todo el potencial de un joven Iggy Pop, incluso siendo vocalista de un grupo que parecía estar en descomposición. Los cambios en los Stooges lejos de llevar a la banda al colapso, dieron con este disco uno de sus mejores tributos al rock duro. Difícil destacar alguna canción porque todas, incluso la melancólica "Gimme Danger", tienen una fuerza descomunal. La apocalíptica "Serch and Destroy" abre el disco y ya anuncia lo que vamos a encontrar: rock feroz, salvaje, intenso e inquietante en sus letras. Además de las dos citadas, me gustan especialmente "Penetration" y la canción que da título al disco.

Con su debut, The Killers mostraron al mundo que su música iba a un paso por delante del garage rock que, a principios del milenio, cultivaban tantas y tan olvidadas bandas en los Estados Unidos. Su sonido se decanta hacia el art-rock, con ciertos rasgos épicos e indudables influencias de la antigua new wave (El primer Depeche Mode y Duran Duran de forma evidente, también The Cure). El tema más exitoso de este disco, "Mr. Brightside" (más de 2.000 millones de reproducciones en spotify en febrero del 2024), rezuma encanto juvenil. Pero me gustaría desctacar sobre todo el tema que más me gusta del álbum: su primer sencillo, "Somebody Told Me", un relato con tintes andróginos en el que dan rienda suelta al misterio y al romanticismo que impregnará una buena parte de su obra y que en 2004 sedujo masivamente a los aficionados a la música rock. También me gustan "Change Your Mind" y "Midnight Show".

Todo el disco, desde el título, la portada y la temática del álbum parte de algo así como un chiste de "culo y polla". Unido a su sonido, se podría afirmar que se trata de un disco de rabia juvenil generacional. La música suena monónotona, casi rutinaria, así como el permanente recurso a la palabrota (En "Hot Dog" se oye más de 50 veces "f*cking up"). Eso sí, para mojigatos se publicó una versión sin blasfemias y palabras malsonantes, pero eso ya es otro disco.

Soul elegante y tranquilo que contiene algunas suaves incrustaciones de jazz, y todo impulsado por la voz ronca y potente de Bobby Womack. Me gusta la alegría de "So Many Sides of You", el tema que abre el disco, y el que lo ciera, "Where Do We Go From Here".

La música popular tiene una de sus cumbres en la primera canción de este disco. "Respect" lo tiene todo: ritmo, melodía, alma (soul) y contenido. Es quizás la más hermosa reivindicación de los femenino con impulso feminista. La canción que da título al álbum es otro temazo, pero en realidad todo el disco en su conjunto es una obra de arte. Merecen ser mencionadas las versiones de "Drown in My Own Tears" de Ray Charles y "Good Times" y "A Change Is Gonna Come" de Sam Cooke, porque no sólo están a la altura de las grabaciones originales, sino que Franklin les da una nueva vida con su propia alma. y por supuesto merecen ser citadas las canciones propias de la reina del soul: "Don't Let Me Lose This Dream", "Baby, Baby, Baby", "Save Me" y "Dr. Feelgood (Love Is a Serious Business)".

En este, su segundo álbum, The Verve avanzan por el camino psicodélico hacia el rock épico que llegará en sus trabajos posteriores. Tiene temas notables, como "Life's An Ocean", "On Your Own" o "So It Goes", temas que retoman el clásico tema del desencanto y la pérdida. Pero sobre todo destacaría la evocadora "History".

En "Third" prevalece el misterio aún cuando conserva señales de los dos primeros discos de Portishead: ritmos tenebrosos en bucle y voces que parecen surgir del lamento y la condena. Tras once años de silencio, cuando el trip-hop ha dejado de estar de moda, lanzan su tercer álbum y en él la melancolía ambiental crea inquietud pero también una cierta calidez sonora. Con "Silence" y "Hunter", los temas que abren el disco, recuerdan quienes eran Portishead pero también avisan de que ha pasado más de una década. "The Rip" es todo un monumento sonoro a la tristeza construido en torno a ecos de delicada música folk. Sin duda el tema que más me gusta. Además tenemos canciones discordantes, como "Deep Water", o temas llenos de tensión con influencias del antiguo krautrock, como "We Carry On" o "Machine Gun".

Cinco soldados estadounidenses destinados en Alemania forman un grupo de rock como válvula de escape, comienzan a tocar buena música beat pero sin nada especial, con influencias de R&B, y de pronto evolucionan hacia algo diferente a todo lo que se hacía en el pop en 1966. En su letras sobresalen gritos de rebeldía, con asuntos que van desde el desamor ("Te odio con pasión, nena") a otros más políticos y sociales ("¿Por qué matas a todos esos niños en Vietnam?"). "Black Monk Time", su primer y único álbum de estudio, no tiene una gran producción, su grabación es sencilla y carece de sus sonidos más enloquecidos, pero consigue concentrar su espíritu, esa mezcla de rabia y alegría lunática que surge de canciones como "Boys Are Boys and Girls Are Choice", "Oh, How To Do Now" o "We Do Wie Du". Fue su único álbum, un año después se disolvieron y dejaron esta colección de canciones sencillamente históricas.

Obra íntima de sentimientos desbordantes, "Tapestry" es uno de los discos de cantautores de mayor impacto en la historia de la música pop. Con aires del "Brill building" actualizados a los comienzos de los 70, canciones como "It's Too Late", "Beautiful" o "I Feel the Earth Move" evocan el pasado mirando hacia le futuro. Por otro lado, King, destacada compositora, aborda con maestría interpretativa en este disco éxitos escritos para otros artistas: "Will You Still Love Me Tomorrow" y "(You Make Me Feel Like) A Natural Woman" adquieren una sensibilidad diferente en su cálida voz. Quizás la canción más emotiva y evocadora para mí sea "You've Got a Friend", con una magnífica versión de James Taylor lanzada ese mismo año 1971.

El primer álbum del dúo es un ejercicio de electro-house con estilo propio, en el que se mezclan dance, tecno e incluso R&B de los 80. Las canciones instrumentales (a destacar "Genesis") tienen todas un aire siniestro y melancólico en contraste con los temas vocales que parecen creados para las pistas de baile. Es el caso de "DVNO", o de una de las pistas que más me gusta, "D.A.N.C.E". El disco cierra con dos temas también destacables, "Stress" y "Waters of Nazareth".

Reggae político con todas las esencias del estilo por parte de uno de los miembros fundadores de los Wailers. La canción que da título al álbum, "Legalize It", clama por la legalizacción del cannabis, en particular para uso médico, y protesta por la represión policial en la isla de Jamaica. En cuanto a "No Sympathy", compuesta por Tosh, había sido grabada seis años antes por Bob Marley & de Wailers. Precisamente con Marley canta la canción "Why Must I Cry", una de las que más me gustan del álbum.

Pocas veces un disco tiene una repercusión sociopolítica tan impactante como tuvo "Zombie" en 1976. A ritmo de música afro-beat Fela Kuti creó todo un himno contra el dominio de los militares, asociando a los soldados a la palabra "zombie", de manera que, siguiendo el sonido contagioso de la música, la gente empezaba a caminar como un zombie cada vez que se cruzaba con ellos por la calle. El régimen militar de Nigeria, tal y como podía esperarse, lo persiguió. Un grupo de soldados "desconocidos" atacó la comuna en la que vivía y su madre murió víctima de las heridas tras ser arrojada por una ventana. En este disco los ritmos africanos se cruzan en sentido contrario a la tradición con los procedentes de Norteamérica creando una fusión imprescindible de escuchar al menos una vez.

Acabada la efervescencia rebelde de los 60, con el cambio de década Grateful también evolucionaron, dejando atrás el rock desenfrenado para centrarse en un country-rock suave y reflexivo. "American Beauty" era su segundo álbum en esta nueva línea inspirada por las armonías vocales de sus colegas Crosby, Stills, Nash & Young. En él exploran con el bluegrass, la musica folk-rock y el country con toques psicodélicos. Destacan el himno de amor hippie "Sugar Magnolia", el tema conutry-folk "Friend of the Devil" y el tributo a la cultura nómada a ritmo de blues-rock con el que se cierra el disco, "Truckin'", y que fue el single de mayor éxito de la banda.

Habían pasado muy pocos años de la explosión del punk y sus influencias en The Fall son evidentes. Pero ya mediados los 80 el grupo mancuniano practica un rock experimental y alternativo con personalidad propia. Canciones como "Barmy", "What You Need" o la poderosa "Gut of the Quantifier" invitan a saltar en la pista de baile siguiendo el manual "stomper" animados por una mezcla hilarante de rabia y sátira. En este disco, además, consiguen con "L.A." y su primer experimento con la electrónica uno de sus grandes éxitos.

Uno de los mejores discos de jazz post seguda guerra mundial. El piano de Thelonious Monk sobresale sobre un extraordinario grupo de musicos. Sin ser un fanático del estilo, me gusta la canción que da título al disco y el único tema en solitario tocado por por Monk, "I Surrender, Dear".

Álbum conceptual sobre la conciencia resignada y el autodesprecio de un adicto a la heroína, "Dirt" es uno de los mejores discos de Alice in Chains, si no el mejor. En él se aprecia el origen sonoro de un grupo crecido entre las hordas grunge que, sin embargo, hunde sus raíces en el heavy metal y no en el punk, como sus coetáneos de Seattle. Entre un puñado de canciones sombrías y desesperanzadas sobresale el tema "Rooster", una historia de supervivencia.

Bajo el liderazgo vocal de J Mascis, Dinosaur Jr. nos ofreció en los 80 un poderoso rock alternativo con personalidad propia. "Bug" es el ejemplo perfecto de su ruidosa fusión de "hard rock" y ruidismo avanzado. Pero en él también sobresalen incursiones en el folk-rock, sobre todo en temas como "The Post" y "Keep the Glove", una de las que más me gustan del disco. No obstante, la canción que destaca sobre todas en el disco es la pegadiza "Freak Scene".

Con "Channel Orange" Ocean se mostró como uno de los mayores revitalizadores del R&B y se destacó como uno de los grandes compositores contemporáneos dentro del género. A pesar de su larga duración, destaca el tema "Pyramid". También la exuberante "Monks" o la brillante "Sweet Life", en la más firme tradición actualizada del R&B.

En su cuarto disco lo neoyorquinos siguen mezclando con acierto las rimas de su rap con una música poderosa en la que aparece el rock y, sobre todo, su actitud netamente punk. En el disco destaca una de sus canciones emblemáticas, "Sabotage". Pero también hay que tener en cuenta el tema que abre el disco a ritmo de groove, "Sure Shot", el rap intenso de "B-Boys Makin' With the Freak Freak", el funk rapero de "Root Down" y esa mezcla de rap con algo parecido a música folk de la mano del sonido de una flauta titulada, precisamente, "Flute Loop".

Este disco inauguró un estilo que, nacido del punk y la new wave, se caracterizaba por un frío latido metálico sombrío y furioso que pronto fue imitado hasta la saciedad por cientos de bandas posteriores. Su vigoroso primer tema, "Requiem", ya anuncia lo que va ir después: riffs de guitarra precisos y ritmos sincopados en canciones como "Wardance" que iban a influir también en generaciones posteriores de músicos hardcore. Incluso el tema "Te Wait" sería incluido años después en un álbum de Metallica. "Killing Joke" es todo un clásico de la música alternativa y underground.

"Birland", el tema que abre el disco, ejemplifica el jazz accesible y comercial que desde finales de los 70 practricó la banda neoyorquina. Aquí Weather Report deja atrás la improvisación desenfrenada y se arma de coloridos sintetizadores para crear un disco cuidadosamente planificado.

Country-folk de altura en la voz dulce y cristalina de Nanci Griffith destacando el tema que abre y da nombre al disco, "The Last of the True Believers", "el último de los verdaderos creyentes". También me gusta la irónica canción de amor "Looking for the Time (Workin' Girl)".

Emocional reinterpretación "desenchufada" de algunas de las intemporales canciones de Nirvana, junto a magníficas versiones de temas como "The Man Who Sold the World", de David Bowie, o "Where Did You Sleep Last Night", canción folk de autor desconocido y nacida de la tradición oral en los estados del sur norteamericano en el siglo XIX. Es difícil destacar alguna de las canciones de este disco en el que Nirvana aspira a parecerse a R.E.M. pero al mismo tiempo deja su particular impronta emocional. Si fuera necesario destacar algún tema más, a parte de los citados, serían "About a Girl" y "Polly".

En su tercer álbum Joan Armatrading deja atrás su inicial estilo folk sesentero para potenciar su sonido folk con elementos de rock, country e incluso algo parecido a música disco. Eso sí, en él sigue destacando la capacidad vocal de Armatrading, súmamente expresiva y encantadora."Down to Zero" y "Love and Affection" son los temas más famosos del disco, pero a mi me gusta especialmente "Join the Boys" y también destacaría "Like Fire".

En su segundo disco Amy Winehouse deja atrás cualquier trazo de jazz para dedicarse en cuerpo y alma al R&B. Es evidente la inspiración en los grupos de chicas de los 60 en canciones como "Tears Dry on Their Own". Pero las letras, como en su primer disco, hablan de las experiencias vitales de la propia Amy. Es difícil destacar canciones de un disco redondo como este, pero sin duda "Rehab" es todo un pelotazo, y también son muy buenas "Love Is a Losing Game" y "Back to Black".

Con apariencia de jazz, pero en realidad pop suave con ecos de la música soul y el country, el debut discográfico de Norah Jones fue toda una agradable sorpresa en 2002. Melodías y progresiones sencillas y elegantes con letras muy evocadoras. Me quedo con la canción que da título al disco, que no puede faltar en ninguna colección de música pop. También es aconsejable la versión del tema compuesto por J.D. Loudermilk, "Turn Me On".

La new wave estadounidense inicia con el álbum de debut de las Go-Go's la era del pop elegante, brillante y jovial al otro lado del Atlántico. El primer tema del disco, el bailable "Our Lips Are Sealed", ya fue un gran éxito como sencillo, y cabe destacar en la misma línea el exuberante "We Got the Beat", un chorro de optimismo efeverscente. Pop alegre y pegadizo que personalmente me gusta en especial en canciones como "Lust to Love o "How Much More".

El primer disco en solitario de Paul Simon tras la separación de Garfunkel abre con un sorprendente tema grabado en Jamaica, "Mother and Child Reunion", en el que se aventura con ritmos reggaes (un estilo musical en auge en aquel 1972) y sigue con los aires sudamericanos de "Duncan" (quizás con el recuerdo del gran éxito que tuvo el dúo con "El cóndor pasa"). El resto del disco son canciones sencillas, íntimas e incluso divertidas entre las que cabría destacar la exitosa "Me and Julio Down by the Schoolyard" o "Peace Like a River".

El pop grandilocuente con ciertas dosis de histrionismo que caracteriza los trabajos de Pulp alcanzan en "Different Class" altas cotas de calidad. Sus melodías aquí, impulsadas por sus abundantes sintetizadores, son pegadizas. Y las temáticas desarrollada por Jarvis Cocker giran en torno al sexo y la clase social. Destaca el que fue su gran éxito, "Common People", sobre una chica rica que se excita sexualmente viviendo en los barrios bajos. Pero contiene otro puñado de canciones que merecen más de una escucha, como la brillante "Disco 2000", la dolida balada "Underwear", "Monday Morning" o la sensual "I Spy". También me gusta la cuasi existencial y conmovedora "Something Changed", sobre las decisiones que cambian nuestro destino en la vida.

El directo de Cash en San Quentin sigue al que poco antes había realizado en Folsom Prison y no muestra al cantautor norteamericano en su faceta más cruda y salvaje. Baladas carcelarias y viejos éxitos de los que es difícil elegir uno por encima de otro. "A Boy Named Sue" suena descarnada, pero qué decir de "Wanted Man", canción con la que se inicia el disco y que ya anuncia lo que se va a escuchar. Magnífica versión de "I Walk the Line" o de su clásica "Folsom Prison Blues". Disco imperdible.

No soy muy fan del trash metal, pero cuando un disco suena bien, con la tradición del heavy metal detrás, consigue transmitir algo cercano a la emoción. "Among the Living sigue la biblia del estilo, con la rapidez como principal mandamiento. Destacaría "I am the Law", titulo inspirado en el comic de Juez Dredd, "Indians", sobre la dureza de la vida en las reservas indias, o "One World", sobre los peligros de una guerra nuclear. Pero no podemos dejar a un lado el tema que muchos consideran un clásico del estilo, "Caught in a Mosh". De lo mejor del disco.

Si pensamos en fusión de música funk y psicodelia indefectiblemente hemos de hablar de Sly & the Family Stone, y su álbum "Stand!" de 1969 es la culminación de su estilo musical. A todo lo dicho hay que añadir un innegable sentido de la canción pop y la presencia de temáticas sociales. La apertura del álbum, "Stand!", ya lo anuncia con su llamada a filas. También el reclamo de unidad contenido en "Every People". En ocasiones algunos temas suenan excesivamente improvisados hasta el punto de extraviarse en su camino. Es el caso de dos de las grandes canciones incluidas en el disco: "Don't Call Me Nigger, Whitey", "Sex Machine". Pero me quedo con la enardecedora "I Want to Take You Higher", un chorro de adrenalina que invita a mover los pies sin parar.

"Californication" supuso la resurrección en 1999 de Red Hot Chili Peppers tras un álbum para el olvido y la reincorporación al grupo de John Frusciante tras dejar atrás sus problemas con las drogas. Su música alternativa en la que van mezclando casi todo con funk es aquí extraordinaria... desde el punk-funk de "Around the World", "I Like Dirt" y "Parallel Universe", a los temas más pop como "Scar Tissue", "Otherside", "Easily" y "Purple Stain". Personalmente me gusta mucho la canción que da título al disco, "Californication", un compendio de todo lo bueno los RHCP que nos habla de lado oscuro de Hollywood como una metáfora del deterioro de la opulenta sociedad occidental.

El brit-pop está en el origen de todo lo que hace Shack, pero con un estilo propio, muy melódico y sencillo. En este sentido destacan los dos primeros temas del álbum, "Natalie's Party" y, especialmente, "Comedy". Más adelante, "Lend's Some Dough" es una alegre invitación al baile. Con destreza pop el álbum se va deslizando entre estupendas y sencillas armonías hacia un final en el que, para mí, destacan los ecos "beatles" de "I Want You" y "Since I Met You" con su sarcástico "sólo se vive dos veces".

El rock alternativo de Todd Rundgrend se transforma en una buena parte de este disco en art-rock flotando sobre un cierto aire post-psicodélico. Tras un arranque sorprendente con "International Feel", se suceden una serie de canciones cortas, de poco más de un minuto, donde reina un cierto caos sonoro, hasta llegar a otra de las canciones más apreciadas del álbum, "Zen Archer". El disco cierra con "Just One Victory", un himno en el que es hay que esforzar el oído para apreciar su conmovedora melodía. En "A Wizard, A True Star" reina la discordancia, convirtiéndolo en un disco que tiende a perturbar.

"It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back" es una de las cumbres del hip-hop. Su fusion de rap con free jazz, funk y rock es e plosiva. Con un sonido denso y feroz aborda temas netamente sociopolíticos. Difí il destacar una can ion, pero me quedo con "Show 'Em Watcha Got" y sobre todo "She Watch Channel Zero?!".

Exponente fundamental del punk-rock (o del pop-punk más enérgico, según quien lo catalogue) "Dookie" fue también mucho más que el primer gran éxito de Green Day. Contemporáneos al grunge, compartían con él la musica acelerada, la rabia generacional y la actitud irreverente puramente punk, pero con un sonido endulzado por sus armonías vocales y auténticos y sencillos ganchos pop. Destacan éxitos como "Longview", una oda al aburrimiento y al amor propio, el neurótico ejercicio cardiovascular punk rock "Basket Case" y, sobre todo, "When I Come Around", el tema que más me gusta. También destaca la explosiva "Burnout" anunciando lo que viene después desde la apertura del disco.

Antecedente del punk, el álbum homónimo de The Modern Lovers concentra la angustia juvenil en su rock & roll sin artificios mezclado con art-rock inspirado en la Velvet Underground. No en vano su origen son las maquetas que el grupo grabó con John Cale tres años antes. Destaca el primer tema del disco, el clásico "Roadrunner". Y me gustan "Old World", "Modern World", "She Cracked" y la emotiva "Someone I Care About". También el sarcasmo de "Pablo Picasso", donde la letra dice algo así como "A Pablo Picasso nunca le llamaron gilipollas... no como a ti".

Ya desde los dos primeros temas, "Honey" y "Find My Baby", Moby deja claro en "Play" que lo suyo es la música con base electrónica. Si en esos dos temas la entreteje con muestras vocales de blues y gospel, en el tercer tema, el muy conocido y uno de los que más me gustan, "Porcelain", adquiere el tono evocador y melancólico característico de su obra hasta entonces, y ya no lo abandona en el resto del álbum. "Why Does My Heart Feel so Bad" sigue su estela y consigue emocionar, mientras cabe destacar la incursión en la tendencia electrónica del momento, el big-beat, con "Bodyrock".

Puede que "Automatic for the People" sea la cumbre creativa de R.E.M., o puede que no, porque en su obra existen otras muchas joyas musicales. De lo que no cabe duda es de que en 1992 los de Athens consiguieron crear una obra maestra, con una mirada melancólica al paso del tiempo, la muerte y la pérdida, arropada por un sinfin de capas de exuberantes guitarras y brillantes teclados. Desde la apertura del disco con "Drive", pasando por "The Sidewinder Sleeps Tonite" o la magnífica "Everybody Hurts" el sonido épico de R.E.M. impulsa reflexiones serenas y existencialistas sobre la vida. Además de las citadas, me gustan "Nightswimming" y especialmente "Man On The Moon", uno de mis temas favoritos de R.E.M., con un contenido extrañamente contemporáneo al mirar con una mezcla de sarcasmo y misericordia las diversas teorías conspirativas en torno a Andy Kaufman, el alunizaje o la muerte de Elvis.

Sólo por el tema inicial, que da título al disco, "Sail Away" ya merece la pena. Una sarcástica canción, evocadora en lo musical, que como si fuera un canto de sirena que quisiera atraer a los navegantes/africanos mira con sarcasmo hacia el pasado exclavista norteamericano. En su ecléctico estilo, Newman regala potentes canciones de rock a medio tiempo, como "Last Night I Had a Dream" (con Ry Cooder a la guitarra slide) y la sensual "You Can Leave Your Hat On", que más tarde Joe Cocker, y una película, convertirían en éxito mundial. Pero sobre todo en "Sail Away" Randy Newman sigue entregando canciones pop acompañadas de una cuidada orquestación en las que lo mismo reflexiona con cinismo sobre los peligros de la fama inalcanzada y siempre perseguida ("Lonely at the Top"), que ofrece una amplia y divertida sátira política ("Political Science") o una de las más amargas canciones contra la religión ("God's Song (That's Why I Love Mankind)").

"Off the Wall" fue el disco que confirmó a Michael Jackson como una gran y talentosa estrella. Hasta entonces había dejado alguna pequeña muestra en solitario y, sobre todo, con sus hermanos, pero aupado por la magnífica producción de Quincy Jones, este disco brilla por todas partes. Imposible quedarse quieto al empezara escuchar el primer tema, "Don't Stop 'Til You Get Enough", todo un cañonazo para las pistas de baile que eleva la música disco a otro nivel. Le sigue la exhuberante balada "Rock with You", casi tan excitante como "She's Out of My Life". Son constantes las invitaciones a la pista de baile con temas como "Working Day and Night" y "Get on the Floor". Un disco en definitiva en el que Jackson alardea con alegría contagiosa de todo un abanico sonoro en el que lo mismo cabe la música disco, que el seductor funk, el pop más luminoso o incluso algo de rock suave.

Desde los años 60 el grupo coral sudafricano Ladysmith Black Mambazo había estado recuperando la espiritualidad de la música tradicional zulú (isicathamiya) cantando a capela. Cuando en 1986 Paul Simon grabó su afamado "Graceland" recibió algo más que la colaboración de alguno de sus músicos y decidió producirles el disco "Shaka Zulu" en el que cantan algunas canciones en inglés. Es el caso de "Hello My Baby", uno de sus temas más conocidos. El título del álbum hace referencia al jefe tribal zulú que a principios del siglo XIX dirigió la guerra contra el imperio británico.

Para muchos críticos y aficionados al jazz la aparición de Duke Ellington y su orquesta en Newport en 1956 es una de las mejores interpretaciones de la historia y supuso el regreso de Ellington a la cima de la fama. Destacó sobre manera el solo de tenor al saxofón de Paul Gonsalves en "Diminuendo in Blue". No obstante, la grabación que nos ha llegado no es la grabación en directo sino una mezcla en la que se incluyen fragmentos de la reconstrucción en estudio que realizó la banda al día siguiente. El famoso "Diminuendo" se había grabado en un micrófono equivocado y la única forma de arreglar aquel desaguisado era reinterpretando toda la "Suite del Festival", introduciendo falsos aplausos, introducciones y ruidos del público. Aún así, sigue siendo una grabación extraordinaria.

El directo de Van Morrison siempre ha sido uno de sus puntos fuertes. "It's Too Late to Stop Now" fue su primer álbum en vivo y para muchos críticos uno de los mejores directos de la historia del rock, editado además, sin ningún tipo de corrección o sobregrabación a posteriori. Difícil destacar un tema pues Morrison se encontraba en uno de sus mejores momentos e interpretó temas de su días con el grupo Them ("Here Comes the Night" y la excelsa versión de "Gloria"), canciones de artistas a los que Morrison debe mucho en su evolución musical como Ray Charles, ("I Believe to My Soul"), Sam Cooke ("Bring It On Home to Me") o Sonny Boy Williamson II ("Help Me" y "Take Your Hands Out of My Pocket"), y composiciones propias ("Warm Love", "Cyprus Avenue" o "Into the Mystic", cuya letra final da título al álbum). Su gran éxito "Brown Eyed Girl" no se incluyó hasta la reedición de 2008.

Neil Young decidió en 1979 editar un disco, "Rust Never Sleep", divido en dos partes: una acústica y otra eléctrica. Algunos temas fueron grabados durante la gira de Young en 1978 y el resultado es una audaz e imaginativa colección de canciones. El tema principal "My My, Hey Hey (Out of the Blue)" (incluyendo al final del disco su contraparte eléctrica, "Hey Hey, My My (Into the Black)", que es una de las canciones que más me gustan) describe con sarcasmo, no exento de tristeza, el mundo de la música y la industria del entretenimiento en general. En general todo el disco reflexiona sobre el paso del tiempo, lo inevitable del deterioro que esto lleva asociado y el reto de superarse en ese camino. Otras canciones a destacar en mi opinión son "Trasher" y la maravillosa "Powerfinger".

Cuando "Morrison Hotel" fue lanzado en 1970 no fue tan valorado como lo ha sido a posteriori. La banda había decidido innovar incorporando arreglos de trompa y cuerda y, sobre todo, regresar a los fundamentos del blues y el R&B, y la crítica contemporánea no se lo tomó muy bien. Así, el disco abre con un blues estridente titulado "Roadhouse Blues" que es uno de los temas intemporales de la banda. En "Morrison Hotel" permanecen trazas de la psicodelia característica del grupo, fundamentalmente en los cuatro temas compuesto por Jim Morrison, como "Waiting for the Sun" o uno de los que más me gustan, "Peace Frog", con ligeros toques de funky y una letra en la que Morrison habla de la "sangre en las calles" como metáfora de la agitación cívica que se vive entonces en los Estados Unidos. En el sinfín de matices sonoros del disco también encontramos blues-rock ("You Make Me Real"), e incluso algo de jazz y pop ("Ship of Fools"). Otro de los temas que más me gustan del disco es "Queen of the Highway", quizás porque es uno de los cortes más progresivos. Y por supuesto, también "Maggie McGill", concluyendo el disco como empezó, con un blues potente en el que los riffs slide en la guitarra de Krieger se enfrentan en un duelo de ida y vuelta con el órgano distorsionado de Densmore.

Para muchos críticos este disco de Davis es la ejemplificación perfecta de la fusión jazz-rock. Doble LP con seis cortes (7 en la edición CD) el álbum comienza con los 20 minutos de "Pharaoh's Dance", un tema que empieza simulando una larga "session jam" sostenida por la sinuante trompeta de Miles Davis mano a mano con la guitarra de McLaughlin y los teclados de Chick Corea y Joesy Zawinul, a pesar del minucioso trabajo de producción de Teo Macero empalmando con mimo varias jams y grabaciones parciales. En general es un disco que hoy en día sigue sonando vanguardista y misterioso. Personalmente me quedo con "John McLaughlin", quizás el tema más sencillo de todo el álbum, y "Miles runs the Voodoo Down".

Los sonidos country están debajo de casi todo lo que se escucha en este disco, aunque a veces cueste distinguirlo y siempre con algo que lo hace diferente y alternativo. En su segundo trabajo los Meat Puppets suenan eclécticos, con incursiones punkis y psicodélicas. Destacan los temas que Nirvana versionó en su famoso MTV Unplugged, especialmente "Plateau" y "Lake of Fire". Me gustan la instrumental "I'm A Mindless Idiot" y el groove tranquilo de "Aurora Borealis".

Rock alternativo en el que destaca la incorporación a la banda de una sección de vientos que dota a las canciones de un ruidoso aire festivo. Destacan los temas "Born In '69" y sobre todo "On a Rope". Siendo alternativo, no encuentro en el disco nada sorprendente o especialmente emocionante, quizás el último tema, "Burnt Alive", y no porque se acabe la escucha. Otro disco más de rock & roll hecho en los 90.

Decir que The Wall fue la obra cumbre de Pink Floyd bajo la inspiración de Roger Waters y David Gilmour podría parecer excesivo teniendo en cuenta la trilogía precedente (The Dark Side of the Moon, Whish You Where Here y Animals), así que nos quedaremos definiéndola como la culminación, la obra de madurez resplandeciente. Waters dotó al álbum de una inspiración autobiográfica que le llevó a narrar metafóricamente el ascenso y la caída de una estrella del rock, con imaginería de la II Guerra Mundial y referencias al supe liderazgo y sus desviaciones despóticas y fascistas. El personaje ficticio, Pink Floyd, se haya aislado tras un MURO psicológico que va creciendo según su vida se va descontrolando. Tras una bienvenida al oyente ("In the Flesh?"), comienzan los recuerdos, la muerte de su padre en la guerra y una infancia marcada por el autoritarismo ("Another Brick in the Wall, Pt. 1") y la sobreprotección maternal ("Mother"). En esta primera parte de construcción del MURO destaca "Young Lust", sobre la fascinación y el miedo ante el descubrimiento del sexo, y por supuesto "Another Brick in the Wall, Pt. 2", que fue lanzado como sencillo y es uno de los temas intemporales de Pink Floyd. La segunda parte del álbum (segundo disco físico) nos cuenta el éxito y la transformación del personaje en un fascista homófobo y racista ("In the Flesh"), con uno de los temas más poderosos del álbum (y uno de los que más me gustan, quizás influido por la secuencia de la película de Alan Parker), "Run Like Hell". Cuando el personaje se enjuicia y enfrenta a sí mismo ("The Trial") el muro se derrumba y culmina este magnífico álbum conceptual "fuera del muro".

El concepto de world music nació mucho después de este primer y homónimo disco de Miriam Makeba de 1960, pero en él ya se encuentra una leve mirada a la musica de otras latitudes aunque solo sea por las canciones cantadas en su lengua nativa sudafricana, el xhosa. Pero destacaría su versión del clásico "House of the Rising Sun" y todo el repertorio exótico acompañado de orquesta al más puro estilo Belafonte, al fin y al cabo su mentor.

Se suele citar a los New York Dolls como uno de los antecedentes o inspiraciones del punk. Su glam rock con incursiones en el hard rock es como una maravillosa y festiva desviación urbana del blues rock con reminiscencias de los Rollling. El disco comienza con un clásico del rock, "Personality Crisis", y continúa con otra estupenda canción plena de fuerza, "Looking for A Kiss". Con "Lonely Planet Boy" bajan los decibelios y suenan íntimos y sensibles. Además del primer tema, me gustan especialmente "Trash" y "Jet Boy", pero todo el álbum justifica que éste sea considerado como uno de los mejores discos de debut del rock.

Grabación en directo de esta magnífica cantante de jazz en su mejor momento. Se trata de un conjunto de canciones y baladas nocturnas entre las que destacan las alegres "Thou Swell" y "Honeysuckle Rose", así como la melancólica "Willow Weep for Me". Todos el álbum suena relajado y emotivamente contenido.

En los años 90, bajo la etiqueta indie, hubo una serie de grupos que intentaron renovar el power pop con la explosión del rock alternativo y el grunge en el ambiente. Es el caso de los Dady Warhols. En este, su segundo disco y el primero grabado con un gran sello, lo consiguen a medias. Con un sonido algo novedoso para su época, consiguen crear algunas canciones pegadizas, con abundancia de capas sonoras que se retroalimentan, como "Boys Better" o "Minnesoter". Destacaría el tema más famoso, "Not If You Were The Last Junkie On Earth", y me gustan especialmente "Every Day Should Be A Holiday" y el sonido épico de "Good Morning".

En Gene Clark se dan la mano la música country y el pop-rock más tradicional. No en vano Clark fue uno de los integrantes de los míticos Byrds hasta 1966. En este disco entrega un puñado de canciones emocionalmente intensas como corresponde a un buen cantautor. El primer tema del disco, "The Virgin" es ya toda una declaración de intenciones: simplicidad compositiva, melodías que mantienen un eco (más o menos lejano según el tema) de la música country, y letras de gran contenido poético. En la canción "White Light" que da título al disco lo country es evidente, mientras en canciones como "Because Of You" sobrevuela una melodía que es eminentemente pop/rock. También destacaría "For a Spanish Guitar", y "With Tomorrow". Y me gusta mucho la versión que hace de "Tears of Rage", de Bob Dylan, y su mirada resignada a un presente descorazonador y un futuro incierto.

"Music in Exile" no podía ser un título más apropiado para un disco de los Songhoy Blues. Integrantes de la tribu songhoy, los componentes del grupo tuvieron que huir cuando en 2012 el norte de su país, Mali, cayó en manos de Ansar Dire. Con su sonido del desierto entregan una maravillosa mezcla de rock 'n' roll americano tradicional, blues y melodías tradicionales songhoy. Lo que tambien es, en la más pura tradición del rock, expresión de identidad, compromiso y protesta. Difícil destacar un tema sobre los demás, pero citaré la primera canción, "Soubou", el épico arranque de "Al Hassidi Terei" y la muy rockera "Nick".

Siendo aún adolescente Fiona Apple debutó con este álbum dando a conocer una voz rica en matices para alguien de su edad, así como un considerable talento al piano, con un estilo sofisticado y jazzístico. Canciones íntimas propias de una cantautora que, sin embargo, adolece en el ámbito compositivo de cierta bisochez. De todas formas, encontramos grandes temas como la inquietante "Shadowboxer" y "Sullen Girl".

Tras su primera crisis de identidad U2 se reinventan en este disco de 1991 cambiando sonido y estilo, algo que ya se puede apreciar desde las guitarras distorsionadas del primer tema "Zoo Station". De alguna forma dejan a un lado la admiración por los sonidos americanos de Rattle and Hum y apuestan por una música más europea y posmoderna, con influencias desde el Bowie berlinés hasta las rave neopsicodélicas de los 90. Ritmos de baile y guitarras muy producidas dan grandes canciones como "Even Better Than The Real Thing". Los contenidos son más íntimos y personales, como en la explendida "One", uno de mis temas favoritos de los irlandeses. Todo el álbum es extraordinario, pero destacaría también "Until the End od the World", la extraña "The Fly", la psicodélica "Mysterious Ways" y el último e intimista tema "Love Is Blindness".

Jazz instrumental con preminencia del piano de Evans dentro del trío. Personalmente me parece una música fría que me transmite poco, aunque para los críticos de jazz se trata de una gran obra en la que la improvisación alcanza grandes cotas de calidad.

Con "The Chronic", primera grabación en solitario de Dr. Dre, el sonido del rap californiano cambió por completo. La elegancia de un sonido producido cuidadosamente dio lugar al llamado G-funk y llevó al rap a las listas de éxitos pop, en gran medida impulsado por la característica voz de Snoop Doggy Dogg. Música festiva heredera del funk y el soul de los 70. Estamos ante uno de los mejores y más influyentes álbumes de hip-hop.

Liderados por Gram Parsons, los Flying Burrito Brothers consolidaron el country-rock con este, su primer disco. Y aunque apenas despuntara en las listas populares influyó notablemente en grupos como los Eagles. Me gustan especialmente las versiones de "Dark End of the Street" y "Do Right Woman". Y destacan las composiciones de Parsons "Hot Burrito No. 1" y "Hot Burrito No. 2".

El sonido "cool jazz" tiene su origen en las tres sesiones recogidas en este álbum. Los arreglos de big band acompañan la trompeta inigualable de Miles Davis en una cadencia aparentemente sencilla, incluso en sus momentos más complicados. Piezas íntimas, relajantes y elegantes que definen este jazz de la costa oeste. Una escucha placentera y muy aconsejable.

Puede que este no sea el mejor álbum de los Beatles, pero sin duda es uno de los más importantes para la historia de la música popular, abriendo la puerta de la experimentación a todo aquel que quisiera atravesarla. En él fusionan sus experiencias previas en ámbitos tan dispares como la psicodelia, el clasicismo o el rock & roll. Qué decir que no se haya dicho ya de temas intemporales como "With a Little Help from My Friends", el clásico de la psicodelia británica "Lucy In The Sky with Diamonds" o el cierre del disco, "A Day In The Life"... Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band es uno de esos discos que no pueden faltar en los estantes de todo melómano.

La neozelandesa crece con su segundo álbum dejando atrás la rebeldía adolescente en lo temático y añadiendo, de la mano de Antonoff y Bleachers, una cierto brillo a través de sintetizadores retro. Eso sí, Lorde conserva el halo melancólico en casi todas las canciones, pero con algunos contrastes. Así abre el álbum con un añadido de alegría en "Green Light" que contrasta con la tristeza cruda que destila "Liability". Además del citado arranque del disco, me gustan las luminosas "Homemade Dynamite" y "Supercut".

En este disco de 1985 Kate Bush protesta reflexivamente sobre un mundo dominado por los hombres. Pop-rock alternativo, con incursiones en el music hall o en la música teatral y melodías en ocasiones abstractas y extravagantes, pero siempre muy emocionales. No es el disco que más me gusta de la cantautora británica, pero si tiene momentos brillantes, como "Suspended in Gaffa" o la vivaz "Get Out of My House".

La temática chico skater conoce a chica skater dio lugar a una variante del estilo que se dio en llamar skate-rap y que tiene en el sencillo principal extraído de este disco, "Kick, Push" uno de sus clásicos. Entre las canciones también destacan "He Say She Say" y "Hurt Me Soul". Pero sobre todo brilla una cuidada y brillante producción en línea con la que se realizaba en los mejores discos de principios de los 90, trasladada una década después.

Primer disco de un, entonces 1999, polémico y demonizado Eminem. Seguramente algo tenía que ver la aparente facilidad con la que encadenaba sátiras, mentiras, verdades incómodas y reflexiones hirientes aderezadas con vigor y veneno. Parodia y realidad se confunden en las letras de The Slim Shady LP y alcanzan un punto culminante en el perturbador tema "97 Bonnie and Clyde", en el que se imagina matando a su mujer y deshaciéndose del cadáver con su hija pequeña en brazos. Horror y humor negro en un fraseo perfectamente calculado que lo hace más provocador, si cabe. Caben destacar "My Name Is", "Guilty Conscience", "Role Model" y "Just Don't Give A Fuck".

Butthole Surfers fueron rechazados durante años por la prensa musical, considerado como el más retorcido y depravado de los grupos surgidos en el underground estadounidense. En este disco dieron rienda suelta a toda su experimentación con un rock alternativo en el que se mezclan de manera caótica la vanguardia punk, el emergente grunge, el hardcore y la psicodelia. Destaca el tema con el que abren el disco, "Sweat Loaf" (una parodia de Black Sabbath y su "Sweet Leaf") a ritmo de "sludge metal" pesado. También momentos de la muy psicodélica "Human Cannonball". Y en "22 Going On 23" abordan directamente la posición de una mujer frente a una agresión sexual. Locust Abortion Technician es un disco pesado y difícil en el que abunda el "ruido" en forma de arte alternativo.

A mediados de los 90 Elastica renovó el sonido new wave y el punk rock añadiéndoles una sensibilidad más pop. Los ganchos melódicos de su gran éxito, "Connection, evidencian esa intención. También el sonido universal de la muy punki "Waking Up". La sexualidad de su cantante, Justine Frischmann, es sólo un añadido extra en canciones como "Car Song" (en la que consigue que el sexo en un coche suene sexy de verdad), "Stutter" (en la que despotrica sobre la impotencia de su novio), "Line Up" (en la que clama contra las groupies) o "Vaseline" (en la que el título ya lo dice todo). Todo el disco suena compacto, con riffs de guitarra cortantes, melodías que recuerdan al mejor Blondie, y la dureza punk en su justa medida.

El álbum de debut Pink Floyd es la culminación de la psicodelia británica. Canciones pegadizas y melódicas inspiradas en el acid pop fruto de la mente creativa de un Syd Barrett todavía centrado en la música y largas composiciones experimentales que evidencian la maestría interpretativa del grupo. El uso de la metáfora del viaje espacial como una experiencia alucinógena es evidente en temas como "Astronomy Domine" o "Interstellar Overdrive", primeras incursiones en lo que más tarde se denominará "space rock". En todo el disco contrastan las letras y melodías humorísticas y juguetonas de Barrett con las inquietantes disonancias y efectos sonoros que trasladan una sensación casi constante de caos. Para mi gusto uno de los mejores exponentes en este sentido, y gran tema, es "Pow R. Toc. H". En The Piper at the Gates of Dawn se vive la ampliación de los límites de la percepción frente a la amenaza del desorden mental y la locura como una premonición de la crisis posterior de Barrett. Se trata de uno de los mejores discos psicodélicos de todos los tiempos.

El jazz-rock sofisticado tiene en este disco una de sus cumbres. Texturas sonoras impolutas y medidas, repletas de melodías y solos de jazz que se mezclan perfectamente con exuberantes fondos instrumentales con una ausencia deliberada de música rock. Destacan el pop brillante de "Peg" y los toques blusísticos de "Deacon Blues".

Aquejado por problemas mentales, Syd Barrett había dejado Pink Floyd dos años antes después de haber dejado dos discos que definirían la psicodelia británica en adelante. En 1970 grabó en solitario este disco con la ayuda de sus antiguos compañeros de banda, Waters y Gilmour, y de un amigo, Malcom Jones, director a la sazón de Harvest Records. El sonido parece una continuación de los discos psicodélicos de su antiguo grupo, pero adolece de incoherencia y el atractivo creativo de aquellos álbumes inspirados por el propio Barrett. En The Madcap Laughs importan más las letras, nacidas de una conciencia atormentada, que el nada innovador sonido. Así ocurre con "Terrapin", el hipnótico tema que abre el disco. También hay espacio a la alegría, como la brillante "Love You", con un piano a lo music hall que cubre una letra inane y sin sentido. Mucho mejor en esta línea es "Here I Go", una canción en la que aceleraciones y frenazos en el ritmo confieren a la canción un halo inquietante. Totalmente en solitario encontramos uno de los mejores temas del disco, "Dark Globe", un espeluznante retrato en primera persona de la esquizofrenia que sufría el autor. Y resaltar una canción sencillamente preciosa, "Golden Hair", adaptación de un poema de James Joyce.

La crítica lo sigue calificando como uno de los mejores álbums de jazz grabados en estudio. Para mi gusto, poco habituado a la música jazz, los siete minutos del segundo corte, "Resolution", tienen una belleza turbulenta que hacen que me guste. El primer corte, "Acknowledgement" termina con Coltrane cantando y dotando al fragmento de una aura de miesterio. El disco acaba con "Psalm", un título que revela la ambición casi mística de Coltrane.

La polémica decisión de saltarse el boicot a Suráfrica supuso para Paul Simon un sinfín de críticas que, con el paso del tiempo y viendo lo ocurrido después, se han demostrado tan injustas como inútiles. La colaboración de Simon con músicos surafricanos inspira la gran parte de un disco rompedor en el que se fusionan el rock y los sonidos nativos de una forma extraordinaria. Además del tema que da título al disco, destaca la colaboración con The Gaza Sisters y General M. D. Shirinda, "I Know What I Know", "Homeless", interpretada junto al grupo Ladysmith Black Mambazo, «Diamonds on the Soles of Her Shoes» compuesta conjuntamente con Joseph Shabalala (uno de los temas que más me gustan) y, por supuesto, el primer sencillo que se extrajo del disco: "You Can Call Me Al".

Con su segundo disco Adele se confirmó, a los 21 años, como una gran cantante y compositora. Su primer disco, titulado "19", ya mostraba su maravillosa capacidad vocal y contenía estupendas canciones soul agridulces y románticas, con ligeras incorporaciones de música folk. En "21" va un paso más allá y se convierte en una estrella del "blues pop" típicamente británico. Amor y desamor a raudales en un disco que abre a todo trapo con un himno gospel intemporal, "Rolling in the Deep". Con el listón tan alto el resto del disco parece desfallecer, pero nada más lejos de la realidad: la blusera "Rumor Has It" o el soul clásico de "He Won't Go" te capturan y lo desmienten. En todo "21" abunda el recuerdo y la añoranza por el amor perdido, convirtiendo a "Take It All" en todo un clásico del desamor. Personalmente me quedo, además del arranque del álbum, con la poderosa balada pop "Set Fire to the Rain" y la muy emotiva, "Someone Like You", sobre un antiguo novio del que la cantante no se ha olvidado aunque ahora esté casado.

El rock indie británco tiene en Klaxons un exponente que navega entre algo parecido a un nuevo sonido Manchester y el dance-punk. Algo evidente en el tema más bailable de este disco, "Atlantis to Interzone", con el que se acercan notablemente a un sonido rave renovado (cuyas características permanecen en temas menos interesantes como "Magick" y "Four Horsemen of 2012"). Pero es solo un chispazo y ya en la siguiente canción, "Golden Skans", transitan hacia un pop enérgico con indudables ganchos melódicos. Estilísticamente Myths of the Near Future mantiene un menú variado, con influencias de Wire o Gary Numan en canciones como "Isle of Her" y "Forgotten Works", impulsadas por voces corales y un cierto tono de frialdad. También brillantes melodías pop como "As Above, So Below" y "Gravity's Rainbow" o luminosas baladas como "It's Not Over Yet". Personalmente me gusta el tema que abre el disco "Two Receivers" que, de alguna forma, es un compendio de todo lo demás.

Inigualable, Bat Out of Hell es pop grandioso, rock épico, alarde operístico, contenido gótico e incluso ridículo en su sobredimensión de la pasión adolescente. Y todo interpretado por un personaje, Meat Loaf, afectado por una inacabable grandilocuencia. Algo que no le impide conectar emocionalmente con el núcleo de cada canción y así dotar de verdadera angustia al tema "Two out of Three Ain't Bad" o de humor burlón a "Paradise by the Dashboard Light". Estilísticamente enlaza con el musical Rocky Horror Picture Show, película en la que participó y empujó a Meat Loaf al éxito nacional. A parte de los temas citados, me gusta el tema que abre y da título al disco: "Bat Out of Hell".

Tras dos estupendos discos progresivos, Supertramp encontró su sonido y su personalidad en este tercer y magnífico álbum. No desaparece totalmente la influencia de Pink Folyd en muchos de sus sofisticados pasajes de art rock como se puede apreciar en el brillante primer track del disco, "School", impulsado por un magnífico piano y el omnipresente toque de saxo. Pero sus letras son menos sofisticadas y recurren habitualmente a las bromas y la mordacidad ("Bloody Well Right", con guitarras que dan un aire rockero a la canción y el saxo, siempre el saxo de John Helliwell). Crime of the Century contiene una de las canciones bandera del grupo, "Dreamer", en la que su mezcla con el sonido más pop es imperial y en la que se dejan llevar por una línea más emocional. Todo el disco mantiene la atmósfera sónica que caracterizará en adelante a Supertramp: art rock suave con magníficas melodías que funcionan como ganchos pop dentro de un discurso progresivo ("Hide In Your Shell" o la propia "Crime of the Century").

Estamos ante uno de los mejores discos de la historia del rock. Es un álbum de los Beatles, pero en muchos sentidos tiene algo diferente a los demás trabajos de los británicos. Superadas las innovaciones alternativas del Sgt. Pepper, Abbey Road es un álbum de rock redondo que influyó sobremanera en la música popular de los setenta. Comienza el disco con un sensual boogie, "Come Together", compuesto por Lennon, al que también se debe "Because", la mejor demostración de las armonías del grupo. Harrison entrega una bella balada de amor, "Something", así como la jovial "Here Comes de Sun". Además de las citadas, me gusta especialmente "I Want You (She's So Heavy)" y entre las menos aclamadas me gusta mucho "You Never Give Me Your Money", "Carry That Weight" y la extrañamente bella "Octupus's Garden", compuesta y cantada por Ringo.

Sonido etéreo y minimalista nacido de la brillantez compositiva de Brian Eno. Aunque en el disco encontramos alguna canción pop (como "St. Elmo's Fire", "I'll Come Running" o "Golden Hours") la gran mayoría del disco entrega una música "ambient" en la que destacan melodías y ritmos muy atractivos. Es el caso de uno de los temas que siempre me han gustado más de Eno, "The Big Ship". No soy muy fan de la música "ambient", pero en este disco Eno me captura a través de de su manejo de las melodías. Descatacaría también "Becalmed", cuyo ritmo hace honor a su título, y la canción que da título al álbum.

Una sola canción de su álbum de debut (The Creep) abrió grandes expectativas sobre Radiohead y en su segundo largo, The Bend, las confirmaron sobradamente con un sonido épico y contundente que, sin embargo, está permanentemente acunado en una música texturizada. Thom Yorke mantiene letras introspectivas, a veces melancólicas y de alto voltaje intelectual, en las que permanente sobrevuela la angustia juvenil e incluso la desesperación. Con este disco, en el que destacan canciones como "The Bends", "High and Dry" (una de las que más me gustan del disco aunque el grupo haya renegado de ella), "Fake Pastic Trees" (sobre la hipocresía y el desgaste de mantener una imagen perfecta), "(Nice Dream)" (sobre la necesidad de pertenencia, de ser aceptado por quienes nos rodean y dar un sentido a tu vida) o "Just" (un temazo sobre la responsabilidad de las decisiones que uno toma que son las que realmente nos dan forma), Radiohead da un vuelta de tuerca y reimpulsa el 'anthemic rock' (rock emblemático o de himnos). Especial mención me merece la canción que cierra el álbum, "Street Spirit (Fade Out)", un toque de esperanza ante un mundo oscuro y complejo, impulsado por las voces corales y el verso repetido "sumerge tu alma en el amor".

Este primer disco de los Stooges sonó en 1969 como no lo había hecho ningún álbum de ninguna banda hasta entonces (incluyendo sus influencias: los Stones, los Troggs o la Velvet Underground). Quizás por eso muchos críticos lo han definido como el eslabón entre el rock duro y el punk (muchos lo encasillan en el género "proto-punk"). Pero, para mi gusto, es un rotundo álbum de rock en el que unos jóvenes, poco conocidos entonces, dan rienda suelta a la furia y la rebeldía juvenil con una arrogancia y un desparpajo antológicos, riffs de guitarra brutales y melodías machaconas. El resultado son algunos de los clásicos del rock de todos los tiempos, de los que me gusta especialmente "1969". Pero qué decir de "I Wanna Be Your Dog", "Real Cool Time" o "No Fun". Canciones que sonaban adelantadas a su tiempo, y que hoy siguen sonando intemporales.

Música tecno experimental, comienza el disco con mucho "breakbeat" a medio tiempo con las dos partes del tema "Bubble and Slide" señalando la dirección que va a tomar el álbum. Abundan las secciones de música "ambient" y minimalista. Para mi gusto destacaría "Wilmot", "Tow Truck" y, si acaso, la que da nombre y cierra el álbum. En mi opinión, en este disco encontramos demasiada extravagancia sonora sin sentido junto a unos pocos pasajes rítmicos estupendos.

Aunque fue un desastre comercial, con el paso del tiempo Hearts and Bones se ha convertido en una de las grabaciones más valoradas de Paul Simon. En sus canciones aborda una mirada al mundo y al amor desde la madurez cuando cumplía los 42 años. Tras una notable apertura con "Allergies", pura ironía sobre el amor y el deterioro físico, sigue la canción que da título al disco en la que nos habla de su relación con la actriz Carrie Fisher en el muy personal estilo del compositor. Además de estos dos temas, me gusta bastante su reflexión sobre la creación de mitos en la música popular en "The Late Great Johnny Ace", así como la brillante "Think Too Much (A)". Musicalmente Heart and Bones es un auténtico disco de Paul Simon, en el que experimenta con algunos sonidos contemporáneos, partiendo del jazz fusión y regresando a sus antiguas querencias por el doo wop y el rock & roll.

Tras el éxito de The Fugees, Lauryn Hill inició su carrera en solitario de manera espectacular con este disco que concedió al hip-hop una autopista hacia el mundo pop a lomos del R&B más suave. Una colección de canciones, en las que la artista vuelca su pensamiento personal y político. Una de las más destacadas es la sensual "Doo Wop (That Thing)", en la que aborda el juego sexual desde la mirada de los dos amantes. También "Superstar", en la que critica a los músicos que dan más importancia al éxito que a la buena música. Y personalmente me gustan "Final Hour" ('puedes tener dinero, puedes tener poder / pero mantén la vista en la hora final') y sus colaboraciones con Mary J. Blidge ("I Used to Love Him") y con D'Angelo ("Nothing Even Matters").

Clásica estética y sonido callejero neoyorquino con el jazz-rap en la base de todo. Letras literarias y rapeo fluido capaz de evocar la dura realidad del gueto pero, al mismo tiempo, lanzar señales de esperanza. Así en "N.Y. State of Mind" rima: "nunca duermo, porque el sueño es primo de la muerte". Sin ser muy aficionado al rap, destacaría "Life's a Bitch", en colaboración con AZ y Olu Dara.

El renacer del soul birtánico tuvo en este disco su causa fundamental. Un álbum de culto empezando por su primer tema, "Burn It Down", en el que se encuentran el clasicismo del soul, con su sección de vientos y su órgano Hammond, con la actitud punk reinante en la Gran Bretaña de inicios de los 80. Destacaría los grooves de R&B y los ganchos melódicos de "Seven Days Too Long" (uno de los temas que más me gustan del disco), así como el sencillo "Geno", con el que alcanzaron el número uno en las listas, y el tema final, "There, There, My Dear", sobre la impostura del artista que aparenta lo que no es.

El disco abre con una gran canción de rock contundente siguiendo los patrones sonoros clásicos de los White Stripes, "Blue Orchid", para luego deslizarse por senderos más novedosos en su catálogo cumpliendo con lo que la banda había anunciado: un álbum escrito con piano, marimba y guitarra acústica. Así los cuatro primeros temas sorprenden por su eclecticismo y experimentación, desde las irónicas marimbas acompañadas por guitarras y golpes de baqueta fuera de lugar de "The Nurse", hasta la balada "Forerver for Her (Is Over for Me)" , pasando por el funky pegadizo y saltarín de "My Doorbell". En cuanto al contenido, el álbum habla sobre todo de las complicaciones del amor. Lo hace a ritmo de acusadora guitarras en"Red Rain" o en la balada melódica country con la que termina el disco, "I'm Lonely (But I'm Not That Lonely Yet)". Entre toda la experimentación hay lugar para temas marca de la casa como "Instinct Blues" o "The Denial Twist", uno de los que más me gustan de este disco.

Es difícil practicar el garage rock de los 60 y no sonar demasiado retro. Eso es lo que consiguen los Zutons con un álbum en el que encontramos desde canciones de rock & roll desatado destinado al baile y la juerga ("Pressure Point", "Dirty Dancehall" o "You Will You Won't") como pasajes de música con aires folk suaves ("Confusion" o "Moons And Horror Shows"). Me gusta especialmente el estilo Merseybeat de la canción "Remember Me", en mi opinión uno de los puntos culminantes del álbum.

Tras el brillante sencillo que fue "Going Underground" los Jam prosiguieron con este álbum estilísticamente enfocado hacia ese camino entre el punk y la new wave que tan bien practicaron. Los temas son menos cotidianos y descriptivos de la vida londinense contemporánea y más espirituales y abstractos. Pero todas las canciones tienen melodías pegadizas y un gancho pop indudable. Me gustan especialmente "Sart!", con su aire Beatle, "That's Entertainment" y, sobre todo, "Man in the Corner Shop".

Bill Callahan es uno de los mejores cantautores alternativos surgidos de la escena indie rock norteamericana. Con un ligero regreso a su inicial estilo lo-fi (cuando se hacía llamar Smog), Sometimes I Wish We Were an Eagle (A veces desearía que fuéramos un águila) es un disco oscuro, en el que Bill Callahan da muestras de enfado y misantropía, pero musicalmente sencillo de escucha en su voz de barítono casi lineal. No hay lugar al engaño, desde el arranque con \"Jim Cain\", se anticipa de lo que vamos a encontrar: introspección y duda. Me gustan los aires orientales que resuenan por detrás en \"The Wind and The Dove\" y el tono semi-épico, con un ritmo que simula el paso del caballo hasta el galope final, de \"All Thoughts Are Prey to Some Beast\" (Todos los pensamientos son presa de alguna bestia).

Siamese Dream bien podría haber sido etiquetado como un disco de Billy Corgan. Los problemas internos de la banda hicieron que él tocara casi todos los instrumentos, exceptuando la percusión. Fuera o no producto de la tensión y los conflictos, lo cierto es que el resultado fue un magnífico disco de rock alternativo que dejaba atrás el grunge y el punk, y coqueteaba sin excesos con lo progresivo. Me gustan bastante sencillos extraídos del álbum como "Today", "Rocket" y la emocionante balada sinfónica "Disarm". Pero también la rockera "Geek U.S.A.", o el tono épico de "Silverfuck". También hay lugar en mis preferencias para la calma de "Mayonaise" o "Spaceboy".

En 2002 el homónimo disco de debut de los británicos The Coral creó una gran expectación. Ya desde el arranque del álbum, "Spanish Main", los sonidos psicodélicos brit-pop se mezclan con aires folkies en lo que será una constante de todas sus canciones (en este caso con ambientes marinos dada la procedencia costera del grupo). Lo mismo ocurre con "Shadows Fall", uno de los temas más exitosos del álbum, en el que además encontramos pop-ska, folk cosaco e incluso una sutil armónica que rememora las bandas sonoras del gran Morricone. Pero la fusión estilística no se queda ahí y por todo el disco resuenan otros géneros como el Merseybeat de 1964, el ska con vientos o el acid rock. Personalmente me gustan más los temas "Dreaming of You" y la psicodelia con aromas de un pasado Pink Floyd sesentero de "Simon Diamond".

La influencia de Phil Spector en la producción de algunos temas de este disco produjo una serie de éxitos pop que han llegado hasta nuestros días. Es el caso de las siempre alegres "Dance, Dance, Dance", "Help Me, Rhonda" o "Do You Wanna Dance". Pero Brian Wilson ya había comenzado a experimentar con nuevos sonidos y nuevas temáticas que superaban el surf y las playas californianas, animado por las influencias de ida y vuelta con el otro lado del Atlántico. Canciones como "When I Grow Up" o "She Knows Me Too Well" hablan de la incertidumbre adolescente por el futuro o del amor. "Please Let Me Wonder" es una de las canciones destacadas del álbum.

En 1976 Tom Petty & the Heartbreakers y los Ramones compartían su querencia por el rock inmaculado de los años 60, pero el resultado musical fue muy diferente aun cuando a los de Tom Petty les reconocieron su actitud punk. Este fue su álbum de debut, un ejemplo meridiano de lo que era el power pop, una mezcla de melodías y rock de garaje. En este sentido me gusta especialmente "Strangered in the Night", así como sus dos éxitos "Breakdown" y "American Girl", este último un tema de inspiración "Byrds" pero impulsado por un sonido más rock & roll. También destacaría el arranque del disco, "Rockin' Around (With You)", y el tercer corte, "Hometown Blues".

Estando en la cima de su carrera tras el aclamado "Purple Rain" y la psicodelia mística de "Around the World in a Day" y "Parade", Prince se embarcó en esta grabación estilísticamente extensa, caótica, intrépida y ecléctica. En ella encontramos su afamado electro-funk, el soul suave marca de la casa y, por supuesto, el pop psicodélico de sus útlimos trabajos. Pero también hard rock, gospel, blues e incluso folk. Me gustan bastante "Hot Thing", sobre todo el arranque, y "U Got the Look" en el más puro estilo Prince. También "If I Was Your Girlfriend", "Strange Relationship" y el hard rock de "The Cross". Canciones en las que Prince nos habla de un mundo en descomposición golpeado por las drogas o el SIDA, y en el que sólo vislumbra esperanza a través de Dios, del amor o, curiosamente, de simplemente pasarlo bien. El signo de los tiempos de aquellos finales de los 80.

En 1983 Tom Waits no sólo se deshizo de representante, productor y discográfica, también eliminó de su paleta sonora las cuerdas y el piano que le habían acompañado hasta entonces. Confecciona aquí un álbum pleno de experimentación, con el dominio sonoro de trompas graves, bajos y percusión, y sin apenas arreglos. Las historias son más surrealistas y su mirada se dirige a los inadaptados que para Waits somos todos. El resultado es un disco bizarro y difícil de saborear, sobre todos en su arranque. Aún así hay momentos para la introspección, como \"Johnsburg, Illinois\" y \"Soldier's Things\", o de ritmos clásicos con sonidos básicos pero que funcionan, como \"16 Shells From a 30.6\", la blusera \"Gin Soaked Boy\" y \"Down, Down, Down\", los cortes que personalmente más me gustan.

Acabando la década de los 60, el folk británico alcanzó con este disco una de sus cumbres. Su encuentro con la música progresiva y el rock produce canciones tan emocionantes como "Light Flight". Destacaría el recurso a instrumentos orientales en la interpretación de la canción folk tradicional "Once I Had a Sweetheart", así como dos grandes temas: "Sally Go Round the Roses", una magnífica versión folk del clásico R&B del grupo de chicas neoyorquino The Jaynetts, y "Springtime Promises".

La leyenda de Buddy Holly comenzó, en términos discográficos, con esta primera y única grabación con los Circkets y publicada en vida en 1957. El disco comienza con el clásico del rock & roll "Oh Boy!", un tema que fue acogido como demasiado obsceno por los círculos puritanos que por entonces reaccionaban contra todo lo que oliera a este estilo de música popular. En el disco también está otro sencillo, "That'll be the Day", que alcanzó el número uno de las listas. Estos dos temas, junto a "Not Fade Away", "Maybe Baby" y "I'm Looking for Someone to Love" están entre las mejores canciones de rock & roll de todos los tiempos.

PAVEMENT / CROOKED RAIN CROOKD RAIN Rock alternativo de altura con un aire a country-rock crudo y sin aliño envuelto en continuas extensas idas y venidas sonoras. En este sentido destaca "Range Life". Pero "Cut Your Hair" es el gran tema de este disco, una canción plena de ironía contra la superficialidad de la industria musical y con un gran gancho pop. También destacaría "Gold Soundz" y la desbocada y ruidosa "Unfair. Así como el arranque del álbum, "Silence Kid", que comienza dese el caos sonoro hasta llevarns a una exuberante canción pop californiana.

La fusión entre jazz y bossa nova hace de este álbum un imprescindible en cualquier discografía que se precie. Innovador y creativo, fue el primer disco de bossa nova grabado por músicos de jazz estadounidenses, y llegó a colocar su sencillo de éxito, "Desafinado", en las listas de éxitos populares. Me gustan también "Samba de Uma Nota Só" (conocida también como "One Note Samba") y "O Pato". Por todo el disco se desliza el romanticismo y la melancolía propios de la bossa nova. Sin ser un fan del jazz, este disco emociona más allá del disfrute de la buena música.

El nombre de este disco hace honor a su contenido. No es el primer álbum de Yes pero si el primero en el que definen un sonido que les acompañará durante más de una década: una innovadora fusión entre los sonidos progresivos y guitarreros, con el country y el folk, impulsada por la característica voz de Jon Anderson. Dos temas acústicos, "Your Move" y "The Clap", con Steve Howe a la guitarra, constituyen los momentos más especiales y característicos del disco. A mí personalmente me gusta la progresiva y muy extensa "Starship Trooper" con sus tres secciones, Life Seeker, Disillusion y Würm, y la ligera "A Venture".

Este tercer disco de ZZ Top fue el que les elevó al estatus de estrellas del rock sureño. Los de texas siguieron con su blues & boogie, pero por primera vez consiguieron dotarle de una mezcla de alegría contagiosa y sordidez desde el primer y extraordinario tema "Waitin' for the Bus" y su continuación "Jesus Just Left Chicago". El resto es blues-rock de calidad con un punto "hard" y mucho de humor. El álbum contiene uno de los grandes éxitos de ZZ Top, "La Grange" (en cuya letra hablan de un burdel a las afueras de la ciudad tejana de La Grange) con música inspirada en el "Boogie Chillen'" de John Lee Hooker. Además de las citadas, me gusta mucho "Beer Drinkers & Hell Raisers".

Último álbum de estudio de los Smiths cuando la relación entre Morrissey y Johnny Marr amenazaba ya la existencia del grupo, y más que digna despedida. No alcanza el nivel de su predecesor, The Queen Is Dead, pero aun así consigue consolidar el sonido de la banda con temas de rock alternativo de altura. Es el caso de la enérgica canción sobre el arrepentimiento "I Started Something I Couldn't Finish"; la emotiva y romántica tragedia "Girlfriend in a Coma"; de nuevo el remordimiento por acciones pasadas de "Stop Me if You Think You've Heard This One Before", la canción que más me gusta del disco; "Last Night I Dreamt That Somebody Loved Me" sobre la soledad y el deseo de amor frustrado; o "I Won't Share You", sobre la individualidad y la fugacidad de la vida.

Tras una serie de EPs y actuaciones en directo, Coldplay estrenaron el milenio con su primer álbum, Parachutes, una colección de canciones pop melancólicas y brillantes armonías. Un álbum magnífico que abre con una aproximación al indie rock, "Don't Panic" que está entre los mejores temas de su discografía, y una llamada a mantener la esperanza en un mundo que parecía abocado al caos. Y sigue con más indie rock en la romántica "Shiver", sobre el amor no correspondido. Es difícil destacar canciones de un álbum pop tan compacto como este, pero s epodrían destacar los paisajes sonoros nacidos de una cierta veneración por el dream pop en canciones como "High Speed" (un tema sobre vivir la vida a tope y confiando en uno mismo y su entorno personal) o "We Never Change" (sobre la necesidad de cambiar y dejar de cometer los mismos errores). Personalmete me gustan mucho "Sparks" y, sobre todo, la metafórica "Yellow", en la que el color amarillo simboliza la calidez y la felicidad que inspira la persona amada.

Tras el exitazo de Thriller Jackson decidió seguir por el mismo camino, dotando ahora a sus canciones de algo más de rock duro y AOR de calidad. Es el caso de tres de los grandes temas incluidos en el disco y extraídos como sencillos: "Bad", "The Way You Make Me Feel"(mi tema favorito de este disco) y "I Just Can't Stop Loving You". También me gusta "Smooth Criminal" (seguramente influido por el videoclip que acompañó a su lanzamiento). Para mi gusto, el resto del disco no llega a la altura de sus predecesores.

Segundo álbum del dúo DJ Premier y Guru en el que sientan las bases de su propio estilo de rap: el tono monótono casi inexpresivo del MC, Guru, y el tratamiento inteligente de los problemas sociales de la calle, evitando la glorificación y alejado de la dureza del realismo descriptivo de otros raperos contemporáneos. Crítico con los aprovechados de los barrios marginales ("Execution of a Chump o "Just to Get a Rep"), llama a la autoconciencia y asunción de responsabilidades de aquellos que prefieren el "camino fácil" ("Who's Gonna Take the Weight?", el tema que más me gusta del disco). Y todo con el envoltorio sonoro de DJ Premier, con un estilo de "scratching" inconfundible. Ya he dicho que no soy muy fan del rap, pero este disco me llega.

Segundo y, desde la mismísma portada, hipersexualizado álbum de Christina Aguilera. Stripped sigue el estilo pop adolescente de Britney Spears y, en algún momento, el fantástico dance-rock de Pink, con el añadido de algunas gotas de hip-hop, evidentes en el tema "Can't Hold Us Down". Obtuvo un cierto éxito con su primer single, "Dirrty", y en todo el disco brilla de nuevo la capacidad vocal de Aguilera y su dedicación al R&B callejero, especialmente en sus mejores temas: "Fighter" y "Beautiful". Desigual y caótico en el concepto, no es un disco que me emocione especialmente.

Después de conseguir un gran éxito con el sencillo "California Dreamin'", seguramente una de mis canciones favoritas de todos los tiempos incluida también en If You Can Believe Your Eyes And Ears", en 1966 Mamas & The Papas editaron siguiendo su mismo estilo este gran álbum que, por entonces, sonaba a algo diferente a todo lo escuchado hasta entonces. If You Can Believe... es sobre todo Folk-Rock de altura con extraordinarios ganchos pop y muchas influencias soul. Todos los sencillo son auténticos temazos, desde el ya citado sueño californiano, hasta la excelsa apertura del disco, "Monday, Monday", pasando por la rockera "Somebody Groovy". También me gustan y emocionan "Go Where You Wanna Go" (canción que luego convertiría en un hit The 5th Dimension), la delicada "Do You Wanna Dance", "Spanish Harlem" (versión del tema compuesto por Jerry Leiber y Phil Spector Y grabada anteriormente por la leyenda Ben E. King, los Difters o la eterna Aretha Franklin), y el más que digno final del disco, "The 'In' Crowd".

R&B inhibido y maduro por parte de una artista, de nombre real Solana Rowe, que en 2017 cuando se editó éste, su primer álbum, contaba con tan solo 26 años. Sus letras son sinceras y poderosas y nos hablan de la soledad y la inseguridad ante un mundo cambiante. En "Doves in the Wind", colaboración de Kendrick Lamar mediante, coquetea con el hip-hop y el soul para hablarnos y burlarse ácidamente de la ineptitud y algunos comportamientos rechazables de los hombres. Destacaría el sosegado sencillo "Love Galore", en colaboración con Travis Scott, sobre reanimar la llama de una relación que no va a ninguna parte, y el tema "Prom", sobre la angustia y la preocupación juvenil por crecer y hacerse adulto.

Extraordinario álbum, entre los mejores de la historia y, sin duda, una de las cumbres de los años 60. Tiene todo él un aire sinfónico en el que los instrumentos son de los más variados, desde los convencionales teclados y guitarras, hasta theremin, flautas e incluso timbres de bicicleta. Y por supuesto, las inconfundibles armonías vocales de los Beach Boys, que hicieron de este disco, compuesto en su mayor parte por Brian Wilson, en uno de los clásicos de la banda. Contiene grandes canciones que son imprescindibles en cualquier repaso a la música de la década, comenzando por la apertura del álbum, "Wouldn't It Be Nice", un alegato romántico en favor de un mundo mejor donde le amor lo inunde todo. No le van a la zaga "God Only Knows", "Carline, No" o "Sloop John B", sobre el amor incondicional; la pérdida del amor y la inocencia; y el regreso a casa, respectivamente. Son las canciones más conocidas, pero el resto son en general estupendas y si hubiera que destacar alguna, lo haría con "Don't Talk (Put Your Head On My Shoulder)" y "I Know There's an Answer". La historia cuenta que, en el duelo de influencias de ida y vuelta entre la música americana y la británica, Pet Sounds fue la respuesta al Rubber Soul de los Beatles, quienes respondieron a su vez con el clásico Sgt. Pepper. Bendita competencia.

Navegando entre la cultura pop y la undergroud estadounidense, Devendra Banhart sorprendió en los inicios del milenio con su lírica sensible y sus atractivas melodías. En este, su segundo álbum, profundiza su opción auténticamente alternativa a todo lo que se hacía en el panorama musical de la época, y todo, sin apenas artificio sonoro. Incluso se podría decir que es un disco infra-producido que, sin embargo, consigue transmitir grandes dosis de emoción a través de una mezcla de blues, ragtime, músicas rurales, country e incluso folk europeo y celta. Es difícil destacar algún tema así que, simplemente por gusto personal, citaría el tema de apertura, "This Is the Way", la emotiva "The Body Breaks" sobre la naturaleza efímera de la existencia, y la delicada reflexión sobre la amistad, "Will Is My Friend".

Pioneros de la música tecno, Depeche Mode asientan toda su experiencia anterior en este disco que comienza a lo grande con el gancho melódico de "Never Let Me Down Again". Todo el sonido del disco es grandioso y espectacular, un alarde tecnológico que destaca también en los otros sencillos extraídos del álbum: "Strangelove" y "Behind the Wheel", así como del temazo de amor gore "To Have and to Hold". También hay lugar para temas más líricos y letras más trabajadas, como ocurre con los temas "I Want You" y "The Things You Said". Sin duda uno de los mejores discos de Depeche Mode, que hace honor a su título.

Blues auténtico por unos de los músicos más auténticos de la historia de la música popular. Ya sólo con la versión de "Mannish Boy" y sus cinco minutos con un solo acorde, Muddy Waters merecería permanecer en la memoria de todo melómano que se precie. Retoma su propio clásico "I Can't Be Satisfied" en versión acústica en el único momento plácido del disco. El resto es fuerza y ritmo como sólo Muddy Waters sabía emplear. Hard Again es sin duda uno de los mejores discos de blues de todos los tiempos.

El hip-hip de vanguardia era esto a finales de los 90. Mientras en el tema "Airwave Hysteria" utiliza samples propios de Bollywood y un impresionante scarching futurista, en el tema de apertura, "500 Miles West of the future" destacan una línea de bajo y órgano difuminados que lo sitúan en el límite del estilo, acompañando unas letras introspectivas. También destacaría "Planet 10", desarrollado en anillo y utilizando voces ralentizadas para seguir dotando al álbum de un buscado tono futurista. Otros temas a citar son "Bladerunners" y la lentamente caótica "I Feel Like 100 Dollars".

PJ Harvey comenzó el milenio con un disco consecuente con su primera década dedicada a la música. Tras empezar con la fortaleza del rock alternativo de "Big Exit", se desliza en ocasiones por temas más pop como son "Good Fortune", "A Place Called Home", "One Line" y "You Said Something". Se la acusó entonces de comercial pero el tiempo suele poner las cosas en su sitio y hoy Stories from the City, Stories from the Sea nos llega como un robusto álbum de rock de autor. Me gusta especialmente "This Is Love", en la que reflexiona sobre la complejidad del amor y el deseo. También las dos colaboraciones con Thom Yorke, "Beautiful Feeling" y "This Mess We're In". Pero sobre todo los temas en los que concentra su característica furia: "The Whores Hustle And The Hustlers Whore" y , sobre todo, "Kamikaze". Mención a parte merece la canción con la que cierra el disco, "We Float", una poética llamada a superar los fracasos cantada con una dulzura inusual en PJ Harvey.

Estamos ante uno de los álbumes fundacionales del Heavy Metal. Su rock duro sonó en 1970 como algo absolutamente nuevo, sobre todo en el clásico "Paranoid". Además de la canción que da título al disco, con un riff inconfundible e inigualable, destacaría el tema de apertura, "War Pigs", un extenso (casi 8 minutos) alegato contra la guerra y las élites adineradas que las sostienen, así como "Iron Man", con otro riff memorable para hablarnos sobre los peligros de los avances científicos, la aniquilación nuclear e incluso el abuso de los estupefacientes. Poderoso y primario musicalmente hablando, Paranoid es un disco que sin duda hay que escuchar.

En su primer larga duración R.E.M. sienta las bases de un sonido característico que con los años perfeccionará y lo hará inconfundible. La presencia de las guitarras en primer término y la característica voz de Michael Stipe, junto al lirismo de sus letras crean un estilo en el que se mezcla la tradición del folk-rock con el garage y el post-punk americano, pero que suena diferente a todo lo escuchado antes llevando su música a la cumbre del rock alternativo. Comienzan fuerte con el tema "Radio Free Europa", sobre el poder de los medios independientes para lograr cambios sociales, para después dar un giro introspectivo, impulsado por los medidos riffs de guitarra de "Pilgrimage" (Peregrinaje) y su viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal. También destacaría la melancólica "Talk About the Passion", en la que reflexionan sobre la necesidad de poner pasión al enfrentarse a los problemas del mundo, y las sinuosas guitarras y pianos de "Perfect Circle" que nos hablan de navegar entre lo que la sociedad espera de nosotros y nuestra propia individualidad.

Fleetwodd Mac pasó por diversas etapas creativas así como diversas formaciones. En la etapa que grabaron Rumours, a mediados de los 70 del siglo XX, la banda tenía como vocalista a Stevie Nicks, quien se había separado del guitarrista y también vocalista Lindsey Buckingham para unirse al batería Mick Fleetwood. Además, John y Christie McVie, bajista y teclista respectivamente, se divorciaron. Estas crisis y tensiones sentimentales recorren prácticamente todo este disco. Pero lo que lo convirtió en un fenómeno, también de ventas, no fue la ruptura de relaciones pública de sus miembros, si no la calidad de su música. Con un contenido tan doloroso, consiguen, a través de los arreglos en canciones como "Go Your Own Way" (Sigue tu propio camino), dulcificar la emociones crudas contenidas en las letras. Casi todas sus canciones resuenan en la memoria de aquellos que tenemos una edad, desde "Second Hand News" (Noticias de segunda mano), pasando por "Dreams" (sobre la fugacidad del amor) hasta "The Chain" (sobre la permanencia del amor entre dificultades) o "Gold Dust Woman" (sobre recomponerse y seguir adelante tras una ruptura sentimental).

Aunque In Rainbows fue puesto por la banda para descarga de manera casi gratuita (se dijo que el primer día de su lanzamiento, en octubre de 2007, fue descargado más de un millón de veces), no estamos ante una obra sin valor, si no más bien todo lo contrario. Quizás no sea el mejor disco de Radiohead, pero tiene canciones que están entre las mejores. Personalmente me gusta, y mucho, "Reckoner", con un potente ritmo nacido de capas electrónicas y un contenido trascendente: la aceptación de la mortalidad, la irrelevancia de todo lo material y la importancia de vivir con gratitud el presente. También me gusta "House of Cards" y su comienzo: "No quiero ser tu amigo/Sólo quiero ser tu amante"; y las canciones "All I Need" y "Jigsaw Falling Into Place". Todas las canciones están caracterizadas por texturas sonoras innovadoras, en las que la electrónica adquiere una presencia fundamental, y textos del acostumbrado lirismo de Radiohead mezclado con expresiones propias de una balada de amor. En mi modesta opinión, todo esto lo convierten en un gran álbum.

Comienza Tom Waits este disco con toda una declaración de intenciones en la homónima "Heartattack and Vine". No sólo por su gutural voz, ya totalmente quebrada, fraseando los versos como hacían los cantantes de jazz, sino por el R&B primario mezclado con clásico blues "gut bucket". Todo en una canción que, además, concentra el contenido de su visión de un mundo amenazante. Por su letra defilan los habitantes del lado oscuro de la vida y un pesimismo vital que le llega a preguntarse: "¿No sabes que no hay diablo, solo está Dios cuando está borracho?". En "Downtown" el estilo vira hacia una mezcla más con el funk, para hacernos una descripción sórdida de la ciudad, un mundo donde se puede pasar del sueño a la pesadilla inadvertidamente. Me gusta especialmente las baladas "Jersey Girl" (versionada más tarde por Springsteen) y "Ruby's Arms".

Arranca este sólido disco brillantemente con la apocalíptica "Papa Won't Leave You, Henry". Desde este primer momento brilla la imperceptible producción poniéndonos frente a un sonido que suena como si fuera un directo culminado con las líricas letras de Cave que vuelven a hablarnos de amor, lujuria y muerte. La declaración de amor "Straight to You" fue la canción elegida como single del álbum, con un ritmo más pausado pero igualmente potente. Mientras canciones como "I Had a Dream, Joe", en la que Cave nos habla de desilusión y pérdida, o "Brother, My Cup is Empty", sobre el sufrimiento destilado a partes iguales por la soledad y la adicción, nos muestran a una banda perfectamente engrasada, capaz de fusionar estilos clásicos con un sonido agresivo propio. Todos estos temas me gustan, pero destacaría uno de los más tranquilos, "Loom of the Land", una canción fundamentalmente romántica en la que Cave narra un paseo nocturo de dos amantes por el "telar de la tierra" hablando sobre el amor, la inocencia y lo efímero de la vida.

Cuando fue lanzado en 2006 este disco se conviritió en todo un fenómeno mundial precedido por su éxito en internet mediante maquetas distribuidas por la red en formato mp3. Fue sobre todo una revolución dentro de la industria y sus técnicas comerciales, pero musicalmente también ofrecieron frescura y una vuelta al rock guitarrero inspirado en los Strokes, añadiendo algo de neo-punk y una pizca del dance-punk exitoso de los Franz Ferdinand. No volvieron a tener un éxito igual, pero han dejado para la historia canciones como "I Bet You Look Good On The Dancefloor", "Murdy Bum" o "When the Sun Goes Down" (la que más me gusta) repletas de guitarras estridentes, coros de llamada y respuesta del grupo y letras sobre sus vidas, ligues en la pista de baile, consumo de alcohol siendo menores y, ocasionalmente, trágicas historias inventadas sobre prostitución e industria musical.

Las diferencias de Brian Eno y Bryan Ferry dejaron dos fantásticos álbumes de Roxy Music. Este es el segundo, con temas en los que el conflicto entre las texturas sonoras vanguardistas (Eno) y la pulsión por un rock más convencional (Ferry), alcanzan grandes cotas creativas. Es el caso de la extensa "The Bogus Man". Los dos sencillos que se extrajeron éstán entre los mejor del disco: "Do the Strand", celebrando el poder del baile como vía de liberación, y "Editions of You" o el anhelo por una pareja perfecta. Personalmente destacaría la lenta e inquietante "In Every Dream Home a Heartache", en la que nos hablan de angustia vital y soledad impulsados por brillantes sintetizadores y, en su momento, innovadoras texturas.

Este fue el álbum más exitoso de Funkadelic. El tema "One Nation Under a Groove", que da título al disco, es una celebración de la libertad a través de la unión de los pueblos, sin importar cultura, raza o religión. El estilo funky se adorna con riffs de guitarra al estilo de Jimmi Hendrix sin perder un ápice de sentido de baile. Todo el disco está repleto de contenido social, con un específico rechazo a todos los límites (sociales, sexuales o musicales) y la sociedad que los mantiene. Aún así el tono siempre es positivo con constantes llamadas a la unión. Me gustan especialmente "Who Says A Funk Band Can't Play Rock?!", por su energía rebelde y libertaria, y "Cholly (Funk Getting Ready To Roll!)", ambas con un mensaje liberador y transformador a través de la música.

RAMONES / RAMONES Simple y llano rock & roll elevado a la enésima esencia. Tres acordes tocados a gran velocidad hacen de "Blitzkrieg Bop", la canción que abre el disco, en todo un himno intemporal. A partir de ahí los Ramones no sueltan el acelerador y con enormes ganchos melódicos y gran simplicidad ofrecen una sarcástica visión de la cultura pop en sus letras: "I Don't Wanna Go Down to the Basement" y el miedo a bajar al sótano tan presente en las películas de miedo o "Beat on the Brat" y la obsesión social por la violencia. También destacaría la mirada sarcástica al amor no correspondido de "I Wanna Be Your Boyfriend", y "Now I Wanna Sniff Some Glue", un himno del punk rock sobre los jovenes desilusionados e insatisfechos con sus vidas que buscan una escapatoria a la monotonía.

El acento country del homónimo álbum de debut de los Eagles fusiona con elementos de rock & roll, folk y ligeros tintes de doo wop y armonías vocales típicas de los 60. Abriendo el disco, y escrita por Jackson Browne y Glenn Frey, "Take It Easy" es una de las grandes canciones del grupo. Su estilo de folk-rock tranquilo (easy) se repite en "Peaceful Easy Feeling", alegre celebración del enamoramiento. Estas dos canciones junto con la magnífica "Witchy Woman" fueron los tres sencillos extraídos del álbum. Además son muy buenas las rockeras "Chug All Night", "Nightingale" y "Tryin'", así como las baladas "Most of Us Are Sad" y "Train Leaves Here This Morning".

Es el proyecto más ambicioso de Paul Weller una vez separados los Jam, con influencias del jazz, el soul, el rap y el pop. No me inspiran demasiado los instrumentales de jazz, sin embargo los temas pop fusionados con aires soul y compuestos por Weller son estupendos. Es el caso de "You're The Best Thing", una canción de amor y la que más me gusta del disco, o de "My Ever Changing Moods", sobre las cambiantes emociones y sentimientos que inevitablemente nos brinda la vida. También destacaría la jazzistica "The Paris Match", cantada por Tracey Thorn, sobre la soledad y la amarga nostalgia por amores pasados, y la muy social "The Whole Point Of No Return", sobre la desigualdad de clases y la necesidad de una revolución. A nivel estilístico cabe mencionar el experimento rap de "A Gospel".

El primer álbum en solitario de Ryan Adams tiene el sabor de los clásicos del folk-rock americano, fronterizo con la música country. Tiene también un cierto aroma alternativo desde el mismo arranque del disco con "To Be Young (Is to Be Sad, Is to Be High)", un tema sobre la angustia propia de la juventud, con sonidos dylanianos. Me gusta mucho la tranquila y emotiva "Oh My Sweet Carolina", cantada a dúo con Emmylou Harris, y sus arreglos bluegrass. También la exitosa canción de desamor "Come Pick Me Up" y la stoniana "Shakedown on 9th Street".

The Fat of The Land, tercer larga duración de The Prodigy, nos ofrece la intensidad de la música electrónica al ritmo del hip-hop característicos de los primeros años de la banda. Incluye los dos sencillos que habían alzanzado el número uno en GB y que son de lo mejor del disco: "Firestarter", sobre la idea de que el caos y el desorden también puede inspirar la creación, y la enérgica "Breathe", sobre como enfrentar el estrés y la ansieda que genera la vida. Además de estos dos temas, destacaría el poderoso sin sentido arranque del álbum "Smack My Bitch Up", las influencias funkys de "Diesel Power" y la mezcla neopsicodélica de "Narayan".

Si la música funk de los años 70 tiene un nombre, ese es Earth, Wind & Fire. Su estilo fusiona a la perfección con jazz, soul suave y gospel ("See the Light"), incluso podemos encontrar trazas de pop, rock & roll, psicodelia, blues, folk y música africana. Por no hablar de sus brillantes incursiones en la música disco. Este fue su gran álbum, empezando por el fantástico primer tema de vigoroso funk, "Shining Star". Me gusta la balada "Reasons" y, por supuesto, el tema de R&B tranquilo que da título al disco, una llamada a ser positivo en la vida para alcanzar la felicidad. Con menos éxito comercial, también destacaría la exhuberante "Happy Feelin'" y la bailable "Yearnin' Learnin'".

Rock adulto, suave y ligeramente progresivo mezclado con jazz, el álbum de debut de Chicago plasmó en el estudio los años de directo bajo la apariencia de Big Thing. Destacan los cuatro sencillos extraídos del álbum: "Does Anybody Really Know What Time It Is?", "Beginnings", "Questions 67 and 68", y la estupenda versión del tema de Steve Winwood, "I'm a Man". Me gusta la blusera "South California Purples" y son bastante emocionantes los dos temas enlazados y referidos a los acontecimientos violentos que rodearon la Convención Nacional Demócrata de 1968: la introducción con sonido ambiente de "Prologue, August 29, 1968" que desemboca en "Someday (August 29, 1968)", un poderoso mensaje de esperanza en la lucha por un mundo más justo.

Segundo larga duración en solitario de Frank Black tras la disolución de los Pixies. Arranca con la energía de "Whatever Happened to Pong?" y "Thalassocracy". Obtuvo un cierto y efímero éxito con el existencialista tema "Headache", impulsado por cuidados arreglos. Pero me gusta el tono pop de canciones como "(I Want to Live on an) Abstract Plain", expresión del deseo de huir de la monotonía en busca de una existencia más plena, y "Calistan", nostálgico retrato del paisaje y la identidad cultural de una California en declive. También destacan "Speedy Marie", expresión de admiración por un personaje que lleva emoción a su existencia y que podría ser su novia, y la enérgica "Freedom Rock", un satírico mensaje de autoafirmación y orgullo por la singularidad.

El primer disco de Linkin Park sienta las bases del rap-metal que caracteriza toda su discografía. Contenido de altura más allá de la a gustia generacional, e incursiones en la electrónica atmosférica culminados con algún que otro gancho pop. Me gusta el sencillo "One Step Closer", un mensaje de resiliencia frente al caos de la vida que abruma al autor. En la misma línea de rimas e interpretación agresiva destacan "By Myself" y "A Place for My Head". Pero los temas que personalmente más me gustan son "Pushing Me Away", sobre las relaciones fallidas, y la ganadora del Grammy "Crawling", sobre la lucha contra los propios demonios y adicciones.

Tras su primera incursión eléctrica en Bringing It All Back Home, su disco anterior, Dylan se explaya en su primer largo totalmente electrificado en el que graba una colección de canciones imprescindibles en la historia del rock. Siempre será el disco del épico temazo "Like a Rolling Stone", pero también de canciones que van desde el folk-rock pensante de "Desolation Row" (una visión distópica de un mundo sombrío de soledad y alienación en el que los hombres buscan sin descanso el significado de la vida) a temas más bluseros entre los que destaca para mi gusto "Ballad of a Thin Man" (una canción que nos habla de los sentimientos de alienación y confusión de su protagonista, Mr. Jones, advirtiendo contra el conformismo y llamando a desafiar al "establishment"). Además de estos temas me gusta el rock callejero de "Highway 61 Revisited" (otro temazo en el que la autopista 61, al igual que hiciera el poeta Jorge Manrique con los ríos, se convierte en una metáfora de la vida) y "Tombstone Blues" (un tema muy social en el que Dylan habla de desigualdad, injusticia y desesperación en un mundo caótico donde los gobernantes menosprecian a la gente en su lucha por encontrar un lugar en el mundo).

Con más de una década de carrera a la espalda, ZZ Top editó en 1983 Eliminator, culminando su giro estilístico desde el clásico boogie-blues a una mezcla en la que sintentizadores y efectos electrónicos impulsan la guitarra de Gibbons en grandes éxitos como "Gimme All Your Lovin'", "Legs", "Sharp Dressed Man", "Got Me Under Pressure" y "TV Dinners" (ayudados, eso sí, por vídeos musicales en la MTV). Blues-rock de nueva ola y sonido irresistible que, sin embargo, con el paso de los años suena algo acartonado. No obstante, es un disco que hay que escuchar y, si te llama el ritmo, bailar.

Primer álbum de una banda que en los noventa renovó, junto a Blur y Suede, el sonido del "Brit-Pop". Desde su primer tema, "Rock 'N' Roll Star" la banda de Manchester lo deja claro: "esta noche soy un estrella del rock & roll", toda una declaración de intenciones sobre ir contracorriente y disfrutar de la vida. Oasis no inventan nada en Definitely Maybe, se limitan a recolectar entre los sonidos de las últimas tres décadas, mezclando un poco a los Stones con los Pistols, recabando algo de los Happy Mondays y cubriéndolo todo con melodías que bien podrían haber firmados los Beatles, aunque no suene exactamente a los Beatles. En definitiva un disco enérgico en el que destacan también temas como "Live Forever" (en la que animan a vivir luchando para culminar nuestras aspiraciones de manera que, aunque la vida es corta, podamos consguir que se nos recuerde), "Supersonic" (canción optimista sobre la libertad y la autoafirmación personal) o "Cigarettes & Alcohol" (de nuevo una llamada a la autodeterminación y la lucha para conseguir algo que haga que merezca la pena vivir, más que cigarrillos y alcohol).

El sonido de este primer disco de Van Halen, lanzado en 1978, iba a marcar la línea que seguiría el rock & roll en la siguiente década y parte de los 90. Sin artificios, en él destaca la forma de atacar la guitarra de Eddie Van Halen. Son 11 temas enérgicos diseñados para levantar al público, de ahí la inclusión de una versión sobresaliente del "You Really Got Me" de los Kinks. El disco abre con "Runnin' with the Devil" y un riff de guitarra fantástico en el que Van Halen describe la emoción por vivir al límite la vida sin pensar en las consecuencias ("corriendo con el diablo"). También me gusta la visión amarga del amor contenida en "Ain't Talkin' 'Bout Love", el ritmo desenfrenado de "I'm the One" o todo un himno rockero, "Jamie's Cryin'", sobre la angustia emocional del protagonista abatido por le desamor y el rechazo. Mención aparte en mi opinión merece la empoderante "Atomic Punk", un temazo que nos habla de libertad y rebeldía.

Siendo el disco menos conceptual y experimental de los Residents, Duck Stab/Buster & Glen sigue sonando extraño e incomparable con cualquier otra música. Canciones cortas, guitarras casi imperceptibles y abundancia de sonidos electrónicos a partir de los primitivos sintetizadores de la época crean una música que puede llegar a parecernos propia de dibujos animados. Es difícil destacar algún tema porque sinceramente no me llega casi ninguno. Si acaso la broma sonora de "Bach is Dead" en la que reflexionan sobre la trascendencia del arte a través del tiempo, y la inquietante y surrealista "Hello Skinny".

Este primer larga duración de Suzanne Vega lanzado en 1985 anticipaba el éxito que conseguiría dos años después con Solitude Standing. En él propone volver a un estilo de composición literario, ingenioso e intelectual, propio del los antiguos trovadores y alejado del sentimentalismo hacia el que se habían deslizado la mayoría de los cantautores. Sus fuentes de inspiración son las metáforas poéticas de Leonard Cohen y el estilo vocal de Janis Ian. El tema central del álbum es "Small Blue Thing" en el que Vega nos habla de lo insignificantes que somos, viéndose a sí misma como "una canica o un ojo cristal" perdido en un bolsillo y "girando en tu mano". También me gustan "Marlene on the Wall", metáfora del amor no correspondido, "Undertow", sobre la naturaleza destructiva de las relaciones basadas en el poder y el control, y el tema que cierra el disco, "Neighborhood Girls", una reflexión en clave feminista sobre el anhelo, la pérdida y el paso del tiempo.

Lanzado en 1983, Porcupine es el tercer disco y el de mayor éxito de Echo & The Bunnymen. Su tema de apertura, "The Cutter", que alcanzó el Top Ten de la época, resume el estilo de la banda: fusión de post-punk con psicodelia inspirada en los clásicos Doors. Le sigue la tan grandiosa como "espinosa", "The Back of Love", una reflexión sobre las contradicciones del amor y su cara más oscura (la manipulación y el egoísmo en las relaciones), así como la necesidad encontrar un significado más profundo a los sentimientos. Me gusta el estilo ochentero, adornado con los aires orientales que aportan las cuerdas de Shankar, de la existencialista "Heads Will Roll" y su estribillo repitiendo "What if no one's calling / God then must be falling" ("Y si nadie llama / Dios entonces debe estar cayendo").

Los discos de Drake transmiten una cierta belleza tan sombría que produce escalofríos. Su temática explora el desamor, la mortalidad o la depresión con un halo de melancolía emocionante. Este, de 1969, fue álbum de debut y en el destacan canciones como "River Man", una poética reflexión sobre cómo la protagonista recurre al consejo del "hombre del río" para seguir el transcurso del río de la vida; "Time Has Told Me", introspectiva mirada a un futuro inquietante; "Three Hours", el tiempo que dura el viaje físico y espiritual de los protagonistas de la canción en busca de algo nuevo y una vida mejor; y "Thoughts of Mary Jane", casi una pastoral sobre una misteriosa mujer, espíritu libre cautivador. Pero por encima de todas las demás, la canción que más me gusta es "Day Is Done", reflexión sobre la inevitabilidad del paso del tiempo y la muerte.

Las rimas lacónicas y pausadas de Snoop Dog, unidas a la temática realista sobre la violencia que empapa todas sus letras, le convirtieron en una de las figura más significativas del hip-hop (en especial del G-funk) de principios de los 90. Este es su primer disco en solitario tras participar en los proyectos de Dr. Dre. Tuvo dos éxitos que, de hecho, son los temas que más destacan en mi escucha: "Gin and Juice", en la que describe una fiesta llena de sexo, marihuana y alcohol que se prolonga hasta altas horas de la madrugada; y la egocéntrica "Who Am I? (What's My Name?)" en la que Snoop Dogg relata su ascenso en la escena del rap y el hip hop como si, utilizando el refranero, "no tuviera abuela".

Auténtico terrorismo sonoro, este disco nació como respuesta a la represión de las fiestas rave en Gran Bretaña a mediados de los 90. Su sonido 'techno breakbeat' es más sucio que el de los trabajos precedentes del grupo. Nada más comenzar, los cristales estallando y auténticos aullidos que resuenan en "Break & Enter" anticipan lo que vamos a encontrar. Pura energía. Son excelentes los cuatro singles que se extrajeron del disco: "Voodoo People" (con el vudú como vehículo de rebeldía a través del poder oscuro que hay dentro de cada uno), "Poison" (en torno a al poder interior que, 'como veneno', impulsa al protagonista de la historia), "No Good (Start the Dance)" (himno empoderador que anima a la autosuficiencia y el rechazo de relaciones tóxicas) y "One Love" (sobre la música como un espacio intemporal y universal donde unirse y celebrar experiencias humanas compartidas).

Para muchos críticos estamos ante la gran obra del rapero y productor Kanye West. Un conjunto de 13 canciones de 70 minutos complejo y laborioso de digerir. Su primer sencillo, "Power", es una mezcla confusa de rock progresivo y hip-hop en el que sobresalen los samples de la canción "21st Century Schizoid Man" de King Crimson. Su letra sobrevuela la actualidad política de Estados Unidos, y se refiere a su propia salud mental y a sus críticos. Más me gusta "All of the Lights", un tema grandioso, con abundantes metales, maderas y cuerdas, en el que participan 42 artistas para celebrar la fama y, al mismo tiempo, lamentar sus consecuencias. También destacaría "Blame Game", taciturna y melancólica como el tema de Aphex Twin que samplea. Cuenta con la colaboración de John Legend, y en ella West reflexiona sobre rupturas emocionales, amor no correspondido e incluso maltrato conyugal.

Pioneros del gansta rap, N.W.A. accedieron a la fama con un rap violento y sexista, que celebraba en sus canciones la violencia y el hedonismo del mundillo criminal. A finales del 88 publicaron este disco obteniendo un gran éxito underground, sin el apoyo de radios, televisión y prensa musical. Sin atisbos de crítica social o siquiera reflexión sobre la vida del gángster, se limitan a hablar del acoso a mujeres, de conducir borracho o liarse a tiros con la policía, incluyendo un tema, "Fuck tha Police", que provocó que el FBI advirtiera a su discográfica. Hoy su pavoneo sobre una supuesta invencibilidad romantizada suena a una gran exageración y lo que se ha dado en llamar "postureo". Tienen, eso sí, un sentido del humor irreverente que los hizo algo diferentes dentro del rap duro.

Tras cerrar la banda de rock alternativo Spacemen 3, Jason Pierce (conocido como J. Spaceman) lideró un proyecto de rock espacial neopsicodélico, Spiritualized, del que éste es su primer álbum. Una obra única en su concepción y materialización, con evidentes influencias de la Velvet Undergroud, en la que el rock espacial adquiere un aire etéro a través de melodías y paisajes sonoros propios del dream pop y el shoegaze. También se intuyen incursiones en el krautrok y el motorik, evidente en la magnífica "Run" (que incluye elementos de dos temas de J.J. Cale), un tema sobre la efuoria de soltarse y correr sin límites. Algo que también se puede apreciar en "If I Were with Her Now", por cuyos pasajes sonoros pasa el mundo zumbando en un nueva metáfora sonora sobre la liberación. En este sentido me gusta especialmente "I Want You" y sus versos "voy a subir a la colina más alta; voy a tomar el control, voy a liberar mi voluntad".

Ambicioso álbum conceptual sobre el Sur de los Estados Unidos en el que el habitual e irónico sentido del humor de Randy Newman provocó una notable controversia, sobre todo por el tema "Rednecks". Si habitualmente las letras de Newman se deslizan en la frontera entre la sátira inteligente y la crueldad deliberada, en este disco la línea es más fina que en ninguno de sus otros trabajos. En cuanto al sonido, mantiene su estilo heredero del R&B de Nueva Orleans y la tradición pop, al que añade ecos del soul sureño y del country. El disco comienza con el citado tema "Rednecks", y un estribillo que dice algo así como "Somos paletos, paletos / No distinguimos nuestro culo de un agujero en el suelo / Somos paletos, somos paletos / Mantenemos a los negros abajo". Una sátira sobre el retraso social de muchos sureños blancos incapaces de adaptarse a los avances de la sociedad. Por debajo de esa sátira hiriente se desliza una mirada compasiva como la de "Birmingham", una divertida historia ambientada en la clase trabajadora de Alabama en la que, por supuesto, no falta el humor; "Louisiana 1927", sobre la gran indundación de Mississippi; O "A Wedding in Cherokee County", en la que un paleto impotente se casa con una friki de circo. Personalmente me gusta "Mr. President (Have Pity on the Working Man)", en la que Newman captura el sentimiento de agravio de los simples trabajadores ante un sistema político despiadado.

Con este álbum de debut, los de Manchester adquirieron la etiqueta de leyendas del indie y, lo más importante, influyeron a un gran número de bandas alternativas posteriores. En su música se combinan las guitarras sesenteras con los ritmos bailables de los 80 (el acid house y las raves imperantes en la época). "I Wanna Be Adored" abre el disco y las espectativas ritmo y letra hipnóticos. Es la canción que más me gusta del disco. Le sigue "She Bangs the Drums", el segundo sencillo extraído del debut y su primer acceso a los 40, con una clebración de la música y su poder transformador. En ella, como en "Elephant Stone" los ganchos pop inspirados en los setenta y los ritmos ondulantes nos trasladan al mundo psicodélico del acid house. También destaca el tema que cierra el álbum, "Fool's Gold", su primer éxito del 'Top Ten', una canción destinada al baile en la que rock, dance y funk se entremezclan para rememorar el clásico cinematográfico "El tesoro de Sierra Madre" de John Huston en una metáfora sobre los peligros de ansiar riquezas a cualquier precio. Persoalmente me gusta la épica "Made of Stone". Su primer álbum fue el canto del cisne de los Stone Roses. Nunca más cumplieron con las expectativas de este, su primer álbum, y se desintegraron poco después de lanzar su segundo disco cinco años después.

Afamado experimentador con géneros y estilos, el californiano Beck es todo un icono del pop alternativo. Por eso, cuando en 2005 volvió después de 3 años de silencio con Guero, se convirtió e todo un acontecimiento de la cultura pop. Y de nuevo sorprendió, porque en este caso, el disco sonaba a él, con una estética similar a la que había utilizado en 1996 en el disco Odelay: una mezcla caledoscópica de pop, hip-hop e indie rock, a la que añdió algunos toques electrónicos y aires brasileños. Cabe mencionar el tema de apertura "E-Pro", primer sencillo extraído del disco y uno de los grandes éxitos del mismo, en el que samplea el tema "So Whatcha Want" de los Beastie Boys. El propio Beck la definió como "una canción de rabia y desahogo". También destacaría el siguiente tema, "Que'Onda Guero", en el que, con un ritmo "groovy", Beck mezcla sonidos captados en el barrio angelino donde se crió para realizar un retrato pintoresco de sus vivencias en él. Y, sobre todo, otro de los éxitos del álbum, "Hell Yes". Una canción rap-funky que, según explicó el propio Beck, proviene como todos sus raps de la tradición del blues parlante y no del hip-hop. Personalmente me gusta el impulso rockero, que la distingue del resto del álbum, de "Rental Car". Una metáfora existencialista sobre la vida como un tiempo de "alquiler".

Tras el country alternativo incial, Wilco se convirtió en una banda de indie rock, caracterizada por la gran diversidad estilística de las composiciones de su fundador, Jeff Tweedy. Uno de sus puntos de inflexión fue el protagonizado por este disco de 2002. En el debate entre la ansiedad y la esperanza surgen canciones emotivas como "Ashes of American Flags", una reflexión intimista sobre el materialismo y la cultura del consumo imperante en los Estados Unidos; o "Heavy Metal Drummer", una especie de homenaje reparador a los "heavies metaleros", de los que se burlaba en su juventud ajeno a que vivían la vida, y la música, con un espíritu de diversión envidiable. También destacaría "Reservations", en la que Tweedy desnuda su alma para hablarnos de una relación complicada, de amor fingido y cariño inmenso. En general, Wilco consigue en este disco envolver sus canciones con emotivas atmósferas a partir de texturas y pasajes sonoros altamente creativos.

Blondie fue la quita esencia de la new wave en los Estados Unidos. Con apariencia punk, su art-pop inicialmente underground le impulsó a las listas de grandes éxitos. Su tercer álbum, beneficiario de la producción de Mike Chapman, una autoridad en el glam, es su disco pop por excelencia. En su corazón está u n temazo; la discotequera "Heart of Glass", número uno a ambos lados del Atlántico. Todo el arranque del disco impresiona: la anhelante "Hanging On The Telephone", la sarcástica "One Way Or Another" (inspirada en el acoso que sufrió Deborah Harry y que le obligó a dejar New Jersey) y la evocadora "Picture This" son tres temazos acompañados por otras grandes canciones como "Will Anything Happen?", "Sunday Girl" o "Just Go Away".

Gracias a su extraordinario éxito en los años 70 los ABBA influyeron en el sonido de la música pop durante décadas y se convirtieron también en todo un icono de la cultura pop. Editado en el 81, aquí estamos ante el último álbum de ABBA antes de su separación casi definitiva (en 2021 se reunieron para grabar un, hasta ahora, último disco). Me gusta mucho la canción que da título al álbum y en la que su pop pegadizo sirve para hablarnos de los disidentes de la extinta Unión Soviética. También destaca "When All Is Said and Done", una balada en la que el grupo vuelca su situación emocional, con Benny y Frida al borde del divorcio y, de alguna forma, la separación del grupo que está a punto de llegar: "Brindemos una vez más/y luego pagaremos la cuenta". Me gusta la broma lírica envuelta en ganchos pegadizos y bellos coros de "Two for the Price of One" cantada por Björn Ulvaeus. En ella un hombre responde a un anuncio pensando en que consigue una relación a tres (y así parece durante toda la canción) hasta que estalla la carcajada con el verso final: "Ella dijo: «Estoy segura de que debemos ser perfectos el uno para el otro/Y si lo dudas estarás seguro cuando conozcas a mi madre»". Y también merece una mención la nostálgica "Like an Angel Passing Through My Room", último tema del álbum original, en la que ABBA daba carpetazo al cuarteto aun cuando su intención era seguir juntos: "El amor fue un adiós prolongado/Y todo vuelve a mí esta noche/En la penumbra/Como un ángel que pasa por mi habitación".

Estamos ante uno de los cantautores más importantes e influyentes del rock, considerado más un artista de culto más que una estrella. Seguramente influyó mucho su forma literaria de componer y su libertad y sensiblidad a la hora de afrontar temas en su momento poco convencionales, como las drogas y el sexo. Se le sitúa, de hecho, como un precursor sustancial para la revolución punk de los 70. Este fue su segundo trabajo en solitario, y digamos que tuvo la suerte de encontrarse con un David Bowie recién llegado al estrellato y fan declarado de la Velvet Underground. Con su producción (y la de su guitarrista, Mick Ronson) y apoyo Reed aplicó a Transformer los sonidos del glam rock. En el disco sobresalen el gran éxito internacional, "Walk on the Wild Side", homenaje a un grupo de travestis y drag queens reales que coincidieron con él junto a Warhol; y la maravillosa "Perfect Day" (inspiración de la reciente película de Wim Wenders de casi igual título), sobre la adicción y su efecto anestesiante de las emociones. Pero también me gustan canciones como "Vicious" y "Hangin' Round", donde la guitarra mantiene un punto 'hard' muy llamativo, y el cierre del disco, "Goodnight Ladies", con su mirada compasiva al protagonista de la historia que, después del desenfreno, se encuentra y siente totalmente solo en casa viendo la televisión.

Tras el estrellato colectivo de Take That, Robbie Williams supo buscarse un lugar en el firmamento musical en solitario a lomos del brit-pop y las continuas influencias de Oasis. Éste de 1997 fue su primer LP al margen de la banda, con su primer éxito internacional en la balada espiritual "Angels". Destaca la apertura del disco con "Lazy Days" y "Life Thru a Lens", canciones alegres y empoderantes para la juventud de la clase trabajadora. También las enérgica "South of the Border", quizás una metáfora de su propio salto hacia delante en busca de un futuro diferente y "Let me entertain you", toda una declaración de intenciones. Pero el tema que personalmente más me gusta es el vengativo "Ego A Go Go", con referencias veladas a su antigua banda y su sentimiento de traición por parte de alguien a quien apreciaba. En general, un disco de pop descarado y brillante en el que bajo el manto de brit-pop encontramos trazos de glam, rock alternativo y dance-pop.

Cuando el grupo Santana apareció sobre el escenario de Woodstock en 1969 impactaron la escena musical con su mezcla de rock psicodélicos y sonidos latinos con elementos de blues y rock. Con sus tres primeros discos, Santana, Abraxas y Santana III, fueron auténticos pioneros del rock latino. Su segundo álbum fue un éxito mayúsculo, permaneciendo año y medio en las listas y colocando dos sencillos entre los mejores de la época: "Black Magic Woman" (adaptación del tema de Fleetwood Mac, fue número uno aún con la controversia sobre su temática; para unos describe una misteriosa mujer ideal y para otros habla de drogas) y "Oye como va" (mezcla explosiva de la salsa de Tito Puente con elementos de rock). Pero Abraxas es un álbum muy ecléctico donde también cabe el jazz rock instrumental de "Incident at Neshabur" y "Samba Pa Ti" (gran tema que hoy sigue provocando grandes emociones y recuerdos en mi).

Inspirados en la rebeldía del punk británico y americano, Circle Jerks comienza la década de los 80 dando forma a la vanguardia hardcore del trash punk. Éste fue su primer álbum, una colección de 14 temas que, llevando al extremo el espíritu de los Ramones en cuanto a la longitud de las canciones, no llegan en ningún caso a los 2 minutos. Furiosos golpes de guitarra en acordes menores, batería veloz y bramidos hablando de sexo ("I Just Want Some Skank") y drogas ("Wasted"). También se permiten incursiones en temáticas más sociales, como "Beverly Hills" y su crítica de los ricos ociosos, y políticos, como "Paid Vacation" y sus sarcásticas y concisas preguntas a cuenta de la guerra de Afganistán.

El power pop estadounidense tiene un nombre: Big Star. Grupo de culto, fusionó los sonidos más contundentes de la invasión británica. Si obviamos su crepuscular grabación de 2005, Third/Sister Lovers, de 1978, fue su tercer y último álbum de estudio. Una colección de canciones apasionadas por momentos y erráticas y descarnadas en muchas fases del mismo. Destacaría "Dream Lover", una inquietante canción de amor descarnado. También la altamente emotiva y deprimente "Holocaust", retrato de una persona autodestructiva; una versión muy contundente de una canción de los Kinks, "Till the End of the Day", y la extraña versión del tema de Nat King Cole "Nature Boy".

Cuando en el 65 Dylan incorporó la guitarra eléctrica a su capacidad portentosa de componer cambió todos los fundamentos del rock y la música popular. Bringing It All Back Home es el primero de un trío de discos editados en 1965 en los que, influido por la invasión británica (y en especial la versión de los Animals de "House of the Rising Sun") y quizás las versiones electrificadas de sus propias composiciones que hicieron los Byrds, Bob Dylan sentó las bases del folk-rock. En él aún conserva parte de material acústico, pero en su conjunto el álbum dejaba claro cuál sería el camino de Dylan a partir de ese momento. Es difícil destacar algún tema, pues todo el disco conforma una obra mayúscula en la que sus partes son en sí mismas pequeñas obras de arte. Me encanta el tema de apertura, "Subterranean Homesick Blues", y el proto-videoclip que grabó D.A. Pennebaker para la apertura de su documental "Don't Look Back", con la inestimable colaboración de Allen Ginsberg. Se trata de lo que más se acerca a canción-protesta en este disco. En ella que Dylan alza la voz contra la corrupción y concluye que, digan lo que digan los gobiernos, lo importante es vivir libremente. Aún así, en este disco Dylan ya ha decidido dejar las composiciones con motivaciones simple y directamente políticas para componer canciones más surrealistas y con letras más introspectivas. "Maggie's Farm" es toda una declaración en este sentido: él no va a trabajar en la granja, él quiere hacer simple y llanamente lo que le dé la gana. En "Outlaw Blues" utiliza una estructura típica de blues para hablar sobre temas cotidianos, "It's Alright, Ma (I'm Only Bleeding)" es una auténtica paranoia surrealista sobre un mundo que marcha inevitablemente mal. "She Belongs to Me" y "Love Minus Zero/No Limit" son dos preciosas canciones de amor. Y "On the Road Again" y "Bob Dylan's 115th Dream" dos alardes compositivos de un lirismo extraordinario abierto a múltiples interpretaciones, pero profundamente emotivos.

Las atmósferas ruidosas y en ocasiones oscuras y los paisajes sonoros inconexos en forma de collage de los primeros trabajos de Sonic Youth evolucionan aquí al incorporar ligeros toques pop y melodías más lúdicas. Es el caso de la ensoñación oscura de "Tom Violence", apertura del disco, y de menera contendia, "Shadow of a Doubt" (de lo que más me gusta del disco). Además destaca el tenso instrumental "Death to Our Friends". Pero también encontramos la experimentación ruidista en temas como "In the Kingdom #19" o las voces deslizantes de Kim Gordon envueltas por un repetitivo bucle de caja de música en "Secret Girls". La nueva dirección que empieza a tomar la música de Sonic Youth en este disco se hace patente en su versión del tema pop "Bubblegum" (no incluida en el LP original, es otro de los temas que más me gustan del álbum) de Kim Fowley, eso sí con un punto de sordidez que lo aleja del original. También destaca la hipnótica canción con la que concluía el LP original "Expressway to Yr. Skull", titulada en reediciones posteriores como "Madonna, Sean and Me".

Crecida en el gospel, Jazmine Sullivan educó su voz para convertirse en una de las autoras de R&B más creativas y versátiles de las últimas décadas. En esta colección de auténticos cuentos cantados, destaca "Lost One", una balada desnuda sobre el desamparo del desamor. También "Pick Up Your Feelings", la voz de una mujer empoderada en el momento de la ruptura. Pero lo que hace especial este disco son las seis historias de mujeres (Antoinette, Aris, Donna, Rashida, Precious y Amanda) que hablan sin tapujos de temas como el deseo sexual, el materialismo, el rechazo, los cánones de belleza corporal o las dinámicas de poder. Y qué decir de la deshinibida "On It", líricamente explícita en el reclamo de satisfacción sexual. Cierra el disco la colaboración con H.E.R. "Girl Like Me", con la ruptura y el desamor de nuevo como asunto central de la canción.

El soul romántico, elegante y refinado de los 80 tuvo en Anita Baker una de sus máximas exponentes. Este fue su segundo álbum en solitario y con él ganó un Grammy y un disco de platino. El disco comienza con todo un clásico de todos los tiempos, "Sweet Love", y no le va a la zaga otra gran tema, "Caught Up in the Rapture". Ambas son dos baladas románticas en las que el soul se mezcla hasta casi pasar inadvertido con el R&B más pop, con influencias gospel e incluso con algunos pasajes de jazz. También me gustan dentro de su estilo "Same Ole Love (365 Days a Week)" y "No One In This World". No sorprende ni es rompedor, pero este disco es una pequeña joya para saborear.

Comienza el primer álbum de los Doors con la fuerza irresistible de "Break On Through (To the Other Side)", y con este tema (un canto a la libertad alcanzada rompiendo todas las barreras físicas y mentales, con una referencia clara al uso de drogas psicodélicas) sientan las bases de un estilo único que hace reconocible cada una de las canciones de esta banda mítica: letras poéticas y blues y rock duro, con fusiones de jazz y música clásica, sostenido todo por la voz de Jim Morrison, la guitarra de Robby Krieger y los teclados de Ray Manzarek. Para los restos dejaron una influencia brutal en la historia del rock (mucho más allá de la mitificación de su vocalista, Jim Morrison, a raíz de su muerte temprana). Me gusta mucho la rockera "Soul Kitchen", con la estupenda guitarra de Robby Krieger tomando protagonismo, así como el órgano de Manzarek en "Take It as It Comes". Otro gran tema, no ya del disco, sino de todo el repertorio de la banda es "Light My Fire", canción sobre sexo y pasión con una poética descripción del orgasmo utilizando la metáfora del fuego y su ardiente temporalidad. También me gusta la atmósfera surrealista de "End of the Night" para hablarnos de la búsqueda de la felicidad y la insatisfacción utilizando el poema "Augurios de inocencia" de William Blake. El disco concluye con otro monumento musical, "The End", engrandecida más de una década después por ser parte fundamental de la banda sonora de la película Apocalypse Now de Coppola. En sus más de 11 minutos la prosa de Morrison nos habla sobre la muerte y ese momento justo antes del ocaso en el que la vida pasa frente a tus ojos en una secuencia acelerada de forma que, cuando lo comprendes todo, llega el FINAL. Todo un broche de oro a este magnífico disco.

No soy muy fan del metal, excepción aparte de algún grupo y algún tema en especial. Este disco ha sido catalogado como la cumbre creativa de la leyenda del metal brasileño, Sepultura. En algunos temas, como "Ratamahatta" (uno de esos temas que sí disfruto), consiguen integrar los ritmos nativos e incluso la percusión y la voz de Carlinhos Brown dotando al álbum de una textura alternativa que en ocasiones se aleja del clásico trash metal.

La electrónica de los hermanos Hartnoll, heredera directa de Kraftwerk, alcanza en este su segundo disco altas cotas de calidad al tiempo que de accesibilidad. Géneros como el ambient, el electro o incluso el punk, se entretejen para dejarnos algunos de los temas fundamentales del underground dance sin renunciar a llegar al público rockero. En este disco, también conocido como el álbum marrón, me gustan bastante el segundo tema, "Planet of the Shapes", y el tercero, "Lush 3-1". Pero sobre todo destacaría una canción que para mi gusto está entre las mejores de la escena electrónica: "Halcyon and On and On".

El portento compositivo de Nick Cave unido a la habilidad musical de los Bad Seeds conforman una de las bandas más potentes y eclécticas del rock de todos los tiempos. Este doble álbum es una prueba irrefutable y uno de los mejores trabajos del grupo, aun cuando acababa de perder a uno de sus miembros fundadores, Blixa Bargeld. El primer disco, Abbatoir Blues, está dominado por el rock & roll con la temperamental guitarra de Mick Harvey sacudiendo el ambiente desde el principio con el temazo "Get Ready for Love" donde Cave utiliza el ritmo de gospel evangélico para socavar el sentimiento religioso y deificar el amor. Sus letras permanentemente reflexionan sobre ese Dios pintado en los cielos del que se burla al tiempo que clama por resolver el misterio de su naturaleza. Me gusta mucho "Cannibal's Hymn" y sus metáforas alrededor del amor y el sexo. También "Nature Boy" y sus toques autobiográficos en los que vuelve a hablarnos del amor y, tal como le dijo su padre, lo único que salvará al mundo: la belleza. Fue extraído como sencillo por su tono más pop. Y qué decir de los temas "vaqueros", "There She Goes, My Beautiful World" y la conquista del Oeste o el emotivo homenaje a Johnny Cash de "Let Them Bells Ring". El segundo disco vira el tono y el estilo hacia una música más reposada y elegante. Y eso que el primer tema, "The Lyre of Orpheus", utiliza el mito helénico con un sarcasmo "sangrante". Me gustan por encima de las demás "Babe You Turn Me On" en la que a ritmo de vals y música country Cave entona una obscena canción de amor, "Supernaturally", extrañamente bailable declaración de amor a un ser superior, y "Carry Me", con el muro sonoro levantado con las cuerdas de Ellis cubriendo la conmovedora reflexión poética sobre la existencia y Dios. También el cierre del disco, "O Children", en la que en forma de balada nos habla de la pérdida de la inocencia.

Sin los arreglos envolventes que tenía Cheap Thrills, la voz de Janis Joplin sobresale en este su gran segundo disco. La voz ronca de Joplin consigue transmitir la emoción desesperada de los bluseros clásicos, alcanzando grandes dosis de pasión en las baladas más tiernas. En el disco sobresale "Me and Bobby McGee", su éxito póstumo, un tema sobre el amor de dos bohemios errantes. Me gusta mucho la blusera "Cry Baby", con la potente y desgarrada voz de Joplin declarando amor eterno a alguien que la ha dejado. Más allá de su mérito musical, cabe destacar "Buried Alive in the Blues" porque es todo un símbolo sobre el destino de Joplin. Se trata de un tema inacabado en el que no aparece la voz de la cantante, pues tenía prevista su grabación el día siguiente al de su muerte.

Este disco en vivo fue publicado en un paréntesis creativo de la banda, entre las giras absorbentes de Tommy y el discazo "Who's Next". Para algunos existían otros directos mejores que este, pero Live at Leeds se ha establecido como una de las mejores grabaciones de conciertos de los años 70. Aquí los Who suenan, como siempre, contundentes, al borde del estallido, pero siempre contenidos antes de llegar al éxtasis. Para mi gusto destaca las enormes versiones de "Young Man Blues" (pletórica, de lo mejor para mi gusto del disco) y "Summertime Blues". También su regreso a dos de los grandes éxitos del grupo en los 60: "My Generation" y "Substitute"". En 1970 los Who ya habían dejado atrás su pasado mod y ahora hacían rock potente, como el de "Magic Bus" cuyo directo en Leeds es magnífico o, de nuevo una versión, el clásico "Shakin'All Over".

Los hermanos Carpenter consiguieron un gran éxito mundial cultivando un pop melódico y ligero que contrastaba con el ruidoso rock de los 70. En este, su segundo álbum, está una de las claves de su lanzamiento al estrellato: la canción "(They Long to Be) Close to You", una preciosa balada de amor paternal/maternal en la que brilla especialmente la voz tranquila de Karen Carpenter. En realidad los Carpenters construyeron el álbum en torno a la canción debido al sorprendente éxito que obtuvo, incluyendo canciones de gran nivel como "We've Only Just Begun", balada romántica sobre la esperanza de unos recién casados. Todo muy blanco y nada polémico, difícilmente podría ofender a nadie y sí, por muy cursi que pueda parecer, canciones que me gustan. Además de estos grandes temas, destacaría "Crescent Noon", donde le talento interpretativo de Karen sobresale especialmente cantando a la naturaleza y el paso de las estaciones; Y el cierre del disco "Another Song", con un sonido más cercano al rock, en el que también sobresale la capacidad de Karen como baterista, para hablarnos de ruptura sentimental. Lástima que su trágica muerte en 1983 acabara con la historia de un dúo tan especial.

El folk-rock adquirió con Crosby, Stills & Nash un nuevo estadio en el que las letras etéreas y los sonidos exploratorios de los 60 dieron paso a autorreflexiones serenas, más introspectivas y llenas de contenido de los 70. Crosby procedía de los Byrds, Nash de los Hollies y Stills había liderado Buffalo Springfield, pero juntos sonaban muy diferente a todas esas bandas, con unas armonías vocales únicas y un estilo en el que se fusionaban folk acústico, pop melódico y rock. El disco comienza magníficamente con "Suite: Judy Blue Eyes", una épica canción de amor escrita por Stills a propósito de su relación con Judy Collins (famosa por sus penetrantes ojos azules). Crosby es el responable de otro temazo, "Long Time Gone", contundente denuncia del asesinato de Bob Kennedy y uno de los temas socio-políticos del disco. Otro es la antibelicista "Wooden Ships", sencilla e inocente, para algunos hoy puede que suene algo cursi, pero su humanismo sigue siendo tan imprescindible como siempre. En "Pre-Road Downs", folk-pop alegre con toques psicodélicos, Nash nos habla de los sentimientos de desánimo que le provoca salir de gira dejando a su mujer en casa. Me gustan mucho las armonías vocales de "Helplessly Hoping", de nuevo una canción de Stills inspirada ahora en la descomposición de su relación con Judy Collins. También "Teach Your Children", una hermosa llamada al encuentro entre generaciones mientras transitan por un camino, el de la vida, que tarde o temprano, por una razón y otra, dejarán de compartir.

Arcade Fire son el máximo exponente del indie-rock más épico realizado en Montreal en el inicio del milenio. Tras un éxito fulminante en 2004 con su primer trabajo, Funeral, el grupo se dispuso a grabar Neon Bible en una iglesia a las afueras de la ciudad. Se trata de un disco grandioso en lo sonoro, en el que encontramos órganos de tubos, un coro militar e incluso una orquesta al completo. Abre el disco con la melancolía de "Black Mirror" y sus pantallas negras como metáfora de un futuro orwelliano. Me gusta "Keep the Car Running", segunda canción del disco, en la que con un ritmo contagioso el narrador cuenta su miedo a un "ellos" que podrían ir a buscarle y por eso hay que tener el coche preparado par huir, seguramente la continuación lógica de la metáfora del tema anterior. También me gusta la antémica y antibelicista "Intervention", con ese futuro distópico expuesto en las canciones previas, y la necesidad de retomar el control y no obedecer ciegamente a líderes políticos y espirituales. "Black Wave/Bad Vibrations" es grandiosa, así como el remake orquesta del clásico en directo "No Cars Go" en el que quizás nos hablen de un tema tan mundano como el cierre de la planta de la General Motors en Oshawa, Ontario, y sus graves efectos para las familias, como de algo más profundo: las luces se apagan y empieza el sueño-pesadilla. "Windowsill" me encanta, por su sonido épico para hablarnos de ruptura generacional con un mundo que provoca guerras y crisis climáticas, un mundo que alimenta la cultura del miedo para mantener el control de la gente... sencillamente genial.

Este es uno de los discos más importante de la World Music. El congoleño Koffi Olomidé nos habla de amor y política o incluso de religión cultivando un estilo lento del "soukous" y muy cercano a la denominada rumba congoleña, un estilo creado en Cuba por los exclavos africanos que, en una especie de viaje de ida y vuelta, volvió a África en los años 30. El tema "Désespoir", sin embargo, vira hacia algo así como un R&B dulzón que le dio cierto éxito en occidente.

Se puede afirmar que Rubber Soul es el disco en el que los de Liverpool alcanzan la madurez en términos creativos y en los contenidos de sus canciones. Estilísticamente este disco es un clásico del folk-rock, claramente influidos por los Byrds, pero sus experimentaciones en el estudio les llevan también a incluir nuevas texturas de cuerda y a experimentar con algo de distorsión e incluso utilizar instrumentos ajenos al rock como el sitar que aparece en "Norwegian Wood (This Bird Has Flown)" o el piano con sonido de clavicordio que suena en "In My Life". Me encanta "Nowhere Man", primer tema en el que los Beatles dejan totalmente a un lado el contenido romántico para hablarnos de un ser que es libre a costa de no tener opinión ni expectativas de futuro. También me gustan los temas románticos, "Michelle" y "Girl". Pero si algo adoro en este disco es la simpleza lírica de canciones como "Drive My Car" y "You Won't See Me", en las que consiguen inspirar la imaginación para crear historias de amor y desamor con muy pocas palabras.

En algo más de una década Kacey Musgraves se ha convertido en una de las figuras más representativas del country moderno, escribiendo canciones que evocan el sonido clásico pero que están dominadas por una temática muy actual. En este disco además, consiguió atraer la atención de los fans del pop e incluso de la música indie, por no decir que ganó el premio Grammy al álbum del año. Un premio que también logró a la mejor canción con "Space Cowboy", una despedida o una concesión de espacio vital a su pareja, quién sabe. Me gusta "Butterflies", proque Musgraves desnuda su alma impulsada, como en buena parte del disco, por melodías largas y tranquilas, y nos habla de volver a sentir mariposas en el estómago en una nueva relación. Una gran canción con un toque de reivindicación feminista al contraponer ese nuevo amor con una pareja anterior que la menospreciaba. El disco acaba con otra buena canción, "Rainbow" , en la que utiliza la tormenta y el arco-iris como metáfora de superación de problemas.

El rap no es uno de mis estilo favoritos, y menos en una lengua que apenas controlo. The Roots tienen la fama de ser uno de los grupos con más exito de la segunda ola de rap alternativo y seguramente tiene una razón de ser. Su música es brillante en lo experimental y en este disco suena además contundente. Me gusta algo la guitarra de "The Seed (2.0)" y el arranque del tema "Water", una extensa canción de algo más de diez minutos en la que hablan sin tapujos de los problemas del ex MC Malik B. con las drogas. También el sencillo "Break You Off", un dueto con Musiq.

El country alternativo de Giant Sand se mezcla en algunos temas este disco de con potentes guitarras y ritmos acelerados más propios del punk, pero en general mantiene un aire más contenido. No en vano, hacía poco de la muerte por cáncer del guitarrista Rainer Ptacek cuyo emotivo slide en "Shrine" cierra el álbum. Para mí de lo mejor. Personalmente ninguno de los temas de este disco llega a engancharme totalmente y quizás sea por lo experimental de su sonido en demasiadas ocasiones. No obstante, el tema "(Well) Dusted", que suena tras "Overture", me ha llegado a generar grandes expectativas por su sonido y su extraño lirismo. Igualmente me ha gustado el aire jazzistico de "Wolfy".

Con So en 1986 Peter Gabriel accedió al gran público en gran medida gracias a su sencillo más popular, número uno en las listas de éxito y uno de sus temas más escuchados hasta la fecha: "Sledgehammer". Un tema soul-pop influido, según el propio Gabriel, por la antigua música de los sellos Stax y Atlantic, en el que se aprecia un sonido procedente del funk-rock, y con un contenido alegre y metafórico (evidente en ocasiones) referido a actos sexuales. Me gusta mucho el arranque del disco con "Red Rain", quizás por su sonido evocador de Genesis o por su contenido introspectivo a propósito de sentirse superado por un cúmulo de emociones. Pero el disco tiene mucho más: "Big Time", otro estupendo tema bailable y crítico con el materialismo y el egocentrismo de quienes se creen grandes; el extraordinario dúo con Kate Bush, "Don't Give Up", dedicado a los desempleados en una época, los 80, marcada por los ajustes thatcherianos; o la estupenda canción de amor "In Your Eyes". Personalmente, y más allá de su inclusión en la banda sonora de Philadelphia, siempre me ha gustado mucho "Mercy Street". Se trata de un tema repleto de humanidad, inspirado en la vida y la obra de la escritora Anne Sexton, que se suicidó cuando tenía 45 años.

Este fue el primer disco de Harris en solitario tras acompañar a Gram Parsons en la fundación del country-rock a principios de los años 70. Gran parte de las canciones son versiones de temas de artistas variados, como "If I Could Only Win Your Love",de los Louvin Brothers o "For No One" de los Beatles. Pero la piedra angular del disco es "Boulder to Birmingham", la canción que personalmente más me gusta de él. Un conmovedor homenaje a su antiguo compañero, Gran Parsons, compuesta por la propia Harris como un lamento de amor por su pérdida. Desgarrador ese hermoso verso en el que dice "...y la parte más dura es saber que sobreviviré".

La música vanguardista del antiguo integrante de Soft Machine se mezcla con su faceta como cantautor político izquierdista. Durante los años del thatcherismo había radicalizado sus mensajes y años después grabó este Shleep. En el vuelve a hilvanar con la dedicación de un artesano de la música estilos tan variados como el jazz, el rock experimental y la música folk. Me gusta la complejidad sencilla de "Maryan" en el que lo folk asoma tras los vientos metálicos hasta imponerse a través de las cuerdas, y la que quizás sea la canción más convencional del disco, "Blues in Bob Minor", extraordinaria en lo rítmico. También la existencialista "Free Will And Testament", sonoramente más sencilla pero profunda en lo anímico, y cómo no, "A Sunday in Madrid", con su hermosa melodía instrumental.

La Creedence y su líder, John Fogerty, crearon un estilo único en el que el rock & roll se mezcla con un sentido pop de la música de los pantanos, blues y country. En este su segundo fantástico disco (personalmente sigo prefiriendo el primero, quizás porque su tema "Suzy Q" es uno de mis favoritos) sobresale uno de sus himnos intemporales: "Proud Mary", una emotiva descripción de la vida navegando por el Misisipi en una suerte de "rolling stone" fluvial. Desde su primer tema, "Born on the Bayou", la CCR deja claras sus intenciones y confirma que ha encontrado un sonido que la va a identificar en toda su obra. Un sonido que parece salido de los bosques de Luisiana cuando el grupo es originario de San Francisco. Fantástico como en "Graveyard Train" generan la sensación de traqueteo de un tren mientras nos hablan de... Maravillosas las dos versiones de clásicos del rock & roll y del blues adaptadas a ese nuevo sonido creado por la Creedence, "Good Golly Miss Molly" y "Keep on Chooglin'". Como casi toda la obra de este grupo, Bayou Country es un retrato evocador de América a lomos de una música tan contundente como aparentemente sencilla.

La música de Dr. John está íntimamente ligada a la ciudad de Nueva Orleans y su tradición socio-cultural. Una mezcla de blues tradicional, jazz, funk y R&B, estilos cultivados en la urbe del Misisipi, pero llevada a nuevas formas con las atmósferas creadas en torno al vudú. De nombre real Malcolm John Rebennack creo un personaje, curandero de vudú, y grabó éste, su primer disco, con el apelativo Dr. John the Night Tripper. Sin serlo puramente, el disco tiene una cierta esencia psicodélica y hoy sigue trasmitiendo un aura de misterio y ceremonia nocturna. Las letras mezclan el francés criollo y la jerga autóctona en inglés. Sorprende y deja claras sus intenciones desde el primer tema "Gris-Gris Gumbo Ya Ya". Una historia en la que Dr. John se presenta como el "viajero nocturno" acompañado de mandolinas reverberantes, tambores, armónica y cuerdas que juegan entre el soul y el canto de ida y vuelta propio del gospel. Los ritmos ceremoniales marcan el sonido de "Danse Kalinda Boom". El funk de "Jump Sturdy" suena aparentemente convencional, pero subyace un ligero toque a vodevil que de la canción un pequeña delicia antes de llegar al final del disco con los casi ocho minutos de "I Walk on Gilded Splinters". Es el tema que más me gusta del disco. Su fusión de blues, funk y R&B hechiza a partir de un ritmo hipnótico y sensual, concentrando el espíritu de la ciudad de Nueva Orleans y la tradición del vudú.

La música country encontró en Dwight Yoakam su adalid a finales de los 80. Con él no sólo se revitalizó la música de raíces campestres, también consiguió que el público del rock volviera a mirar hacia los sonidos countries del honky tonk. Este de 1988 fue su tercer álbum, y en el destacó el sencillo "I Sang Dixie" con el que alcanzó el número en las listas de éxitos, una lacrimógena balada dedicada a un borracho harto de la vida. También destaca "I Got You", tema sobre un amor obsesivo hasta el propio abandono, o las dramáticas "What I Don't Know" o "Buenos Noches From a Lonely Room (She Wore Red Dresses)" (fantástico el acordeón de Flaco Jiménez) sobre celos asesinos y, en mi opinión demasiado condescendiente con una visión posesiva y machista de la mujer. Lo compensa en parte con la versión de la canción de amor "Send Me the Pillow". Pero quizás la canción que más me gusta de este disco, con aires de ranchera, es el dueto con Buck Owens "Streets Of Bakersfield" escrita en los 70 por Homer Joy como un himno al orgullo de los vagabundos (podría interpretarse también inmigrantes de ayer y de hoy) frente a un mundo que los rechaza, y sobre todo un alegato contra los prejuicios.

Entre la teatralidad de sus espectáculos y el sonido hard rock y glam, Kiss fue un auténtico fenómeno en los años 70. No faltan en sus canciones ganchos pop y grandes melodías impulsadas por estupendas guitarras. En 1976 con Destroyer alcanzaron la cima del éxito, incluyendo su primera incursión en las listas con la balada "Beth". Fue un disco en el que la banda se animó a experimentar con efectos de sonido, coros infantiles y orquestas. Destaca el rock pesado de himnos como "God of Thunder" o "Shout It Out Loud". Me gusta bastante la apertura del disco, "Detroit Rock City", en el que Kiss nos cuenta la historia de un fan murto en accidente de tráfico por ir bebido cuando iba a su concierto. Y también la versionada más tarde por Nirvana, "Do You Love Me?", reflexión sobre el estrellato en la que el rockero se pregunta si es amado por ser como es o por el dinero, el glamour y la fama.

Uno de mis discos favoritos en los primeros años del nuevo milenio por su altamente emotivo y exuberante rock psicodélico. El arranque, "Fight Test", en el que se plantea el concepto del álbum en torno a robots que se humanizan es estupendo. Me encantan las guitarras y los sonidos analógicos de esa emocionante continuación de la historia, en la que los robots empiezan a experimentar sentimientos (quizás una analogía con un ser humano que ama por primera vez), que es "One More Robot/Sympathy 3000-21". También me gusta bastante la caótica "Yoshimi Battles the Pink Robots, Pt. 2", la culminación de una lucha en la que Yoshimi derrota a los malvados robots rosas, los metaleros, a base de zumbidos, tambores y gritos descomunales. La transición a la siguiente canción, la épica y maravillosa "In the Morning of the Magicians", un tema sobre la rendición del protagonista a las fuerzas de la vida y el universo, es impresionante. Pero el tema que más me gusta del disco es el sencillo "Do You Realize?", hermosa en fondo y forma, con un aire melancólico y existencialista que me cala hasta los huesos. Y sí, todos a los que se ama y conoce morirán algún día, y es triste, pero su existencia siempre será un acto de belleza milagroso como la vida misma. En definitiva un disco absolutamente conmovedor.

Puede que Devo sea el grupo más vanguardista de la new wave. Este, su primer disco editado en 1978, contiene todas las características de un synth pop robótico que bajo una apariencia amenazante criticaba la deshumanización y el conformismo. Fue una de las primeras producciones de Brian Eno, con los sintetizadores como elemento fundamental, pero todavía con una fuerte presencia de guitarras. Las melodías disonantes, los compases impares y las voces chillonas crean una textura de tensión permanente. Si hay que destacar algún tema, para mi gusto está la deconstrucción terrible de "(I Can't Get No) Satisfaction", prácticamente irreconocible no podemos hablar de una versión al uso.

Sex Pistols fue la banda que hizo del punk británico un fenómeno mundial. Este fue el único álbum que grabaron con la formación original en 1977. Rock ruidoso y desgarrador, a gran velocidad y la voz ronca de Johnny Rotten, pero también canciones que describen su época con un amargo sarcasmo lleno de rabia y dirigido contra los cimientos de la clásica sociedad británica de finales de los 70. Un furioso nihilismo repleto de críticas sociales al orden establecido, llegando hasta la misma corona con ese himno rebelde que es "God Save The Queen", todo un temazo. Este disco supuso una auténtica revolución musical poniendo voz a la rabia y la frustración de la clase trabajadora que alcanza su punto culminante con el otro gran tema del disco que no podía titularse de otra forma que "Anarchy in the UK".

El encuentro del rock progresivo con el punk dio lugar al renacimiento del heavy metal protagonizado por Iron Maiden en los inicios de la década de los 80. Para ello entregaron en su primer disco los ingredientes que alumbraron la nueva ola del metal inspirados por el punk rock: producción cruda, velocidad acelerada y voces roncas alejadas del clasicismo tenor hacia el que se había deslizado el heavy. Pero sus melodías estaban mucho más trabajadas que las del punk y claramente influidas por el virtuosismo del rock progresivo. Me gusta mucho la apertura del disco, el cuento de suspense titulado "Prowler", así como la rockera "Running Free". También "Iron Maiden", un clásico de todos sus conciertos. Pero la gran canción del disco es en mi opinión "Phantom of the Opera", una gran epopeya progresiva de más de siete minutos en la que se concentra todo el espíritu de Iron Maiden.

El rap de A Tribe Called Quest parte de unas evidentes influencias del jazz y contenidos más reflexivos que callejeros. Destaca "Can I Kick It?", con el smple de Take a Walk on the Wild Side al fondo y una letra desenfadada sobre el ritmo y sentirse libre sintiéndolo. No está mal el humor con el que tratan las enfermedades de transmisión sexual en "Public Enemy" o el rechazo a las personas violentas en "Description of a Fool". Pero a mi personalmente la canción que más me gusta es un tema de amor, "Bonita Applebum", con un interesante sample de sitar.

Parliament, como también Funkadelic, fueron creaciones de George Clinton inspiradas en el sonido Motown. Las dos formaciones concentraron varias decenas de músicos y, sobre todo, un concepto de funk psicodélico único en los años 70. La diferencia estribó en que mientras Funkadelic practicó el rock psicodélico, Parliament de dedicó completamente al funk desenfrenado, mezclando las influencias de James Brown y Sly Stone, la cultura del ácido y la ciencia ficción de la década anterior. Mothership Connection fue su tercer álbum y un gran éxito comercial. Entre sus canciones encontramos clásicos del grupo como "P-Funk (Wants to Get Funked Up)" y sobre todo "Give Up the Funk (Tear the Roof off the Sucker)". También destacan "Mothership Connection (Star Child)" y la rítmica "Unfunky UFO". Y es que ritmo, lo que se dice ritmo, es lo que sobresale por todo este gran disco bailable.

Este es el álbum de canciones del Oeste por excelencia. Incluye canciones de amor y clásicos anónimos de la tradición americana. Sus historias son las repetidas una y otra vez en la gran pantalla, pero cantadas con una emoción, como en "Big Iron" o "El Paso", que las hace especiales. Me gusta, quizás por su evocación fílmica, "The Hanging Tree", escrita precisamente para la película de 1959. También "Saddle Tramp" y "The Master's Call.

Willie Nelson es todo un icono de la música country y de la 'Americana'. Pero en este disco dejó a un lazo la zona de seguridad y se atrevió con el pop tradicional, el swing, el jazz, el folk y el blues. Extraordinarias son para mi gusto sus versiones de "Georgia on My Mind", "Unchained Melody" y "Blue Skies", pero todo el disco consigue transmitir un aire fronterizo entre el country y todo lo demás. La paradoja es que, siendo uno de los compositores más prolíficos de la música americana, este disco de versiones sea su gran éxito.

Segundo y magnífico disco de estos héroes de la new wave. Su rock underground se impulsa aquí con un pop brillante. Comienza el disco con un tema poderoso, "Dumb Waiters" para seguir con una de sus más apreciadas canciones, "Pretty in Pink", metáfora del deseo y descubrimiento de la sexualidad. A parte de estas, me gusta el tono cuasi épico y sexual de "Into You Like a Train", la mezcla de saxo y guitarra acústica de "All of This and Nothing" (sobre una ruptura sentimental), y el ritmo suave de "She Is Mine".

Con Missy Elliott el hip-hop alcanzo nuevas cotas siguiendo sus innovadores ritmos y sus extraordinarias rimas. En este disco se encuentra uno de sus más exitosos sencillos, "Work It", poniendo la visión femenina del juego sexual sobre la mesa en contraste con las propuestas de los raperos e igualando, si no superando, sus rimas más lascivas y explícitas. También me gusta y destacaría su dueto con Beyoncé, "Nothing Out There for Me".

El pop artístico y experimental que imprimió David Byrne a Talkin Heads culminó con este, su cuarto álbum, un giro espléndido, introduciendo sección de vientos, percusión africana, teclados funk y electrónica. Esto le permite explorar ritmos africanos cubriendo sus siempre aparentemente inconexas letras. Me gusta el single que extrajeron del disco, "One in a Lifetime", un fracaso en su momento pero que hoy forma parte de repertorio básico de Talking Heads. También disfruto mucho con el arranque, la ácida "Born Under Punches (The Heat Goes On)", así como el ritmo imparable de "Houses in Motion".

Entre los grupos que anticiparon el punk rock en la escena neoyorquina, The Dictators fue uno de los más aclamados, y lo fueron un poco antes que los Ramones. Este, su primer disco, todavía contenía rasgos comunes con el hard rock y un humor repleto de sarcasmo que no conectó con los críticos que lo veían equidistante entre el rock duro y esa nueva música acelerada que estaba empezando, aunque el tiempo lo colocó como uno de los pioneros del punk. Me gustan las dos versiones de los 60 "I Got You Babe" y, especialmente, "California Sun". Pero lo mejor del disco está al final, con tres divertidísimas canciones, "Two Tub Man", "Weekend" y "(I Live for) Cars and Girls".

Precedido por el melancólico sencillo "Where Are We Now?" Bowie lanzó este disco en 2013 después de una década en barbecho. Su sonido tiene un poco de todo lo que el camaleón había ido dejando a lo largo de su trayectoria, ahora con una aroma meditativo que lo hace algo especial en su larga discografía. Me gustan mucho "Love Is Lost" y "Valentine's Day". También los guiños a Ziggy contenidos en "Dancing Out in Space". Un disco dulce dentro de la amargura que destila, quizás, porque Bowie sentía que el tiempo no había pasado en vano.

Este segundo álbum de los Chemicals Brothers estableció el sonido definitivo del Big beat yendo más allá en todos los estilos (club, psicodelia, hip-hop) que meten en su coctelera. Ya sólo la apertura del disco "Block Rockin' Beats", con su fusión de hip-hop y hardcore techno , hace de este un disco imprescindible. Del resto del disco destacaría "Elektrobank" y el homenaje sónico a los Beatles de "Setting Sun".

Grabar un disco a los 82 años, ya enfermo y que sea tan bueno está al alcance de muy pocos. Con la voz encogida por el paso del tiempo y la enfermedad, Cohen nos regaló aquí un disco introspectivo en el que repasa sentimientos de toda una vida. La canción que da título al álbum es toda una confesión de sus dudas acerca de la religión, pero también un anhelante ruego de que haya algo más allá. Y todo porque en canciones como "Leaving the Table" intuye que el final del camino se acerca. Todas las canciones son una rendición de cuentas con su pasado mirando de reojo el más allá. Emocionante.

Han pasado décadas desde que escuché por primera vez la banda sonora en el cine y esta ópera rock sobre un chico sordo, mudo y ciego convertido en una superestrella con tientes religiosos sigue siendo especial para mí. Me sigue erizando el cabello "I'm Free", extreapolable a cualquier situación en la que uno necesita sentirse libre de ataduras. Y por supuesto los grandes temas que en la película interpretan Elton John y Tina Turner, "Pinball Wizard" y "The Acid Queen" (aunque, eso sí, me gustan más la versiones de la BSO). Excelentes son también "Sensation" y, sobre todo para mí, "We're Not Gonna Take It". Como concepto, el álbum me parece excelente, y en cuanto a la música, el empleo de ganchos pop sólidos junto al rock contundente propio de la banda, empapan el disco de un atractivo innegable.

El synth pop bailable de Pet Shop Boy alcanzó la excelencia en 1993 con este, su quinto disco. Me gusta, por supuesto, su gran éxito y primer tema "Can You Forgive Her?", así como la irónica siguiente canción "I Wouldn't Normally Do This Kind of Thing". Pero me sigo quedando con la conmovedora versión del tema de Village People con el que cierran el álbum, la icónica "Go West".

Con Simon & Garfunkel la música folk alcanzó en norteamérica un nuevo nivel gracias al sentido pop que incorporaron a una buena parte de su repertorio así como a sus estupendas armonías vocales. En este su tercer álbum destacaron algunas de las canciones que siguen formando parte imprescindible de la memoria musical de los años 60. Me gustan especialmente la muy folk "Scarborough Fair/Canticle" y la maravillosa canción de amor "For Emily, Whenever I May Find Her". Pero qué decir de la melancólica "Homeward Bound" y su canto a la nostalgia de los tiempo pasados (que como dijo el poeta, siempre son mejores, al menos para nuestro recuerdos), o la suavemente alegre "The 59th Street Bridge Song (Feelin' Groovy)" sobre vivir la vida con optimismo. Para mi gusto también destaca "The Dangling Conversation", con una hermosa letra sobre la relación en crisis de una pareja. En definitiva un disco repleto de emoción envuelta en grandes melodías.

Con este disco Oasis dan continuidad a su primer trabajo, un ábum conceptual sobre la búsqueda del estrellato, contando a ritmo de excelso brit-pop lo que ocurre una vez alcanzado. Ya no son unos rockeros desgarrados e incluyen brillantes baladas con un tono más íntimo. Es el caso de la magnífica "Wonderwall", con la que llegaron al top del mercado norteamericano, una sencilla canción de amor escrita por Noel Gallagher para su entonces novia y hoy ex mujer. El disco abre con un saludo, la contundente "Hello", que ya anticipa todo lo bueno (y también lo malo) que vamos a encontrar después. Le sigue un buen tema y primer sencillo extraído del disco, "Roll With It", rock potente de estadio. Me gusta, mucho "Don't Look Back In Anger", un himno en el que más allá de lo interno, lo que habla de lo que sacrifican los músicos de una banda, propone mirar siempre adelante y olvidar lo que podría haber sido en el pasado. Por supuesto la rockera "Some Might Say" es otra de las grandes canciones del álbum, una mezcla de melodía 'Beatle' con desparpajo 'Stones' y letra con pretensiones contra la autocomplacencia y llena de imágenes de las clases más humildes. Por supuesto también hay que citar "Champagne Supernova", el muy buen tema que cierra el álbum. Se acusa al grupo de tomar demasiado prestado de otros artistas y especialmente de los Beatles, pero incluso siendo esto cierto, son creadores de muy buenas melodías pop-rock.

Este grupo de chicas alcanzó el estrellato convirtiéndose en superventas con una mezcla de hip-hop, soul urbano y música pop, sobre todo con éste, su segundo disco en el que el rap prácticamente desaparece para dar una mayor presencia al soul contemporáneo. Versionan a Prince en un álbum que suena a Prince, con el tema de funk erótico "If I Was Your Girlfriend". Destacan sus dos grandes éxitos extraídos del disco, "Creep" y "Red Light Special", pero el tema que más me gusta, Waterfalls, suena como un clásico del R&B.

El sonido atmosférico etéreo de Cocteau Twins adquiere en este disco ciertas dosis de experimentación (sin exagerar, eso sí) consiguiendo uno de sus mejores trabajos. Y lo hacen desde el primer tema, "Cherry-Coloured Funk", un compendio temático surrealista aparentemente sin sentido y repelto de sensualidad. Destacan otros temas por su hermosura melódica sobrevolando la estupenda voz de Liz Fraser, como "Fifty-Fifty Clown", o la canción que da título al álbum, "Heaver or Las Vegas" con unos preciosos coros. También me gusta bastante el tema con el que cierra el disco, el contundente "Frou Frou Foxes in Midsummer Fires".

Este disco fue el primer gran éxito de Dolly Parton, convertida en una de las cantantes y compositoras más significativas del country moderno. Gran parte del éxito se debió al tema que da título al disco, "Coat of Many Colors", una canción autobiográfica sobre su infancia que me gusta bastante por su sencillez y dulzura. Pero el disco tiene otros grandes temas como "Traveling Man", "Early Morning Breeze" o "Here I Am", en los que muestra su gran habilidad compositiva recorriendo un amplio abanico de estilos dentro del country, desde las baladas pastel hasta el country rock pasando por magníficos acercamientos al pop.

El synth pop ochentero tuvo en este disco de ABC uno de sus mejores momentos. La combinación de la portentosa voz de Martin Fry con toques soul con los excelentes sintetizadores de Trevor Horn creó una colección de estupendas canciones pop. Fue un éxito y hoy me siguen gustando mucho "The Look Of Love, Pt.1" y "Poison Arrow", auténticos hits dirigidos a la pista de baile. También destacaría el otro gran éxito del disco, "All Of My Heart".

Álbum de debut de uno de los grupos de rock más sofisticados y con personalidad más marcada de los años 70 y 80. Es también su disco más pop, con apenas incursiones en el jazz rock que caracterizará toda su obra. La canción inicial, "Do It Again" es magnífica, y en ella si se pueden apreciar ritmos de jazz latino. Es la canción que más me gusta del disco, pero también son remarcables "Reelin' in the Years" (con magníficas armonías de jazz) y la más pop, "Dirty Work".

Los críticos alabaron este disco doble como uno de los mejores del genio de Duluth, y mira que tiene discos buenos. En él mezcló folk rock con blues y country consiguiendo un sonido emocionalmente potente. Las letras cripticas y surrealistas sobrevuelan canciones como las emotivas baladas "Visions of Johanna", "Just Like a Woman" o "Sad Eyed Lady of the Lowlands". Me gustan especialmente la canción de amor "I Want You" y el rock eléctrico potente de la canción con la que se abre el disco, "Rainy Day Women #12 & 35". También la conmovedora "Stuck Inside of Mobile with the Memphis Blues Again".

Con una producción mayor a la de sus dos primeros discos, Born To Run situó a Springsteen en el firmamento de los grandes de todos los tiempos. Su sonido es grandioso gracias a la superposición de capas de guitarras, voces, teclados y percusión, siguiendo la clásica idea de Spector con su muro de sonido. Además, están las magnificas canciones escritas por el boss, con un arranque, "Thunder Road" magnífico. Una canción sobre la libertad y la búsqueda de oportunidades en la que un joven invita a su chica a dejar atrás la vida que siguen y mirar al futuro. Y desde luego está la canción que da título al álbum, una de las que más me gustan de toda su discografía (y mira que hay donde elegir). En ella una pareja de amantes anhelan dejar atrás sus pequeñas vidas en una pequeña ciudad para asaltar el futuro, utilizando la carretera como metáfora de vida. El disco completo es una maravilla, con "Tenth Avenue Freeze-Out", "Backstreets", "She's te One" o la buenísima "Jungleland" a la altura de uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos.

Álbum introspectivo de Dion producido por Phil Spector, Born to Be You es una amplia colección de caciones pop entonadas desde la madurez de quine sabe que el camino empieza a tener más detrás que delante. De lo mejor del álbum es la canción que le da título y también la inspiradora y oscura "Your Own Backyard", que ya había sido grabada seis años antes por Dion con Spector. Pero para mí el mejor tema del álbum es el que quizás aporte algo de luminosidad sonora, "Only You Know".

Las grandes bandas de jazz tienen un nombre destacado en Count Basie y su Orquesta. Con agilidad interpretativa desde el pieano y enorme capacidad para dirigir la sección rítimica, Count Basie siempre había sido considerado uno de los mejores en el ámbito de las big band. Con su carrera estancada finalizando la década de los 50 consiguió relanzarla al editar este álbum en 1958 abriendo una nueva fase creativa. Una grabación sólida sobre la que destaca el tema que más me gusta (siendo como soy poco aficionado al jazz), que no es otro que "Splanky". Pero cabe destacar también la apertura del disco, "The Kid From Red Bank", con una magnífica interpretación al piano de Basie, "Flight of the Foo Birds", "Whirly-Birds" y el estupendo final de fiesta con "Li'l Darlin'".

Trent Reznor, o lo que es lo mismo Nine Inch Nails, es el productor, creador e intérprete más prestigioso de la música industrial desde los años 90. Su capacidad para crear texturas sonoras a través de capas superpuestas alcanza uno de sus puntos culminantes en éste su segundo disco. Contiene un éxito que lo catapultó a la fama, "Closer", un profundo drama sobre la necesidad de un hombre por obtener sexo a cualquier precio para poder superar su angustia vital, un objetivo que le obsesiona y le hunde si no puede alcanzarlo. De todas formas el álbum se encuentra plagado de grandes temas como "March f The Pigs", aparentemente una crítica al consumismo, o el extraordinario tema final sobre el suicidio, el conmovedor "Hurt".

Proyecto paralelo de los Talking Heads, Tina Weymouth y Chris Frantz, en este su disco de debut mostraron una gran habilidad para componer e interpretar funk dance, alejándose del rock artístico e intelectual de la banda. Es un disco divertido, sin pretensiones que, sin embargo, obtuvo gran éxito con temas como "Genius of Love" y "Wordy Rappinghood" que influyeron bastante en otros músicos durante dos décas.

Con su tercer disco, en 2010 Beach House se convirtieron en una de las grandes banderas del dream pop. Su sonido es grandioso en lo sencillo, con un omnipresente órgano giratorio que quizás adquirió un estatus superior por la sala, una iglesia, en la que se produjo la grabación. El resultado es un disco muy onírico en lo sonoro, en el que la mezcla de sintetizador retro y guitarras distorsionadas marca un sonido diferente a todo lo escuchado antes. Entre las canciones destaca para mi gusto la nostálgica "Silver Soul" y la vuelta a enamorarse. El mismo tono nostálgico se encuentra en casi todas las canciones, incluso como un anticipo de lo que ocurrirá en la relación que transcurre en "Walk in the Park". También destacaría los temas "Zebra", "Lover of Mine" y, por supuesto, el que cierra el disco "Take Care", una emotiva declaración de amor y espera.

Esta colaboración entre el refinado saxofonista Stan Getz, impulsor del cool jazz en los años 50, y el símbolo de la bossa nova, João Gilberto, dio como fruto un puñado de magníficas piezas de fusión entre los dos estilos y el álbum de jazz más vendido de todos los tiempos. La belleza extraordinaria del clásico de Jobim, "La chica de Ipanema" (The Girl form Ipanema) abre el álbum. Cantado por la esposa de Gilberto, Astrud, es uno de los sencillos de jazz con más éxito de la historia. Pero todo el disco está repleto de bellas canciones, compuestas por Jobim, como "Corcovado", "So Danço Samba" o una renovada "Desafinado". Es uno de los pocos discos de jazz en los que hay acuerdo entre puristas y no aficionados al jazz acerca de su valor y belleza.

Esta primera grabación de Country Joe & the fisch es un magnífico fruto de la psicodelia a finales de los 60. Me sigue maravillando la apertura del disco, "Flying High", con su sugerentes texturas de guitarra y teclado, y la personal voz de Joe McDonald (Country Joe). En el disco también encontramos trazas del folk-rock inicial de la banda en "Sad and Lonely Times" y, por supuesto, la muy política "Superbird".

Disco de hip-hop underground editado en solitario por el MC de Ultramagnetic Kool Keith, conocido como Dr. Octagon, con una producción futurista y toques de cine de terror. No en vano, el personaje que interpreta el artista es un cirujano, viajero en el tiempo, extraterrestre que se hace pasar por ginecólogo y acosa a enfermeras y pacientes. Los dos sencillos extraídos del álbum, "Earth People" y "Blue Flowers", fueron sus mayores éxitos.

El blues rock contemporáneo e independiente de los Black Keys llegó en 2010 con este disco a las grandes audiencias. Tiene tres exitosos sencillos, "Tighten Up", "Howlin' for You" y "Next Girl", en los que ponen el énfasis en el blues duro con el que se forjaron casi una década antes. Las canciones de Brothers tienen también una veta psicodélica que hace que sean tan especiales. Algo que es muy evidente en otros dos temas que me gustan especialmente en el disco: "The Only One" y "Too Afraid to Love You". También destacaría el arranque del álbum, otra de las canciones con las que más disfruto: "Everlasting Light".

Fantástico disco de debut de los Cars. Power Pop de altura con nueve cortes a cuál mejor. La fusión de los sonidos de la nueva ola con el rock duro da como fruto en este disco temas de gran altura como el exitoso "Just What I Needed". No le van a la zaga "Good Times Roll", "My Best Friend's Girl" o "Moving in Stereo". Me gusta mucho el tema de cierre, "All Mixed Up".

D'Angelo renovó el R&B tradicional con éste, su álbum de debut en el que introduce la actitud propia del hip-hop pero mantiene las líneas fundamentales del soul y el estilo tradicional. Destacan la canción que da título al disco, "Brown Sugar" y, sobre todo, "Lady". Pero contienes otras buenas canciones, como la versión de la canción de Smokey Robinson, "Cruisin'" y la mezcla con sonidos procedentes del blues contendia en "Shit, Damn, Motherfucker".

Heredero de la parte más melódica de Nirvana, Dave Grohl creó esta banda a mediados de los 90 manteniendo cierta sensibilidad punk mezclada con pesadas guitarras. Éste, su primer disco, fue prácticamente un puñado de grabaciones caseras del propio Grohl. Ya desde la primera canción, "This Is a Call", Dave Grohl muestra una alegría explosiva que recuerda a Nirvana. Pero también encontramos pop suave en una de las canciones que más me gustan del disco, "Big Me". También me gusta bastante la agresividad sonora de "Good Grief" o los sucesivos pasos desde la calma contenida a la potencia acelerada de "For All the Cows".

Ecléctico, el camaleón explora diversos estilos en este disco aparentemente dominado por los ritmos de soul y esencialmente un disco que en 1976 suena vanguardista y alternativo. Y lo es desde el primer corte, "Station to Station", extenso n todos los sentidos, tanto de duración como estilístico. Personalmente me gusta mucho "Golden Years" y su estilo dicotequero, pero también cabe destacar "Stay" y la interpretación crooner del último tema, "Wild is the Wind".

Disco central en la discografía de Johnny Cash, con él fundó el mito del famoso 'Man in Black', cantando sobre conflictos sociales, forajidos y cárcel. No romantiza ni al crimen ni a los criminales, pero consigue forzar la reflexión sobre el contexto y las causas de una sociedad salvaje. Difícil destacar alguna canción, porque todas tienen un valor más allá de los musical. Por supuesto, "Folsom Prison Blues" es una de mis favoritas, y cómo no, "Cocaine Blues" o la inspirada por Leadbely, "I Got Stripes".

Con la beatlemanía recorriendo el planeta, en 1964 este disco y la película que lo acompañó pusieron a los de Liverpool muy por encima de todo lo visto hasta entonces. La canción que da título al disco, "A Hard Day's Night" anuncia un disco brillante y con una producción extraordinaria, y una letra eufórica y alegre sobre el amor. La letra, eso sí, pertenece a su tiempo, cuando la mujer no se había incorporado plenamente al mercado del trabajo y solían ser amas de casa. Pero el amor al que cantan los Beatles del hombre que llega a casa tras el duro trabajo es un sentimiento real y verdadero. Más allá de ésta, el disco está repleto de auténticos temazos que no me canso de escuchar una y otra vez: "Can't Buy Me Love", "Tell Me Why", "If I Fell" o "I'll Be Back" por decir unas pocas. Pero para mí la canción de este disco que más me ha marcado y más me gusta por encima de todas es "An I Love Her". Si alguna vez te has enamorado, seguro que esta es tu canción.

Primer disco lanzado como Bob Marley & The Wailers, sin Peter Tosh y Bunny Livingston, y con un trío vocal femenino que incluía a su esposa Rita. En él Marley regresa a la raíces del reggae con canciones dotadas de fuerte contenido sociopolítico y el aura de música religiosa dirigida a 'Jah'. Destaca sobre manera el clásico "No Woman No Cry", una balada excelsa que no deja de tener una cierta preocupación social. A parte de este, me gusta mucho "Them Belly Full (But We Hungry)" y su llamamiento contra el hambre en el mundo como poderosa fuente de conflicto y rebelión. En la misma línea también destacan "Rebel Music (3 O'Clock Road Block)" y "Revolution", canciones contra la pobreza, la avaricia y la desesperanza.

El indie rock tiene en los Pixies uno de sus máximos exponentes, con su mezcla de pop clásico y guitarras sucias y rugientes al estilo grunge. Este disco llegó tras el éxito estratosférico que consiguieron con Doolitlle y quizás por eso nunca ha sido de los más valorados en su discografía. Sin embargo, contiene algunas canciones magníficas, como "Velouria" y su contenido de ciencia ficción especialmente impulsado por el sonido etéreo del theremin. También la clásica del grupo, "Is She Weird", con su contendio sexi y travieso que la hace muy divertida. Me gustan bastante "Ana" y el homenaje confesado de Black Francis a los Talking Heads, "Dig for Fire". Y por supuesto el cirre del disco, el brillante divertimento de "Havalina".